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ZEPA 56, ni chicha ni limoná

Lunes 20 de julio de 2009, por sods

El sábado 6 de junio, es de suponer que por aquello de la efeméride del día del medioambiente, el ayuntamiento de Navas del Rey se apresuró a organizar una conferencia sobre la ZEPA 56, de los Encinares de los ríos Alberche y Cofio. Sirva este texto de valoración del citado acto, haciendo una división entre quien organiza y quien imparte.

Ayto. de Navas del Rey

Hay que apuntarse a lo que sea, se crea o no en ello. La ZEPA 56, la mayor en extensión de toda la Comunidad y también la más valiosa por las especies que alberga y el estado de conservación de sus diferentes ecosistemas merecía, si es que el ayuntamiento cree en ello, una amplia difusión. La improvisación es el sello reconocible de la mayoría de corporaciones municipales para todo lo que lleve “medioambiente” en su propuesta. Quien esto escribe tuvo conocimiento de este acto a través de un bando por megafonía a las 21:30h del viernes 5. No había mucho margen de maniobra. El evento se inició con 5 personas, incluyendo en este pírrico censo al ponente y una acompañante. La concejala responsable de este éxito hizo acto de presencia sólo al inicio, no fuéramos a pensar que esto de la ZEPA le interesa y la tachen de ecologista o cosas peores en la plaza del pueblo. Uno de los asistentes, agricultor confeso, preguntó si la gente no oía los pregones. La concejala respondió que tampoco parece que los vecinos vean los carteles que lo anunciaban. Yo vi uno a la salida, en la puerta del ayto.: un folio con una “sugerente” foto en blanco y negro. Debajo, “Hora de inicio 11:00h.” Al lado, en rotulador y a mano: “20 de junio”. Tachado esto último y ahora con un rotulador rojo en vez de negro, baile de colores para evitar confusiones, “6 de junio”. ¿Improvisación?
Con este despliegue publicitario no es de extrañar el aforo cosechado: unas 10 personas, nunca todas juntas. Esto es, dos jubilados que entran, se sientan, ven el percal y desaparecen. Un empleado municipal que pasaba por ahí, se sienta, le llaman al móvil y hasta luego. El alcalde de Villamantilla, que quizá con el pelotazo del PGOU de su municipio ya no alcance a ver las encinas, vino a las 11:40h.

Ponente

La Conferencia, como así se tituló el acto, corrió a cargo del equipo del Centro de Educación Ambiental “El Águila”. Se centró únicamente en los ecosistemas de la ZEPA, o traducido a lo que allí oímos, a las formaciones botánicas. Toda la riqueza y diversidad de nuestro entorno se redujo a una enumeración de especies arbóreas, de sus usos y de sus amenazas. Se pasó de puntillas sobre las especies por las que se declaró este espacio natural protegido. Ni mencionar la bicha, cuando se habla de infraestructuras no se puede decir M-501, eso es pecado. En todas las formaciones explicadas, encinar, pinar, alcornocal..., siempre alusiones en los usos a la caza, ya fuera mayor, menor o ambas. No se nos escapa que la empresa que gestiona el centro de El Águila (Horizontes Ambientales S.L.) es una filial de APROCA, lobby de los cazadores en la Comunidad de Madrid. [1] Las concesiones de estos centros, al igual que todas esas “externalizaciones” a que estamos ya acostumbrados, tienen su déficit de trasparencia por mucho concurso que se haga. No resulta difícil encontrar apellidos ilustres ni coincidencias con cargos públicos ahora en la empresa privada y viceversa.
Volviendo a la ZEPA, nada se dijo acerca de la realidad jurídica de esta figura de protección, qué implica, qué prohíbe, cuáles son sus grados de protección, qué sucede cuando un espacio como éste, y tras años de declaración, aún no tiene un PORN (Plan de Ordenación de los Recursos Naturales), a dónde van las subvenciones que se reciben por parte de la Unión Europea, etc.

En resumen, ni intención de explicar lo que es la ZEPA ni lo que supone ni sus valores. Mejor que siga en el imaginario colectivo la idea de una condena impuesta por los ecologistas o por los europeos que obliga a nuestros pueblos a vivir en las cavernas, que no permite construir (destruir) ni hacer autovías por las que venga el progreso que arrase, de una vez y para siempre, con la herencia de nuestras abuelas y abuelos.

Notas

[1

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No parece que fuéramos muy desencaminados cuando apuntábamos en este artículo a la estrecha relación entre la empresa que gestiona el CEA El Águila y el mundillo cinegético. Un mes después queda refrendado por esta convocatoria que, para no ser menos que la anterior, contó con escasa y precipitada publicidad (tuvimos conocimiento el día anterior).