'Toulouse tiene el corazón español'
('Toulouse a le coeur espagnol')

9 de abril: manifestación conmemorativa y festiva en homenaje a la II República Española y a los republicanos españoles

Intervención del Sr. Narcís Falguera*

Web del 75º aniversario de la II República Española (www.nodo50.org/republica), 3 de mayo de 2006 / Texto original en francés traducido por Beatriz Morales Bastos para nodo50.org/republica / Fuente: Charles Farreny ('Espagne au coeur')

"Hoy, tras muchos sufrimientos y luchas, los pueblos de España siguen avanzando. La República Española sembró por todas partes semillas de justicia y de solidaridad, de valor y de dignidad que fecundan todavía el presente y que preparan el futuro"

La 'Place du Capitole' de Toulouse repleta de asistentes al acto
(Foto: Toulose.fr)

[El discurso se inicia con saludos y agradecimientos a las entidades promotoras del acto, y a sus representantes presentes en la tribuna: Ayuntamiento de Toulouse, Asociación de ex-Aviadores de la República Española, Asociación de ex-Combatientes de la República Española y Víctimas de Guerra, y Asociación de ex-Guerrilleros Españoles en Francia - FFI]

Chers amis, chers compatriotes, chers camarades!
¡Queridos amigos, queridos compatriotas, queridos camaradas!**

Tengo el insigne honor de intervenir en nombre de las asociaciones de ex-combatientes republicanos españoles que, junto con ustedes, son los responsables de esta magnífica reunión en ¡la plaza mayor!** de la "capital del exilio republicano español" [1].

Celebramos hoy el 75º aniversario de la proclamación de la II República Española.

Queridos amigos, queridos compatriotas**, el 14 de abril de 1931 algunos de los que de nosotros tienen más edad vivíamos en España. En nuestro corazón guardamos indeleble para siempre la emoción de esta jornada histórica, de esta nueva esperanza.

En 1931 España contaba con 24 millones de habitantes. La mitad eran analfabetos. Se calcula que una tercera parte de la población sobrevivía en la miseria. Dos millones de agricultores no poseían la menor parcela de terreno mientras que 20.000 personas poseían la mitad de las tierras cultivables.

El 12 de abril de 1931 las elecciones municipales dieron la victoria a los republicanos. El rey Alfonso XIII se marchó. El 14 de abril se proclamó la República pacíficamente... ¡sin un solo tiro!

Hace 75 años de la llegada de la II República Española, que tradujo la voluntad de progreso social y democrático de los pueblos de España. Su constitución -adoptada el 9 de diciembre de 1931- instauraba el sufragio universal, la separación de la Iglesia y el Estado, la enseñanza laica gratuita y obligatoria. Con una gran antelación respecto a otros países, la Segunda República instauró el derecho a votar de las mujeres, proclamó la autonomía de las regiones, así como el derecho al uso y a la enseñanza de las lenguas regionales.

El apoyo popular a este programa, la promesa de una auténtica reforma agraria, la aspiración a más justicia social y libertad provocaron una efervescencia política y cultural sin precedentes en España. Este programa, estas reformas, estos valores democráticos se enfrentaron con los defensores del orden establecido opresor, no igualitario y obscurantista.

Hace 70 años, el 18 de julio de 1936, unos generales traidores se sublevaron contra el orden legal de la República. Apoyada activamente por los regímenes de Hitler, Mussolini y Salazar, facilitada por la llamada "política de no intervención" de los gobiernos británico y francés, la cruzada dirigida por Franco sumió a España en una sangrienta guerra de más de tres años.

Hace 70 años los republicanos españoles fueron los primeros en resistir con las armas en la mano al fascismo que muy pronto iba a invadir al resto de Europa. Muy pronto recurrieron a la ayuda de varias decenas de miles de voluntarios llegados de todo el mundo. Muchos de los que iban a constituir las brigadas Internacionales pasaron por Toulouse. Por esa razón, aquí, 70 años después, en esta plaza del Capitolio que ellos dejaron tras de sí, quiero saludar su recuerdo. Especialmente quiero saludar a los 9.000 brigadistas venidos de Francia (y de sus colonias de entonces), a estos hermanos generosos, 2.500 de los cuales cayeron en el suelo de nuestra patria [España].

Permítanme saludar de manera simbólica -aquí, en la primera fila- a Vincenzo Tonelli, que siendo albañil en Toulouse partió para España en el verano del 36 cuando apenas tenía 19 años; llegó a ser teniente en la Brigada Garibaldi. Y también a Jesús García, el portaestandarte -aquí delante- que luchó en la Brigada Comuna de París [2].

Al carecer de manera dramática de equipamiento militar (tanques, aviones, cañones), la II República Española acabó por sucumbir. En febrero de 1939, durante la Retirada, centenares de miles de republicanos se refugiaron en Francia para huir de la represión. Muchos de ellos fueron encerrados en campos de concentración, así es como los llamaban, del sudeste [de Francia]: Argelès-sur-Mer, Saint-Cyprien, Le Barcarès, Agde, Le Vernet d'Ariège, Gurs, etc.

El primero de abril de 1939 una losa de plomo se abatió sobre España. Apenas cinco meses después, Francia sufrió a su vez la agresión del fascismo europeo. Y el 10 de julio de 1940, esto es, poco más de un año después de la derrota de la República Española, la República Francesa desaparecía a su vez blanco de los mismos adversarios y abandonada por muchos de sus parlamentarios.

Contra el Estado francés [3] del mariscal Pétain y contra la ocupación [nazi] vino el tiempo de la resistencia, en la propia Francia y en el exterior (especialmente en Londres con el general De Gaulle). Una gran parte de quienes habían luchado en España se comprometió muy pronto por la libertad tanto de Francia como de España. Presentes desde muy pronto en todos los frentes, los republicanos españoles pagaron un gran tributo.

Desde 1939 los españoles se organizaron, incluso a partir de los campos de concentración y después en las Compañías y Agrupaciones de Trabajadores Extranjeros, en los campos, en las obras de construcción, en las fábricas, ahí donde estaban movilizados para trabajar.

A finales de 1939 la policía francesa trató de devolver por la fuerza trenes enteros repletos de españoles refugiados. Las persecuciones empeoraron desde el momento en que Francia fue ocupada. Como subrayó recientemente ante el rey de España el ministro Douste-Blazy -cosa que le agradecemos- la policía de Vichy [4] (bajo las órdenes, en especial, de René Bousquet) entregó a muchos españoles al ocupante nazi, que los deportó a Alemania. Miles de ellos no volvieron nunca.

A pesar de la represión, por toda Francia, en decenas de departamentos, desde Bretaña a Saboya, desde la región parisina a los Pirineos, miles de republicanos españoles constituyeron las redes de resistencia o se unieron a ellas. También estuvieron en primera línea en los regimientos de la Francia Libre, constituidos en África. Algunos desembarcaron en Normandía y en Provenza. Otros lucharon con los partisanos soviéticos. Estuvieron entre los que lanzaron la insurrección parisina al mando del brigadista Henri Rol-Tanguy. Estuvieron en la vanguardia de la División Leclerc, que entró en el París insurgente. Estuvieron entre los que atravesaron el Rin hasta llegar al Nido del Águila de Hitler.

Saludamos el recuerdo de tres héroes entre miles de ellos. El de Conrado Miret Musté , primer jefe de la resistencia armada española en Francia, primer jefe de los grupos de combate de la MOI [5], muerto en París bajo tortura el 27 de febrero de 1942.

Saludamos también el recuerdo de Marcel Langer, que luchó en las Brigadas Internacionales, que retomó las armas también con la MOI aquí en Toulouse y que fue guillotinado en la prisión Saint-Michel el 23 de julio de 1943... Gracias, Sr. alcalde, por haber decidido que en el lugar de su suplicio la estación de Metro se llame "Saint-Michel-Marcel Langer".

Saludamos la memoria de Francisco Ponzán-Vidal, organizador de una red de evasión y de pasadores que fue fusilado el 17 de agosto de 1944 muy cerca de aquí en Buzet-sur-Tarn. con varias decenas de otros resistentes, sacados de esta misma prisión de Saint-Michel la víspera misma de la Liberación.

Hace 60 años, después de la alegría de la Liberación, después de la alegría de la Victoria, la esperanza volvía a ser grande. Los combates de la Resistencia y por la Reconquista de España continuaron al sur de los Pirineos. La Organización de Naciones Unidas, creada a finales de 1945, declaró en [...] 1946 que "el régimen franquista" era "un régimen fascista calcado del de la Alemania nazi de Hitler y la Italia fascista de Mussolini, e instituido en gran parte gracias a su ayuda", con lo que atestiguaba la solidaridad de los pueblos del mundo [con el pueblo español]. Pero en 1946 como en 1936, con diez años de intervalo, por segunda vez iba a prevalecer una nueva política de no intervención, esta vez no declarada pero igual de nefasta y que iba a significar para los españoles otros treinta años de represión.

Tras la guerra, los maquis, que se habían constituido por todas partes en España, fueron acosados y diezmados. Centenares de miles de españoles se pudrieron en las prisiones franquistas. Entre 1939 y 1945 más de 200.000 demócratas fueron asesinados en España. Desde Cristino García hasta Puig Antich, pasando por Julián Grimau ¡Cuántos crímenes en España hasta el último suspiro del dictador!

Con vistas a enterrar definitivamente la República, a partir de 1947 Franco restableció el régimen monárquico y se esforzó para asegurar su [propia] sucesión.

Todo esto forma parte de la Historia, de nuestra Historia común. Hay que ponerla al día (porque con frecuencia es mal conocida y a veces ocultada o calumniada) y meditar sobre ella.

También estamos muy contentos de que el 15 de marzo de 2006 los representantes de los 46 países que forman el Consejo de Europa hayan adoptado por unanimidad una resolución que condena fuertemente "las múltiples y graves violaciones" de los Derechos Humanos en España entre 1939 y 1975 y que hace un llamamiento al gobierno español para que erija monumentos en memoria de las víctimas del franquismo.

Durante esta larga noche de casi 40 años Toulouse sirvió de retaguardia para reconstruir los sindicatos y los partidos democráticos [españoles], que iban a desempeñar un papel clave en la larga marcha hacia la salida de la dictadura. Hoy, tras muchos sufrimientos y luchas, los pueblos de España siguen avanzando.

La República Española sembró por todas partes semillas de justicia y de solidaridad, de valor y de dignidad que fecundan todavía el presente y que preparan el futuro.

Queridos veteranos de la guerra de España, queridos amigos franceses que nos habéis apoyado, acogido, defendido: ¡Honor a vosotros!

Quiero agradecer muy calurosamente al Sr. alcalde de Toulouse su voluntad y su energía, que han hecho posible este homenaje sin precedentes; quiero darle las gracias en nombre de todos los nuestros por el respeto y el afecto que muestra por nuestros sufrimientos, por nuestros muertos, por nuestra historia y por nuestros ideales.

¡Que vivan hasta siempre estos ideales de la II República Española!
¡Libertad, igualdad y fraternidad para los pueblos de Francia y de España!
¡Que viva hasta siempre el recuerdo de los combatientes de la libertad!**

[Tras ésta y otras intervenciones, esta parte del acto se cerró con los acordes de La Marsellesa y el Himno de Riego, coreados ambos en español por un público entregado y embargado por la emoción. Una fiesta con guitarra española, cante andaluz y poemas catalanes, interpretados por artistas hispano-tolosanos puso fin a este extraordinario evento.]

* Presidente de la Asociación de ex-Guerrilleros Españoles en Francia - 'Forces Françaises de l'Intérieur' (FFI)
** En castellano en el discurso original.

Notas del editor de nodo50.org/republica:

1. En referencia a Toulouse, denominada tradicionalmente "capital del exilio republicano español" porque miles de exiliados españoles (más de 100.000 según fuentes diversas) se asentaron y reiniciaron sus vidas en esta ciudad del sur de Francia y su área metropolitana tras la derrota de la República en 1939.
2. Las brigadas "Garibaldi" y "Comuna de París" formaron parte de las Brigadas Internacionales de voluntarios en defensa de la República durante la Guerra de España y estaban integradas mayoritariamente por comunistas italianos y franceses, respectivamente.
3. Estado francés es una denominación del ilegítimo régimen colaboracionista o gobierno títere con sede en la localidad de Vichy. Encabezado por el mariscal Pétain tras la disolución de la III República Francesa (1875-1940) -a raíz de su derrota militar frente al III Reich alemán en la Segunda Guerra Mundial-, fue instaurado por los nazis en la zona no ocupada del sur de Francia. No es casual el paralelismo semántico con el término franquista Estado español, en contraposición, igualmente, a las legítimas denominaciones oficiales anteriores: España o República Española. El gobierno de Vichy contó con el reconocimiento de las potencias del Eje nazi-fascista y del propio régimen de Franco.
4. Véase nota anterior.
5. MOI (Main-d'oeuvre immigrée): denominada inicialmente MOE (Main-d'oeuvre étrangère), se trata de una organización sindical creada por el Partido Comunista Francés en la década de 1920 cuya misión era la unión y la defensa de la clase obrera inmigrante en Francia.

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[Foto: Cortesía de Charles Farreny para nodo50.org/republica]
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