COMUNICADO MANIFESTACIÓN ANTIRACISTA 11.02.01
Queremos enviaros, en nombre de las asambleas de encierros de Madrid, un saludo fraternal a todas las personas que estáis apoyando nuestra lucha y habéis venido a esta manifestación en contra de la ley de extranjería, que condena a la exclusión y discriminación a cientos de miles de personas, y representa una grave vulneración de los derechos humanos.
Aquí, hoy, en este Estado que presume de democrático, malviven personas de todas las edades, que se sienten perseguidas y se esconden por miedo a la expulsión o a la reclusión, cerrándose incluso las puertas al beneficio fundamental de asilo.

Hemos de recordar que nadie emigra por capricho: millones de seres humanos se ven obligados a dejar su tierra y sus familias, por el saqueo de las multinacionales, entre ellas, las de capital español, que hunden en la miseria a la mayoría del planeta.

Estamos viviendo un proceso de pérdida de derechos laborales que afecta al conjunto de la población trabajadora. En el estado español, los intereses de quienes detentan el poder, fomentan, a través de las instituciones, cuya máxima expresión es la ley de extranjería, un rechazo social hacia las personas inmigrantes. Se perpetúa una situación laboral precaria y de semiesclavitud. Se pretende ocultar, interesadamente, que el colectivo de inmigrantes vive aquí y trabaja en los sectores con peores condiciones, menor cobertura social y mayor índice de accidentes laborales.

En este momento hay personas en huelga de hambre y encerradas en muchos puntos de nuestra geografía, y multitud de pronunciamientos y actos de protesta contra esta situación.

Esta ley lesiona derechos básicos del ser humano:

-Prohibe a las personas, a las que llaman sin papeles, los derechos fundamentales de reunión, asociación, manifestación, sindicación y huelga.

-Restringe la libre circulación y residencia de las personas, y establece un procedimiento de expulsión sin garantías de defensa. -Limita el derecho a la sanidad y educación públicas. -Mantiene los centros de internamiento, verdaderas cárceles sin garantías, para personas que simplemente carecen de permiso de residencia. -No se garantiza el derecho a vivir en familia, y ya se están dado casos de expulsión de menores. -Se deniegan masivamente las solicitudes de permiso de trabajo a personas que tienen una oferta válida de empleo, condenándolas así a la marginación y al empleo sumergido.

Desde las asambleas de personas encerradas, entendemos que esta vulneración nos afecta a todos y a todas, al someter la convivencia a un marco jurídico basado en la exclusión y la invisibilidad.

La exclusión de las gentes desempleadas o explotadas, la exclusión de las mujeres, la de las personas homosexuales, la exclusión de los pueblos colonizados y saqueados, es hoy la exclusión de las personas inmigrantes.

Por esto, no hacemos un llamamiento a la solidaridad caritativa, sino a un desafío activo a esta ley. Este desafío, que fue expresado en Barcelona por cuarenta mil personas, y que seguimos expresando hoy en Madrid, debe entenderse como un solo grito.

Exigimos:

-La inmediata regularización de todas las personas que se encuentran en el estado español. -La inmediata derogación de la ley de extranjería. -El reconocimiento de todos los derechos sociales y civiles en igualdad de condiciones para todos los seres humanos. -La libre circulación de personas, y no sólo de mercancías y capitales.

NINGÚN SER HUMANO ES ILEGAL