Se abrieron una serie de expectativas cuando nuestro Gobierno socialista decidió crear una comisión, en Octubre de 2004, sobre la memoria histórica con el objetivo de "Reparar la dignidad y restituir la memoria de aquellas personas que sufrieron cárcel, represión o muerte por defender unos valores que hoy disfrutamos como sociedad democrática"

La verdad es que es mayor la desilusión que la ilusión en las asociaciones y compañeros/as que sufrieron la represión con respecto a esta comisión.

Tras ver como Bono permitía que miembros del insurrecto bando nacional desfilasen el día de las Fuerzas Armadas, ahora va Fernández de la Vega y frena la ley de memoria histórica para acoger a ambos bandos . Todo ello, tras escuchar en su día a ciertos sectores socialistas que es muy difícil la anulación de los sumarios franquistas, con lo que se está dando legalidad a esos juicios ilegales de época de la dictadura.

El problema es que nuevamente hay miedo a las reacciones de la derecha (sobre todo de los más radicales del PP), que ni corta ni perezosa no tienen en ningún reparo en no condenar el franquismo y encima exigir que se mantenga el recuerdo de aquellos que se alzaron contra un Gobierno Legal y Democrático, con calles y estatuas. E impusieron durante 40 años una dictadura de corte fascista y represora con una impunidad jamás vista, peor que las dictaduras en el Cono Sur.

No sabemos a qué juega el PSOE, si será por el buen talante o qué. Pero  lo que nos importa no es el buen talante o que el PP proteste, sino que nuestros abuelos y padres vean recompensado su esfuerzo por defender la democracia en tiempos de la República y posteriormente luchar por recuperar esa democracia durante el franquismo.

Durante la Transición, el penoso pacto de silencio, hizo que la izquierda renunciase a mucho y viese como la derecha franquista se vistiese de democrática de la noche a la mañana, y hoy sus hijos y nietos (muchos en el PP) nos digan que no abramos viejas heridas.

La Historia y la Memoria están para evitar que aprendamos del pasado y que episodios como el de la Guerra Civil no vuelvan a suceder. Por ello debemos de recordar a aquellos que defendieron unos ideales para una sociedad más justa y libre.

Les debemos un homenaje, y siempre serán pocos. Y el tiempo juega en su contra.