La liberación de los rehenes en poder de las FARC, gracias a la mediación de Hugo Chávez, y el reconocimiento explícito también del presidente de Venezuela de la insurgencia colombiana como parte beligerante en la guerra civil que sufre Colombia han significado un fuerte varapalo contra la política guerrerista y paramilitar impuesta por el gobierno colombiano a su propio pueblo.

Es por eso que Uribe se ha embarcado en una gira política y mediática para recabar apoyo político de los gobernantes europeos y asegurarse de que el llamamiento del propio Hugo Chávez para el reconocimiento internacional de la insurgencia y la solución negociada al conflicto cayera en saco roto. Al mismo tiempo, los medios de comunicación del capital se han encargado de salvar la cara de Álvaro Uribe tras su criminal intento de frustrar la liberación de los rehenes y su apuesta decidida por la guerra para acabar con una insurgencia armada que tiene su origen en la profunda brecha social y la brutal violencia política institucional que sufren los colombianos.

El militarismo a ultranza para terminar con la guerra es una exigencia histórica del imperialismo a los gobiernos colombianos; pero ha sido el de Uribe el que con más entusiasmo y fiereza lo ha puesto en práctica. Sin embargo, quien más ha sufrido directamente esta política de tierra quemada del gobierno colombiano contra su propio país ha sido el pueblo colombiano.

La imposición del Plan Colombia y subsiguientes planes “definitivos” para acabar con la insurgencia han significado la consolidación de la impunidad de los crímenes paramilitares. Esto ha conllevado continuas violaciones a los Derechos Humanos; ejecuciones extrajudiciales; desapariciones y masacres; deportaciones de población civil, asesinato de dirigentes populares, etc. Gran parte de estos hechos han sido documentados ante la ONU, la OIT y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

La dependencia de la oligarquía colombiana de la ayuda estadounidense para enfrentar una insurgencia revolucionaria cada vez más fuerte, ha convertido al gobierno y al Ejército colombianos en títeres del imperialismo y en peones de su estrategia de dominación para Sudamérica; especialmente en lo concerniente a la Revolución Bolivariana de Venezuela. A pesar del intenso comercio fronterizo entre los dos países el gobierno de Uribe no ha dudado en poner estas relaciones en peligro secuestrando en plenas calles de Caracas, mediante sicarios armados, a miembros de las FARC, perpetrando un claro atentado a la soberanía militar y política venezolanas.

Además, los paramilitares uribistas se han infiltrado a través de la frontera con Colombia hacia territorio venezolano y en varias ocasiones han cometido asesinatos de población civil de ambas naciones y han establecido sólidos vínculos con el mundo del hampa de Caracas. Todo esto por no hablar del ya mencionado intento de Uribe de sabotear la liberación de los rehenes.

Sin embargo, ninguno de estas circunstancias ni gravísimos hechos ha sido obstáculo para que el narco-paramilitar Uribe reciba el respaldo europeo que andaba buscando, especialmente en el caso francés y español. A Sarkozy no le ha temblado el pulso respaldándole, pese a que la actitud del gobierno Uribe constituye un obstáculo insalvable para la pretensión del presidente galo de liberar a los rehenes de origen francés.

Pero más llamativo aún ha sido el caso del presidente Zapatero, quien afirmó que “El Gobierno Español está y estará con el Gobierno de Colombia cuando deba enfrentar un problema de soberanía en su frontera". Una amenaza que los gobiernos capitalistas pretenden imputar de cara a la opinión pública al gobierno bolivariano, en connivencia con las provocaciones constantes del gobierno uribista contra Venezuela cuyo fin es justificar una posible intervención militar contra la Revolución Venezolana que tanto daño está haciendo con su ejemplo a la dominación imperialista en todo el continente.

La Revolución Bolivariana, con sus conquistas sociales y políticas; sus rasgos de participación democrática y su visión de futuro, rumbo al socialismo como salida inevitable del marasmo capitalista de principio y fin de siglo, constituye un ejemplo alentador de que la convivencia entre seres humanos puede ser establecida sobre bases solidarias, tanto el aspecto político, social como económico. Junto con la Revolución Cubana es el espejo en el que se miran los pueblos del mundo pese a las calumnias constantes que reciben de los portavoces mediáticos del capital.

Por esta razón nos oponemos rotundamente y mostramos nuestra más profunda indignación contra el respaldo político que los gobiernos de la Unión Europea, los de España y Francia en particular, le brindan a lacayo imperialista Uribe, cuyo régimen oligárquico es la antítesis neocolonial y neoliberal de las emergentes luchas de liberación que sacarán a los pueblos de América Latina y de todo el Mundo de la dominación del capitalismo putrefacto que los condena a la miseria.

¡Ninguna ayuda al gobierno paramilitar de Álvaro Uribe!
¡Basta de complicidad con las oligarquías asesinas de América Latina!
¡Viva la Revolución Bolivariana!
¡Hasta la Victoria Siempre, Venceremos!

Madrid 4 de Febrero de 2008

Asociación de Amistad Hispano Cubana Bartolomé de las Casas; Asociación de Solidaridad Bolivariana; Campaña Contra el Plan Colombia; Colectivo 26 de Julio; Comunistas 3; Coordinadora Estatal de Solidaridad con Cuba; Izquierda Unida; Juventud Comunista de España (marxista-leninista); Partido Comunista de España (marxista-leninista); Plataforma Ciudadanos por la República; Unión de Juventudes Comunistas de España; Unión Proletaria.

Asamblea por la Paz (Siero, Asturias); Assamblea Bolivariana de Catalunya de Solidaritat amb el Poble de Veneçuela; Associació Catalana de Brigadistes a Nicaragua-Sandino de Barcelona; Cercle Bolivarien de Marseille; Cercle Bolivarien de Paris; Círculo Bolivariano Alí Primera de Las Palmas; Círculo Bolivariano de Helsinki; Colectivo Bolivariano de Vigo; Comité Chili Amérique Latine; Mouvement contre le Racisme et pour l'Amitié entre les Peuples 13; Partido Comunista de España-Jerez; Red de solidaridad con América Latina; Red de Solidaridad con Venezuela Revolucionaria (RESOLVER); Venezuela Va (Berlín).

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