Tápalo, tápalo, que no se enteren..
Tras el linchamiento mediático: Un silencio que también es cómplice
Pachacuti
, Kaosenlared. 26 de octubre de 2008

 

¿Quién le pedirá cuentas a los propietarios de los mass-media?

Cuando a finales de julio Remedios García fue detenida por un día en Madrid acusada de ser la representante de las FARC en Europa, un gran escándalo mediático contribuyó a criminalizarla, de forma insensata, sin más pruebas que las transmitidas por un gobierno tan cuestionado en materia de derechos humanos como el colombiano. Su casa fue asediada por muchos medios, fotos personales fueron entregadas por la policía a la prensa sin su permiso, y numerosas portadas durante varios días ocupó su caso, aun cuando la acusación fuera tan inconsistente que a las pocas horas fue dejada en libertad con una modesta fianza.

La deontología, la ética quedó por los suelos, al utilizarse sin auto filtro los elementos criminalizadores de gente asesina: la policía, el ejercito, el gobierno colombiano.

Cundo este sábado en el colegio mayor [San Juan] Evangelista de Madrid se dieron cita medio millar de personas y medio centenar de organizaciones para denunciar la persecución a Remedios, y exigir su libertad total... ¿cuántos de los medios escandalosos tuvieron la curiosidad o la profesionalidad de estar presentes?

Sólo se vieron medios alternativos, y alguna agencia aislada.

Activa sobre la imagen para verla a mayor tamañoPero no importó: por que este acto mostró una gran fortaleza de la Solidaridad con el Pueblo Colombiano, y una fuerte presencia de sectores significativos de la izquierda española.

Algunos no pudieron compaginar sus agendas pero enviaron su saludo solidario con Remedios: el poeta Marcos Ana, Rosa Regás, Gaspar Llamazares, Comisiones Obreras...

Los más sí quisieron hacer presencia física, y eso fue un lío por que las intervenciones, a tres minutos, se extendieron por cuatro horas.

Desde la Confederación Sindical de la Enseñanza, hasta la CGT. Desde un eurodiputado griego, al Consejo de la Paz portugués. Desde un eurodiputado español de Izquierda Unida, al secretario general del PC de España. Desde el cantante Javier Alfaya, al poeta Carlos Álvarez.

Y otros numerosos colectivos estatales, presentados por [Rafael Taibo] un veterano militante de [Club de] Amigos de la UNESCO, voz profunda y reconocida de la televisión y la radio pública.

Activa sobre la imagen para verla a mayor tamañoY un grupo más en lo musical, compuesto de artistas en el exilio desde Colombia, Pasajeros, de Medellín.

Y para cerrar otro veterano periodista de la televisión pública Martín Medem, quien concluyó aseverando que a Uribe le iba a salir el tiro por la culata.

Que no solo Remedios iba a salir con toda la dignidad y libre de cualquier cargo de esta arremetida, sino que el caso iba a sentar precedente para el uso perverso de supuestas pruebas obtenidas a través de un asesinato de tropas colombianas en territorio ecuatoriano.

En esa misma línea, aun en la diversidad de las intervenciones, desde quienes recordaron las palabras de Ingrid Betancourt en el Parlamento Europeo reclamando el Diálogo, hasta quienes recordaron a las numerosas víctimas del terrorismo de estado en Colombia, pasando por el reclamo de fuerzas beligerantes para las guerrillas, y la propuesta unánime de salida política y negociada al conflicto armado de aquel país, pero denunciando explícitamente el papel de pérdida de soberanía del ejecutivo español al haberse sometido a los requerimientos de un sistema como el colombiano, pervertido por múltiples connotaciones paramilitares y narcotraficantes, en el Congreso, en el Gobierno, y en la Fiscalía, y señalando las obscenas ganancias de las multinacionales de matriz española, que se hacen más ricas a costa de mantener hasta el infinito la guerra en Colombia.

Y no faltaron los recuerdos y saludos para la marcha indígena que ese día estaba llegando a Cali, a los trabajadores de la caña, a los sindicalistas perseguidos, estudiantes, defensores de DDHH... es decir a todo el valiente y sufrido pueblo colombiano, mostrándose que el intento de desbaratar los sentimientos y actitudes solidarias en Europa, a pesar de algunas complicidades gubernamentales, no tendrá ningún futuro, por la voluntad de justicia que se animó a acrecentar entre los colectivos y movimientos asistentes.