El presidente Zelaya llegó sorpresivamente el lunes 21 de septiembre a Tegucigalpa, capital de Honduras. La noticia se conoció en el momento en que el Frente de Resistencia contra el golpe de estado se disponía a dar una conferencia de prensa para denunciar los atropellos y la represión del gobierno usurpador. La conferencia fue suspendida y los miembros de la resistencia salieron hacia la sede de las Naciones Unidas en Tegucigalpa, donde en un principio se había informado que se encontraba el Presidente Zelaya; una vez allí un miembro del Frente de Resistencia que se había reunido con los representantes diplomáticos, informó que el mandatario se encontraba en la embajada de Brasil y los manifestantes se dirigieron hacia dicha delegación, donde desde su terraza José Manuel Zelaya Rosales, saludó a los miles de personas congregadas, ratificando que continuará la lucha hasta la restitución del orden constitucional.

En torno al medio día entró una comisión integrada por algunos de los dirigentes del Frente de Resistencia, así como periodistas de Radio Globo y Cholusat Sur, que mantuvieron una reunión con el Presidente Zelaya con el fin definir las acciones a seguir durante los próximos días. Junto al  Presidente Zelaya se encuentra en la embajada el Coordinador General del Frente Nacional contra el golpe de estado, Juan Barahona, que anunció que las fuerzas populares han creado una comisión para participar en el diálogo convocado por el Jefe de Estado para resolver pacíficamente la crisis desatada tras el golpe militar.

Ante el llamamiento del Frente de Resistencia cientos de ciudadanos y ciudadanas de diferentes partes de país se trasladaron hasta la capital de Honduras para brindar respaldo y protección al mandatario hondureño.

Como respuesta, el gobierno golpista decretó el toque de queda desde las 16 horas del lunes hasta las 7 horas del martes, aunque más tarde se extendió hasta las 18 horas del mismo día; asimismo, se establecieron tres cadenas nacionales con las emisoras de radiodifusión y televisión en las que se llegó a negar la veracidad del regreso del Presidente Zelaya. Los medios de comunicación fieles al gobierno legítimo (Radio Globo y Canal 36 Cholusat Sur) fueron bloqueados, cortándoles el suministro eléctrico, mientras que las emisoras pro golpistas transmitían su programación sin informar sobre lo sucedido. Toda la zona próxima a la embajada de Brasil fue militarizada: los helicópteros de la policía sobrevolaban la zona y se detectó la presencia de francotiradores en los edificios próximos.

A las 4 de la madrugada del martes el ejecito y la policía desalojaron violentamente a los miles de personas que desafiando el toque de queda se encontraban ente la embajada de Brasil, produciéndose durante las acciones represivas más de treinta heridos y al menos tres muertos, dos de ellos a consecuencia de intoxicación por gases lacrimógenos y un tercero por impacto de bala. Las fuerzas represivas atacaron asimismo a los corresponsales de la prensa internacional, expulsándoles del lugar; asimismo se está barriendo la zona con ondas inhibidoras para evitar la comunicación mediante radio o teléfonos móviles

El gobierno golpista ha ordenado el sitio a la sede de la representación diplomática brasileña, cortando los suministros de alimentos, agua y electricidad, así como el cierre de los cuatro aeropuertos hondureños con el fin de que no acceda al país el secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, que por decisión de la Asamblea debía viajar a Honduras para iniciar el dialogo de reconciliación.

Tras la represión de esta madrugada se dispersó la mayor parte de gente concentrada ante la Embajada y la policía y el ejército se está trasladado hacia los barrios y colonias de la capital, así como a los hospitales donde se atendía a los heridos, para detener a personas leales al Presidente Zelaya. El estadio Chochi Sosa, de la capital hondureña, está siendo utilizado como retén policial de los cientos de personas que han sido detenidas, sin que de momento pueda precisarse su número.

El Presidente Chávez, quien sostuvo una conversación telefónica con el Presidente Zelaya, pidió respeto para su vida y la de la primera dama, así como para la del pueblo hondureño.

El Canciller cubano Bruno Rodríguez, demandó hoy la restitución plena, inmediata e incondicional del Presidente Zelaya como presidente de Honduras e instó al gobierno de facto a garantizar su integridad física y a detener inmediatamente toda represión contra la población, llamando a la comunidad internacional a movilizarse en apoyo del pueblo hondureño.

Por su parte, el Presidente Lula da Silva ha anunciado hoy que no permitirá el asalto a su representación diplomática en Honduras y ha reiterado que la comunidad internacional no puede permitir que el golpe de estado progrese.

Fuentes:

Minga Informativa de Movimientos Sociales

Granma

TeleSur

 
Para seguir el asedio a la Embajada de Brasil por Internet:

Radio Globo Honduras

Radio ELM