Desde la oligarquía reaccionaria venezolana, que se resiste a perder su posición de descarado y absoluto control económico y político de un país empobrecido por sus ambiciosos intereses, se han lanzado, a través de los medios de comunicación comerciales, una serie de prejuicios en torno a Hugo Chávez y al proceso revolucionario que se está produciendo en la República Bolivariana de Venezuela, que, incluso la izquierda europea, está asimilando por desconocimiento y falta de responsabilidad crítica ante la información manipulada.

Sí, se trata de un proceso revolucionario porque se están modificando las estructuras políticas y económicas del país con la esperanza de encontrar ese “otro mundo posible” frente al neoliberalismo y a la globalización económica. Es necesario, por tanto, como ciudadanos que nos negamos rotundamente al pensamiento único y borreguil, contrarrestar esta ofensiva interesada de los medios de comunicación de masas con argumentos suficientes para que cada uno de nosotros contemple, con visión crítica y autónoma, lo que realmente está ocurriendo en el corazón de América Latina.