Resumen del debate mantenido en la asamblea de Valencia-Ciudad (15/06/06) dentro del proceso de elaboración de un Manifiesto Programa del PCE

En cuanto al Bloque A, hubo un amplio consenso (75% de las personas asistentes) en que es posible un cambio hacia el socialismo y el comunismo y que no es posible mejorar el capitalismo de forma definitiva, continuada y global: las mejoras reales de la situación de la clase trabajadora de muchos países europeos en el periodo después de la II Guerra Mundial se debían a unas condiciones muy singulares (la derrota del fascismo, la existencia de una potencia mundial socialista) y se limitaban, con algunas excepciones, a países europeos. En cuanto a la distinción entre el socialismo y el comunismo se llegó al mismo nivel de consenso sobre la vigencia de manifiestos anteriores. El socialismo es un sistema político económico y social de democracia plena, antagónico al capitalismo y al imperialismo, en el cual los trabajadores y las capas populares de la población han conseguido el control sobre el Estado, la sociedad y sus modos de producción y en el que los seres humanos, tomando como base el principio de igualdad de oportunidades, se desarrollan libres y con los mismos derechos y deberes, aportando cada uno según sus capacidades y recibiendo recursos según sus necesidades. Esto debe hacerse mediante la participación de la sociedad en la planificación de la política y la economía para que, desde la aplicación de políticas ecológicas sostenibles, ésta sea capaz de compaginar las necesidades de la población con los recursos naturales del planeta. El comunismo sería el estadio último del socialismo en el que una vez conseguida la disolución del Estado y la emancipación plena de los seres humanos, éstos ejercen y disfrutan la solidaridad reciproca con la comunidad y plena libertad para realizarse, dentro de la libertad colectiva.

Un 25% de las personas opinaban que el comunismo era más una utopía que un objetivo alcanzable a corto o medio plazo. Se comentó la idea de que en el comunismo desaparecerían las funciones represoras de clase del Estado, pero que su función de administrador de las cosas continuaría; la necesidad de debatir el concepto de “cambiar el mundo sin tomar el poder; y la necesidad de hacer un seminario/debate sobre el concepto de “desarrollo sostenible”. En cuanto a la vigencia del “Manifiesto Comunista”, hubo un acuerdo en su vigencia con las puntualizaciones siguientes: hace falta una aplicación inteligente; la fragmentación de la clase trabajadora no implica de forma alguna su desaparición, sino que exige un nuevo planteamiento político para nuevas realidades, que nos proporcionan nuevas oportunidades, aunque también complican nuestro mensaje; después de Marx, Engels y Lenin, la interpretación del “Manifiesto” ha sido dogmática, poco creativa y a menudo eurocéntrica; no cabe una exportación mecánica de modelos revolucionarios hacia el socialismo. Además hubo un acuerdo general en que el “Manifiesto” no muestra una conciencia tan aguda de las limitaciones ecológicas del desarrollo como otros textos posteriores de Marx y Engels.

Hubo un acuerdo unánime sobre el hecho de que no es posible compatibilizar las formas de consumo del “primer mundo” con la equidad y la justicia planetarias. Se apuntó que existe un convencimiento generalizado de esta situación en toda la sociedad, independientemente de las opciones políticas. Hubo también un acuerdo unánime de que no es posible el socialismo de forma aislada en un solo país. Pero hay que analizar la situación de Cuba, Venezuela etc., y China.

En cuanto al bloque B, se acordó que la definición que más se ajusta al concepto del capitalismo actual es la de GLOBALCOLONIZACIÓN ideológica y económica que es lo que en realidad está sucediendo en un mundo cada vez más dependiente e influido por los modos, costumbres, lenguaje, y un largo etc. de similitudes calcadas del modelo neoliberal e imperialista occidental en general y en particular del que exportan los EE.UU. Que se han cambiado las reglas del juego y que los países imperialistas/colonialistas actúan cada vez más al margen de las instituciones internacionales y del derecho internacional, justifican y provocan la guerra “preventiva” para conseguir sus fines económicos,ideológicos y estratégicos. Se apuntó también que se están desarrollando iniciativas en países de América Latina donde se están generando proyectos políticos alternativos y acuerdos de cooperación y comercio como A.L.B.A. en clara contraposición al modelo económico neoliberal e imperialista de los EE.UU. También ha sido un logro que la sociedad haya generalmente adoptado el término “antiglobalización CAPITALISTA” (hace cinco o seis años parecía que los movimientos antisistema estaban en contra de la globalización en sí, cuando, desde un punto de vista marxista, se trata de globalizar el bienestar, los derechos y la justicia (y una tarea urgente es incorporar África como un miembro de los futuros conciertos económicos internacionales).

Varias personas apuntaron la importancia tanto de desarrollar un estudio marxista y actual sobre los flujos de migración sur-norte como de trabajar, como partido, con los y las inmigrantes.

En cuanto al movimiento obrero, la situación actual del Movimiento Obrero en el Estado español se puede definir como algo desarbolada respecto de épocas anteriores, con un alto grado de conformismo y resignación entre las bases de las organizaciones obreras a pesar de la situación actual en que la política económica y social, diseñada en la UE y aplicada por los sucesivos gobiernos, está recortando los derechos y lesionando los intereses de los trabajadores.

Van “calando” entre la clase trabajadora los mensajes reaccionarios e individualistas de los defensores del sistema capitalista y sus políticas y no se está contrarrestando adecuadamente desde las fuerzas de izquierdas y progresistas (por acción u omisión) esta situación mediante la creación de conciencia de clase entre los trabajadores.

En este aspecto los sindicatos de clase, todavía mayoritarios, deberían reaccionar a tiempo si quieren evitar, por un lado un mapa sindical cada vez más fragmentado y en la mayoría de casos gremialista o amarillo y por otro, que los trabajadores les identifiquen como un instrumento “institucionalizado” cada vez más ajeno a la defensa de sus intereses de clase.

La reciente negociación de la Reforma del Mercado de trabajo y de la Seguridad Social y otras en ciernes y de gran calado como la de la Negociación Colectiva, sin contar para nada con los trabajadores y la estructura sindical de base, es un error sindical que afecta gravemente al Movimiento Obrero español y que pasará factura a los sindicatos firmantes a medio plazo. En esta línea, se apuntó la vigencia del concepto de “aristocracia obrera”. Para tratar de remediar la burocratización del sindicato se apuntó la posibilidad de establecer una limitación de las liberaciones a tiempo completo y la rotatividad (tanto en el sindicato como en IU).

Otras personas cuestionaban el papel de defensa de los y las trabajadores de los sindicatos mayoritarios y se argumentó que los sindicatos o las jerarquías sindicales son fuerzas fácticas muy potentes, generalmente al servicio del gobierno de turno, que, por otra parte, suele apoyar a las jerarquías, y se han convertido en suministradores de servicios y gestores del despido de los y las trabajadores.

Contra esta visión, se argumentó la importancia de la última huelga general en el cambio de tendencia en la intención de voto de la ciudadanía.

Por lo que se refiere al feminismo, se apuntó, en primer lugar, que se utiliza el término “feminismo” para no recurrir al término “lucha contra el patriarcado” (que recoge también la lucha de los y las jóvenes contra la gerontocracia). Un 25% de los y las asistentes pensaban que no cabía un papel importante del feminismo dentro de nuestro proyecto revolucionario. El 75% pensaba que era vital y que hace falta generar datos sobre el papel de las mujeres (las cifras de PIB no incluyen el trabajo de las mujeres, como tampoco incluyen los daños al medio ambiente)

En cuanto al Bloque C, hubo gran variedad de respuestas.

Dada la escasa representación institucional de que disponemos y la complejidad de las áreas y flancos que se ven obligados a cubrir nuestros cargos institucionales, es difícil que nuestros camaradas que llegan a ocupar un puesto institucional dispongan de tiempo para además acometer las tareas partidarias en el PCE, máxime teniendo en cuenta nuestra doble militancia en EUPV e IU, como por ejemplo ocurre en el P.V. Es necesario que centremos nuestros esfuerzos.

Cabe destacar también: a) que se puede acercar más nuestros militantes al trabajo institucional mediante reuniones monográficas donde se planifique el “trabajo de campo” para así cubrir dos frentes: el formativo de nuestras bases y el de la colaboración, que puede ser recíprocamente enriquecedora y además eliminaría muchos malentendidos sobre las posibilidades reales de nuestra labor en las Instituciones; b) se están haciendo esfuerzos en lo referente a Formación y Debate y Memoria Histórica y sería importante potenciar la FIM y sobre todo identificar claramente nuestras sedes públicamente c) son intocables las señas de identidad del PCE: símbolos, (anagrama, bandera roja, etc.); es cambiable la repetitividad de los informes políticos de cada órgano de Dirección que invariablemente luego reproducimos en IU.

Respuestas de Amadeu Sanchis Labiós, que no pudo asistir al debate de Valencia por estar en otras reuniones del Partido.