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Por el derecho a decidir. No somos ciudadanas de segunda

Reivindicamos el derecho de las mujeres a decidir sobre nuestro cuerpo. LA MATERNIDAD ES UNA OPCIÓN NO UN MADATO DE GÉNERO DE OBLIGATORIO CUMPLIMIENTO.

Creemos necesario tener una visión integral y EXIGIMOS:

Educación sexual para decidir

Exigimos una modificación en los planes de estudios para que se incluya una educación sexual-afectiva y reproductiva en Educación Primaria y E.S.O., con carácter obligatorio y de forma integral. Su enfoque deberá ser científico, libre de valoraciones morales y doctrinas religiosas.

Anticonceptivos para no abortar

El Estado deberá garantizar la información y el acceso a métodos anticonceptivos fiables, seguros y gratuitos, incorporados al Sistema Nacional de Salud como prestación universal. También mejorará las políticas de prevención de embarazos no deseados y los servicios de planificación familiar

Aborto legal para no morir

El aborto voluntario se debe regular como un Derecho en una ley específica y por tanto debe dejar de estar tipificado como delito dentro del Código Penal. Se dejará de perseguir tanto a profesionales sanitarios/as que asistan como a mujeres que tomen libremente la decisión de abortar.

   Libre

   Sean las causas que sean por las que una mujer determine finalizar con su embarazo, no será necesario marcar unos supuestos ni deberán estar refrendados por ningún/a profesional. No a la tutorización administrativa. Las mujeres deben poder decidir sobre su maternidad.

   Gratuito

   Como cualquier otra asistencia de la red sanitaria, deberá incluirse como prestación universal.

   En la sanidad pública

   Ejercido dentro de la red de sanidad pública, se regulará la objeción de conciencia del personal sanitario, para asegurarse en todos los centros la existencia de profesionales que puedan llevar a cabo las prácticas de interrupción voluntaria del embarazo con seguridad.

 

Las acciones personales y/o políticas que llevan a las mujeres a adoptar comportamientos en su vida reproductiva contra su voluntad, violan el derecho a su dignidad. Los Estados democráticos no deberían permitirlo.

Garantizar los derechos de las mujeres deberán ser las bases sobre los que poder reforzar otras luchas pendientes:

• La maternidad como una opción y no como un mandato de género sujeto a penalización social si no se cumple. La corresponsabilidad masculina en la crianza.

• El reconocimiento de la diversidad de formas de vivir las relaciones diferentes del modelo tradicional de familia.

• La crítica al sistema capitalista-patriarcal que vulnera, discrimina y violenta históricamente a las mujeres.

• La reivindicación de servicios públicos de calidad que den soporte a la educación, sanidad y cuidados de personas dependientes.

• La lucha contra todo tipo de violencia sexista, incluyendo la homofobia, lesbofobia y transfobia, así como la violencia de pareja hacia las mujeres.

• El reconocimiento de las discriminaciones múltiples que sufren algunas personas por su sexo, discapacidad, país de origen, edad, orientación sexual, clase social, etc.

 

Con las actuaciones de los gobiernos para hacer frente a la crisis económica mundial, las personas se empobrecen a causa de las políticas neoliberales que las discriminan, marginan y excluyen de la prestación de servicios necesarios para vivir.

Cada vez más personas se ven privadas de derechos básicos y fundamentales y se las excluye del ejercicio de ciudadanía. Se profundizan más las desigualdades estructurales y el control social y patriarcal sobre las mujeres.

Estas restricciones sobre el cuerpo, la sexualidad y la vida de las mujeres no se pueden entender separadas del contexto general de crisis económica, democrática y de ciudadanía, que responde a intereses ideológicos de corte neoliberal-patriarcal. Tampoco se pueden entender si no son unidas a una campaña por reforzar los roles de género tradicionales y la vuelta al hogar de las mujeres, apoyados en los mandatos de la Iglesia católica.

Intereses patriarcales que pretenden relegar a la mujer a un papel en el que necesita permiso y tutela para tomar decisiones que le afectan directamente a ella, y mantener su posición de subordinación y dependencia. Intereses neoliberales, ya que la vuelta al hogar conlleva la asunción del trabajo de cuidados de forma invisible y gratuita.

La dignidad, la identidad y la ciudadanía se construyen, por lo que reivindicamos nuestra capacidad y derecho para crear y reinventar, y así superar las imposiciones patriarcales y neoliberales.