Decenas de miles de vascos
de diferentes tendencias reclamaron en Bilbao
que los presos esten
en Euskal Herria para navidades.
• Multitudinaria manifestación en
exigencia del cumplimiento de la
legislación. • Senideak: «No
hay plazos para acabar con esta lacra que
sacude a nuestro pueblo». • Rechazan
la cuestión penitenciaria como
contrapartida en el proceso de paz.
Euskadi Informacion / BILBO
Pasadas las 17.30 horas de ayer tres largas
hileras de familiares con
las fotos de los represaliados politicos
vascos dieron inicio a una de
las manifestaciones más numerosas
y plurales celebrada en Euskal Herria,
a la que en las últimas fechas
sumaron su ápoyo diferentes partidos
politicos, organizaciones sociales, sindicales,
juveniles y de otros
signos.
Tras los retratos de los prisioneros vascos y las siluetas de los
exiliados, dirigentes politicos y sindicales
y representantes de otras
organizaciones portaron la pancarta con
el lema de la manifestación,
«Gabonetarako euskal presoak Euskal
Herrira». Detrás de las
personalidades públicas desfilaron
decenas de miles de personas que
abarrotaban las aceras y se sumaban a
la marcha al paso de los
manifestantes, gentes solidarias que no
se amilanaron ante los malos
pronósticos climatológicos
y la lluvia, que no amainó durante el
recorrido.
A lo largo del trayecto se corearon consignas que exigían la amnistia
y
el derecho de los represaliados a volver
a Euskal Herria.
La manifestación recorrió las calles Autonomia, Hurtado de
Amezaga y
Buenos Aires, antes de llegar al Consistorio
bilbaino, sobre las 18.45
horas. Los alrededores del Ayuntamiento
estaban completamente
abarrotados cuando dio comienzo el acto
final.
Mensaje desde Argentina
El primero en intervenir fue el director
de la publicación «Resumen
Latinoamericano», Carlos Aznárez,
que se encargó de leer un mensaje
enviado por las Madres de la Plaza de
Mayo argentinas a Senideak,
asociación convocante.
La carta transmitió su solidaridad a los familiares de los prisioneros
politices vascos, «en este día
en que miles y miles de personas habrán
de movilizarse por una causa justa, que
las presas y presos vascos
vuelvan ya a su tierra, a la libertad
que se merecen por ser tan
auténticos, tan rebeldes, tan libres».
Desde Argentina, reiteraron que «a nosotras nos parieron nuestros
30.000 hijos», que «ellos
nos hicieron revolucionarias» y que «a ellos
los encontramos todos los dias en cada
uno de los miles de combatientes
por la libertad y la revolución
en el mundo. Ellos están también
presentes -concluyó el escrito
enviado desde Argentina- en las ansias de
independencia de ese maravilloso pueblo
que ustedes tan dignamente
representan. Por eso nos unimos a ustedes
y hacemos nuestra vuestra
consigna: "Euskal presoak Euskal Herrira"».
El testigo de las Madres argentinas sobrevoló el Océano Atlántico
hasta
las manos del ex preso del IRA Gary McGee,
un joven que ha pasado 10 de
sus 34 años encarcelado en los
bloques H de la prisión de Long Kesh y
que fue uno de los primeros prisioneros
del IRA puestos en libertad como
consecuencia de la firma del Acuerdo de
Viernes Santo.
Gran amigo del pueblo vasco, McGee recalcó, en una intervención
realizada integrarnente en gaélico,
que sin resolver la cuestión de los
presos no puede haber paz. Dijo también
que «los prisioneros politicos
no son moneda de cambio y no deben dejarse
manejar ni utilizar, y, por
lo tanto, la solución del problema
vasco, como la del irlandés, es mucho
más amplia y profunda que el tema
de los presos». «Todos los
prisioneros, ex prisioneros y todos los
republicanos de Irlanda-añadió-
se sienten unidos y apoyan a nuestros
presos y a la causa del pueblo
vasco».
La última intervención corrió a cargo de Juan Antonio
Madariaga; quien
en nombre de Senideak constató
el amplio apoyo social, politico y
sindical a las reivindicaciones de los
presos y aseguró que «estamos
contentos por los pasos dados pero no
es suficiente, porque no hemos
conseguido que la voluntad de este pueblo
sea respetada».
«No entendemos de plazos»
«No hay plazos para acabar con la
lacra que sacude a nuestro pueblo
-indicó Madariaga-. No podemos
conformarnos con decir que la mayoria de
la sociedad está con nosotros.
Y no podemos dejar perder esa mayoria que
tanto nos ha constado reunir. No podemos
dejar que el affaire de los
presos quede en segundo término.
Es necesaria una concienciación
colectiva que desde la responsabilidad
de esa mayoría social, politica y
sindical, marque el camino para superar,
con unos objetivos concretos,
todas las trabas. No hay muralla que haga
frente a la voluntad de todo
un pueblo -ahondó- y ésa
es nuestra responsabilidad».
Madariaga recordó a los gobiernos de Madrid y Paris y a quienes
niegan
los derechos de los presos que «estamos
aquí porque estamos contra la
tortura, contra las agresiones y contra
las palizas, en contra del
aislamiento, la incomunicación
y los impedimentos para vivir en euskara,
en contra de la desasistencia sanitaria
y el chantaje a los enfermos,
porque exigimos la libertad condicional
inmediata para los 122 presos
que han cumplido las tres cuartas partes
de la condena, y porque nos
posicionamos contra el alejamiento».
Senideak aseguró que estas prácticas no tenian justificacion
antes, «ni
ahora existe ninguna razón para
jugar con ellas ni un solo minuto más».
Por ello, exigió el fin de la actual
política penitenciaria. «No
entendemos de plazos ni de contrapartidas
de ningun tipo», subrayó.
En esta línea, Madariaga rechazó que la cuestión penitenciaria
sea una
contrapartida en el proceso que se ha
abierto en Euskal Herria. En su
opinión, ésta línea
de actuación demuestra claramente el grado de
voluntad que Madrid y París tienen
por buscar una solución al conflicto.
Concluyó que Euskal Herria se encuentra en un momento apropiado
para
trabajar conjuntamente y «no solo
hacer frente a los ataques y aunar
esfuerzos contra la dispersión,
sino tambien abrir las puertas a un
futuro en paz y democracia». En
esta línea, exigió la vuelta a casa de
todos los represaliados para que tomen
parte en la construccion de
Euskal Herria.
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