Posicion de IU/Ezker Batua ante el "Foro
sobre Irlanda" del 12 De Septiembre de 1998
Editado electrónicamente por el
Cendoc de IU Federal el 17
de septiembre de 1998.
1. Izquierda Unida-Ezker Batua ha venido
participando en cuantos foros de debate y de
encuentro entre fuerzas políticas
y sociales se han propiciado por parte de colectivos de
diverso signo y procedencia. Siempre hemos
considerado esencial la idea de que el
diálogo era lo único que
podía hacer callar las armas en este país, y por ello, no
hemos
tenido inconveniente en asumir las incomprensiones
que en muchas ocasiones hemos
sufrido por explorar cuantos caminos para
la paz hemos podido vislumbrar.
Cuando se nos propuso la participación
en este "Foro sobre Irlanda", optamos
seguir de cerca esta iniciativa, a la
espera de que se diesen los elementos que nos
permitiesen interpretar que efectivamente
nuestra participación en dicho Foro iba a tener
una utilidad real, y no iba a ser utilizada
de forma interesada por otros colectivos.
En este momento, entendemos que tanto el
planteamiento de la reunión como el contexto
en el que se enmarca nos permiten intuir
la posibilidad de avanzar, aunque tímidamente
aún, hacia una vía de resolución
del llamado "conflicto vasco".
Desde nuestra convicción de que
la construcción de una paz justa y duradera sólo puede
hacerse a partir de un cese efectivo de
la violencia, y desde la integración de voluntades
plurales, optamos por participar en este
foro tratando de aportar mediante esta reflexión
nuestra visión tanto del conjunto
como de su posible solución, así como nuestra voluntad
jpara acercar posturas en aras a materializar
los deseos de paz de nuestro pueblo.
2. En este sentido, entendemos que el proceso
de paz vivido recientemente en Irlanda del Norte, no
hace más que avalar, una vez más,
que el camino del diálogo y la negociación es el único
capaz de
resolver, desde parámetros democráticos,
un conflicto de origen y naturaleza política. Se ha
demostrado que la resolución de
conflictos de estas características, no puede hacerse ni desde la
presión de las armas, ni desde
las posiciones inmovilistas de quienes se creen en la posesión de
las
verdades puras y absolutas.
Para esto fue necesario que tanto desde
el gobierno británico como desde el propio IRA,
asumieran que la victoria total de uno
frente al otro, era imposible, y que aún en caso
contrario, ésta no sería
deseable, pues no ayudaría en absoluto a la reconciliación
de dos
comunidades enfrentadas.
El proceso de paz irlandés ha evidenciado
la necesidad de ir integrando en estos
acuerdos a todos los sectores y colectivos,
por dispares y contrarios que fueran, y ahí
radicó su principal virtud. Pues
ese esfuerzo por integrar y no aislar, ha hecho posible un
clima de confianza y esperanza en primer
lugar en los actores del acuerdo (con especial
relevancia en los republicanos), y posteriormente
en la sociedad irlandesa que fue
cobrando fuerza, y posibilito una serie
de escenarios de distensión que culminaron con la
declaración de tregua indefinida
por parte del IRA y que siguieron encadenándose de
manera sucesiva.
A su vez, esta apuesta clara por el proceso,
permitió que, incluso en los peores
momentos de las negociaciones, los participantes
con el respaldo del pueblo de Irlanda,
no hicieran sino reafirmarse en la necesidad
de acabar con las expresiones de violencia
de manera definitiva.
Entre los contenidos políticos tratados,
tiene especial importancia el compromiso en la
búsqueda de fórmulas de
soberanía innovadoras, que por un lado integrasen de forma
natural o todos los sectores del pueblo
irlandés, y otro hicieran residir en el mismo el
protagonismo a la hora de decidir sobre
su futuro de forma soberana.
No debemos olvidar que en este caso la
presión internacional fue muy fuerte, con la
participación directa de gobiernos
e instancias internacionales como los de la UE,
Surafrica, USA, etc... lo que sin duda
contribuyó a solucionar de forma estable y duradera
el conflicto que durante tanto tiempo
quebró la sociedad irlandesa.
Por último, y a pesar del poco tiempo
transcurrido desde la firma de dichos acuerdos,
podemos observar con satisfacción
que la resolución del conflicto violento, está
permitiendo situar en el centro del debate
político cuestiones hasta ahora eclipsadas por
la existencia de la violencia, con especial
relevancia en todos los temas de carácter
social (paro, vivienda, sanidad, educación,
exclusión social,etc.).
3. Al igual que en el caso irlandés,
entendemos que el llamado "conflicto vasco" tienen un origen y una
naturaleza de carácter político
y que por tanto su resolución debe hacerse desde un diálogo
y una
negociación política.
Evidentemente un escenario de esas características
es impensable sin tener como base
primordial la ausencia permanente de cualquier
tipo de expresión de la violencia en
nuestro país, el respeto a la voluntad
popular libremente expresada, y el establecimiento
de mecanismos democráticos e integradores
para la resolución del conflicto.
Para IU/EB es fundamental dejar claro que
este diálogo político debe realizarse entre los
representantes legítimos del pueblo
vasco, sin exclusiones de ningún tipo entre todas las
fuerzas políticas. Sólo
desde la participación e implicación activa de todas las
opciones
políticas se hace posible un acuerdo
susceptible de ser respaldado por una amplia
mayoría social y de permanecer
en el tiempo. Con ello no hacemos sino reiterar nuestro
total respaldo a lo expresado en el punto
10 del Acuerdo para la Normalización y
Pacificación de Euskadi: "Si se
producen las condiciones adecuadas para un final
dialogado de la violencia, fundamentadas
en una clara voluntad de poner fin a la
misma y en actitudes inequívocas
que puedan conducir a esa convicción, apoyamos
procesos de diálogo entre los poderes
competentes del Estado y quienes decidan
abandonar la violencia, respetando en
todo momento el principio democrático
irrenunciable de que las cuestiones políticas
deben resolverse únicamente a través de
los representantes legítimos de
la voluntad popular".
En este contexto, entendemos que el establecimiento
de cuestiones tabú a priori, no
conseguirían sino imposibilitar
cualquier tipo de avance hacia la paz. Abordar un diálogo
sin límites, a partir del cese
efectivo de la violencia, implica admitir que se planteé el
derecho de autodeterminación de
los pueblos, que, desde nuestra oposición, es
inseparable del debate sobre la construcción
de un nuevo modelo de Estado. En este
sentido, nuestra apuesta sigue siendo
la de un Estado Federal Plurinacional y Solidario,
basado en el derecho de autodeterminación,
lo cual implica necesariamente una reforma
constitucional en profundidad. Así
lo hicimos saber al Lehendakari el presentarle por
escrito nuestra posición con motivo
del documento de trabajo que entregó a los partidos
de la Mesa de Ajuria Enea en Marzo de
este año. En nuestra reflexión decíamos: "Desde
la aceptación, por parte de IU,
del llamado ámbito vasco de decisión y, en
consecuencia el también ámbito
navarro de decisión, entendemos que para que esta
afirmación política no tenga
un carácter puramente voluntarista, es necesario que el
reconocimiento y aceptación de
las decisiones del pueblo vasco por parte de las
instituciones del Estado, implique una
regulación del Derecho de Autodeterminación
en el ordenamiento constitucional, lo
que conlleva una modificación de la Constitución
tal y como defendemos desde IU".
Por consiguiente, consideramos como un
elemento irrenunciable que la última decisión
sobre cualquier tipo de acuerdo al que
puedan llegar las fuerzas políticas vascas en la
búsqueda de la paz, debe estar
respaldado explícitamente por la voluntad del pueblo
vasco, y que esta deba conllevar un cambio
más profundo en el conjunto del Estado, que
permita avanzar en el autogobierno de
todos los pueblos que lo componen.
En un país como el nuestro, azotado
por el paro, la desindustrialización, la exclusión
social, etc. que suponen también
una fractura social que es inexcusable abordar con
seriedad entre todas las fuerzas políticas,
no podemos dejar de expresar nuestra
preocupación por que en este proceso
se le de la importancia que realmente tienen en
todo este proceso estas cuestiones sociales.
4. Por último, debemos reiterar
que estamos dispuestos, en aras del consenso y del diálogo coronados
por el éxito, a modular ya adecuar
nuestro discurso estratégico a una propuesta conyuntural que sirva
para el diálogo; es decir, la consecución
de la paz en Euskadi es tan importante para nosotros que,
movidos únicamente por alcanzar,
definitivamente dicha paz, podríamos no priorizar, en estos
momentos, parte de nuestra propuestas
estratégicas, a las que lógicamente no renunciamos, de cara
a
lograr el acuerdo necesario entre todas
las fuerzas políticas para poner definitivamente fin al terrorismo
y la violencia que hemos venido sufriendo
en estos años, tanto nuestro pueblo como todos los pueblos
del Estado español.
IU/EB esperamos con esta posición
contribuir de modo serio y coherente al logro de este
objetivo en el período de tiempo
más breve posible, y con el conjunto de IU Federal
estamos dispuestos a realizar todos los
esfuerzos necesarios para que esta sea la
apuesta común de todas las fuerzas
democráticas vascas y del conjunto del Estado
español.