LLAMAMIENTO POR LA PAZ EN EL PAIS VASCO (22-10-98)

Durante tres décadas el País Vasco y España han  transitado caminos de
violencia e intolerancia, con el trágico saldo de muertos, heridos y
encarcelados.

Hoy se abren nuevas posibilidades de encontrar alternativas para la
resolución del conflicto que tienen como base el protagonismo y
decisión del Pueblo Vasco.  El clamor popular por el fin de la
violencia,  la visión y compromiso expresados  por un abanico
mayoritario de formaciones políticas, sindicales y sociales en la
"Declaración de Lizarra"  y la tregua ilimitada declarada por ETA,
constituyen elementos de un horizonte distinto y esperanzador.

Creemos que la Paz es posible. Para alcanzarla,  es necesario escuchar
la diversidad de opiniones y enfrentar con decisión el conflicto que
ha llevado a tanta violencia. Avanzar con hechos concretos que
permitan generar la credibilidad y confianza mutua y abrir caminos
nuevos.

Dar los primeros pasos requiere de coraje, decisión política y
generosidad. Por este motivo nos dirigimos al Gobierno Español, a ETA,
al pueblo y autoridades del País Vasco, a los partidos políticos, a
las iglesias y organizaciones sociales,  con la confianza que sabrán
asumir esta oportunidad histórica y redoblar los esfuerzos para
resolver el conflicto a través del diálogo, la búsqueda de consenso,
la participación de todos y el respeto democrático.

Sabemos que el camino de la Paz está todavía lleno de dificultades y
obstáculos. Por eso, siempre es positivo mirar y aprender de la
experiencia de otros pueblos que atravesaron en su historia desafíos
semejantes y que lograron, a través del diálogo y las negociaciones,
superar las diferencias y construir caminos adecuados de respeto y
convivencia.

En este final de siglo, la Humanidad mira al Nuevo Milenio con
esperanza en la construcción de nuevas relaciones de tolerancia y
cooperación entre las personas y los pueblos. En ese espíritu nos
sumamos solidariamente a esta oportunidad por la Paz  en el País Vasco
y España y ofrecemos nuestro acompañamiento a la espera de que nuevos
horizontes de Vida sean una realidad.  Octubre de 1998

Mairead Corrigan Maguire
Irlanda del Norte
Premio Nobel de la Paz 1976

Adolfo Pérez Esquivel
Argentina
Premio Nobel de la Paz 1980

José Ramos Horta
Timor Este
Premio Nobel de la Paz 1996

Joseph Rotblat
Inglaterra
Premio Nobel de la Paz 1995

Rigoberta Menchú Tum
Guatemala
Premio Nobel de la Paz 1992