Socialistas catalanes y valencianos, contra la «Declaración de Mérida»
(El Mundo. 8/10/98)
 

              Bono sostiene que el derecho de autodeterminación
              es «sólo para las colonias»

              MADRID.- La Declaración de Mérida en defensa de la
              Constitución, suscrita el pasado martes por los
              presidentes de las comunidades de Extremadura, Juan
              Carlos Rodríguez Ibarra; Andalucía, Manuel Chaves, y
              Castilla-La Mancha, José Bono, todos ellos del PSOE,
              ha abierto la polémica, no sólo fuera, sino también
              dentro del PSOE. Ayer, socialistas catalanes y
              valencianos criticaron el documento, mientras el
              presidente del Partido Socialista de Euskadi (PSE),
              José María Benegas, y el ex ministro Juan Alberto
              Belloch salía en su defensa.

              Las contradicciones se produjeron también en el
              ámbito gubernamental. Así, mientras el portavoz del
              Ejecutivo, Josep Piqué, y el ministro de
              Administraciones Públicas, Mariano Rajoy,
              cuestionaban la declaración, el titular de la cartera de
              Trabajo, Javier Arenas, aseguraba estar de acuerdo
              con su contenido.

              Los firmante del texto terciaron en la discusión y
              elevaron el tono dialéctico de ésta. Bono advirtió a los
              nacionalistas que el derecho de autodeterminación
              sólo lo tienen los «territorios coloniales» y Manuel
              Chaves culpó a Pujol de provocar un «peligroso
              aventurerismo político».

              Desde Cataluña, un dirigente del PSC, que pidió no
              ser identificado, calificó de «sensata» la Declaración
              de Mérida, pero opinó que contribuye «a dramatizar la
              situación actual», según informa Xavier Margarit.

              LAS CRITICAS.- Este responsable político explicó que
              las peticiones de los tres presidentes autonómicos
              socialistas son perfectamente razonables y no suponen
              la creación de un frente antinacionalista. Sin embargo,
              lamentó la puesta en escena del documento. «Se le ha
              dado una solemnidad que, en función de cómo se
              desarrollen las cosas, puede contribuir a
              complicarlas», advirtió.

              Desde Valencia, el secretario general del PSOE de
              esta comunidad, Joan Romero, opinó que «lo peor que
              puede ocurrir en la actual situación es que se
              establezca una clara división entre los partidos
              nacionalistas y los que no lo son».

              Según informa Vicente Ferrer, Romero reclamó «un
              pincel más fino» para abordar el problema de los
              hechos diferenciales de las comunidades históricas,
              «porque hasta ahora se ha utilizado mucho la brocha
              gorda en todas partes, también en mi partido»,
              reconoció.

              A su juicio, el texto suscrito en Mérida sólo es
              «entendible» como «posición táctica» en la
              negociación de «un modelo de Estado único», pero no
              como «estrategia» finalista.

              Romero aseguró que no ha entendido «muy bien» el
              gesto de sus compañeros, y pidió que no se trace en
              España una «raya insalvable» entre los nacionalistas y
              lo que no lo son.

              BENEGAS, A FAVOR.- Para José María Benegas, en
              cambio, el documento «no es frentista», y su objetivo
              no es otro que el de exigir la celebración en el Senado
              del pleno sobre el estado de las Autonomías que el
              Gobierno «no quiere convocar este año», denunció,
              según informa desde Bilbao Javier Urtasun.

              En sintonía con Benegas, Belloch se mostró
              sorprendido de que acusen al PSOE de «frentismo»
              cuando lo único que desea es garantizar que no se
              modifique la Constitución. En su opinión, la
              Declaración de Mérida es un ejemplo de «prudencia,
              sensatez y equilibrio», y aseguró que el Grupo
              socialista la comparte «íntegramente», según informa
              Europa Press.

              Los tres presidentes autonómicos socialistas también
              recibieron el apoyo del partido Los Verdes de
              Extremadura y de la presidenta de Nueva Izquierda,
              Cristina Almeida. Los primeros, en un comunicado
              público, señalaron que el planteamiento de Ibarra,
              Chaves y Bono es compartido por «millones de
              españoles, temerosos», dicen, «de las demandas
              insaciables de los nacionalistas».

              Almeida, por su parte, se mostró convencida de que
              los tres presidentes socialistas «apuestan por una
              nacionalismo solidario, frente a quienes quieren hacer
              un nacionalismo excluyente».

              Desde el Gobierno, su portavoz, Josep Piqué subrayó,
              en declaraciones a la Cadena Cope, que el documento
              «no aporta ninguna novedad al debate de fondo», e
              hizo notar que en la actitud de sus autores «hay un
              cierto componente de oportunismo político».

              El ministro Rajoy fue un paso más allá. Acusó a los
              presidentes socialistas de hacer «electoralismo» y les
              echó en cara que jueguen «a generar tensiones».

              Javier Arenas fue la voz disonante del Gobierno, al
              valorar «positivamente» el texto por la defensa que en
              él se hace de la Constitución y de los estatutos de
              autonomía, según informa desde Granada Mohamed El
              Khattat.