Entrevista a JOSEBA EGIBAR (portavoz del PNV)
«No hay nada firmado con ETA»
(El Pais.  05-10-98)

MARÍA ANTONIA IGLESIAS
No se parece en nada a como sale en la televisión. Ni su cordialidad,
abierta, casa
mucho con su acreditada radicalidad, verbal cuando menos. Él mismo asegura que
es un moderado. Joseba Egibar encaja con cintura y sin perder la flema una
entrevista que a veces alcanza la tensión de un interrogatorio.

Imagino que ha sido complicado apostar por algo en lo que nadie, o
casi nadie, creía, ¿no?

Ahora es fácil de decir, pero la verdad es que nosotros, desde que
iniciamos los contactos con HB, en 1992, siempre hemos creído en la fuerza del
diálogo. Ha costado mucho porque nuestro objetivo era conseguir que ETA
modificara su esquema de actuaciones: ETA se aparta del camino, desaparece de
la escena y hace una oferta a la sociedad vasca. Para nosotros es muy importante
que ETA opte voluntariamente por desaparecer de la escena. Sabemos que está
presente, pero ya no es el actor principal. Ese papel corresponde a los
políticos, a
los agentes sociales, a las instituciones de Euskal Herria.

Me pregunto cómo habrá sido su experiencia en ese diálogo con ETA, con
las gentes que, en frase de Aznar, van a hablar con una pistola en el
bolsillo...

En estas conversaciones, no de ahora, sino desde hace mucho tiempo, cuando
veíamos que gente muy cercana a nosotros había caído bajo las balas de ETA
creíamos que, a pesar de todo, era absolutamente imprescindible dialogar. Por
ejemplo, en el año 1992, cuando se produce la caída de Bidart, PNV y HB ya
estaban conversando. Y pasaban cosas muy graves, como el atentado de
Vallecas, y este mismo año, cuando hablábamos, se estaban produciendo
atentados contra concejales del PP. El mismo día de la muerte de Iñaki Ceberio
estábamos reunidos... Ha habido tensiones que hemos tenido que superar. La
clave, independientemente de que estuvieran físicamente presentes o no las
pistolas encima de la mesa, por lo menos en lo referente a PNV y HB, es que en
el último año y medio habíamos convenido que la relación tenía que estar
"blindada", que sucediera lo que sucediera en superficie, la relación tenía que
continuar. Incluyendo la posibilidad de que algunos de los propios
interlocutores pudiera caer.

Le preguntaba si no le ha resultado duro, si no le ha repugnado, al menos
personalmente, tener que hablar con esa gente que lleva una pistola en el
bolsillo.

Es duro, pero en política hay que hablar con mucha gente. Si lo que pretendemos
es que se imponga la vía civilizada y que desaparezca la violencia como forma de
resolver los conflictos, evidentemente hay un tramo en el que se solapan métodos
absolutamente contrapuestos.

¿Usted diría que con su oferta de tregua indefinida a la sociedad vasca
ETA ha planteado una rendición encubierta?

No. Yo creo que es más bien, yo diría, una acomodación a los tiempos que yo...

Eso suena a eufemismo, a retórica de resistencia, señor Egibar...

No, no... Nosotros le hemos dicho a ETA que o se va acomodando a los tiempos
o iba a quedar como una organización integrista y fundamentalista. Con base
social y política, sí, pero sin una solución, ni siquiera para su propio
mundo. Estoy
convencido de que si ETA quisiera seguir en su lucha armada, terrorista, tendría
que enfrentarse a respuestas de la sociedad continuamente. No sé si les hemos
convencido o si se han autoconvencido, pero ahí está el resultado del diálogo.

Usted tiene que saber hasta qué punto y de qué manera ha influido la
presión de la sociedad vasca en el cambio de ETA.

Lo que yo puedo decir es que ETA sabe que con el asesinato de Miguel Ángel
Blanco cometió un error monumental. Con aquello se situó a los ojos del mundo
entero como una organización que pilla a un chaval, lo pone de rodillas y lo
ejecuta. Aquello fue muy fuerte... Y luego siguieron muchas otras muertes,
asesinatos... O sea, que ETA capacidad para provocar terror y horror ha
demostrado tenerla. Lo que no ha demostrado es tanta capacidad para solucionar
eso que dicen que existe en este país: déficit democrático.

La renovación de la dirección de HB, la "rebelión" de los sindicatos
abertzales, los encuentros del mes de julio... Supongo que usted tiene clara
memoria de en qué momento empezaron los negociadores del PNV a pisar
terreno firme.

Hubo momentos decisivos. El primero, cuando Rufi Etxeberría nos dice, antes de
entrar en la cárcel con toda la Mesa Nacional de HB, que quieren introducirse en
la política. Ya tenían la instrucción de ETA de explorar la política. Y
luego ETA hace otros sondeos y tiene que escuchar de boca de José Elorrieta, en el
encuentro de ELA y LAB en Guernika, aquello de "ETA estorba y sobra en este
país, déjennos trabajar". En la primavera, HB ya nos transmite un mensaje muy
claro de que las cosas van a cambiar. Nosotros no le pedimos a ETA una tregua a
través de HB, pero sí les dijimos: "Que sepáis que una acción estratégica de
calado entre PNV y HB no se va a producir si tenemos a un gendarme armado al
lado, vigilando todo esto y actuando". Y vemos que todo esto se acelera y
precipita, yo diría que de mayo a verano. Es cuando vemos que nos hemos
entendido. Y eso sin llegar a ningún acuerdo, a ninguno, con HB.

Y llegamos a julio, señor Egibar, y a ese documento que se dice que usted
ha firmado con ETA. Quisiera saber, todos quisiéramos saber, a qué se ha
comprometido usted y si ese compromiso tiene que ir a misa si queremos
que la tregua sea paz para siempre.

Yo no he asumido ninguna posición individual ni en ningún momento me he
desmarcado de la posición de mi partido. El PNV ha apostado, inequívocamente,
por el diálogo con HB. Cada uno ha cumplido la misión que le encomendaron.
Eso tiene que quedar claro. Por lo demás, lo que sí le puedo asegurar es que ni
hay acuerdos ni hay papeles firmados con ETA. Eso es falso.

¿No hay un acuerdo según el cual el PNV se compromete a excluir al PP y
al PSOE de un futuro Gobierno vasco?

No, no lo hay. Y la prueba más clara es que nosotros no hemos roto, ni rehecho,
ni articulado ningún juego de mayorías. Pero es que, además, ¿quién ha dicho que
HB va a entrar en un futuro Gobierno después de las elecciones? Eso es
sencillamente irreal. Y no lo va a hacer porque el entramado del que cuelga el
Gobierno vasco no le satisface. ¡Ojalá lo hiciera! A lo que sí estaría
dispuesta HB
es a modificar el status de Navarra, incluso con un Gobierno de mayoría
socialista.

Pactos secretos

La cuestión, señor Egibar, es si usted, en nombre de su partido, ha firmado
un documento o suscrito un compromiso con ETA para diseñar el futuro
político de Euskadi. Si usted se ha entrevistado con Mikel Antza, si ha
pactado con la cúpula de la organización terrorista, si...

No, no... No hay conversaciones de ese porte, ni con ese señor... Es que, por
ejemplo, eso que se dice de un proyecto confederado para el 2003 es
simplemente nuestro propio proyecto, un desiderátum, un decir: "Si
pudiéramos...". Pero es que, además, todo eso es absurdo, porque en democracia
no puede haber acuerdos ni pactos secretos. Todos afloran. Yo, como
demócrata, apelo también a los demócratas para que tengan la tranquilidad de que
no hay nada de esto.

No me gustaría que dentro de un tiempo su rotunda negativa de hoy se
viera desmentida por los hechos.

Vamos a ver, vamos a ver, y vamos a poner al tiempo como testigo, si es que
usted duda de mi palabra. Yo lo que afirmo y digo es lo que afirmo y digo.

Dice que no existen esos pactos, que usted no se ha reunido con Mikel
Antza, ni ha suscrito con él ni con ningún otro dirigente de ETA ningún
compromiso...

Y digo también que todo eso de París y de Burdeos y de Pau no tiene sentido. Al
PNV no le hacen falta todo ese tipo de recorridos para verificar las cosas.

No quisiera que tuviera la sensación de que esto es un interrogatorio
policiaco, pero la gente quiere saber, y duda respecto de lo que está
haciendo el PNV...

Todo lo que se dice son meras especulaciones periodísticas, porque, además,
¿quién puede certificar hoy que Mikel Antza manda algo en ETA? Nuestras
conversaciones han sido con HB.

¿Nunca con ETA de forma directa?

Han sido con HB. Y después hemos verificado...

¿Y eso qué quiere decir, hablando claro?

Pues verificar. Lo que políticamente significa eso... Comprobar cómo van las
cosas y ver cómo la línea iniciada por HB es cierta. Lo que hemos dejado claro a
HB es que les vemos como una fuerza política que se representa a sí misma, pero
que el PNV no dará un solo paso en una estrategia común si percibimos que hay
una organización que está actuando externamente por vía de imposición. Ellos eso
lo saben. Y lo sabe ETA. Si ETA volviera a matar no habría ninguna actuación
política conjunta más. Nosotros hemos dicho a HB que, puesto que ellos no han
nacido para condenar a ETA, está claro que o ETA desaparece o ellos no podrán
hacer política. Y lo han entendido.

Pero las conversaciones estaban "blindadas" y ustedes seguían hablando
con HB mientras seguían los atentados. ¿No le parece eso algo
contradictorio?

No, no... Eso es simplemente asumir el riesgo imprescindible para que una
estrategia de actuación no quede al pairo. Esos acontecimientos por supuesto que
influyen y afectan, pero no hasta el punto de interrumpir lo que has puesto en
marcha. A mí me decían: "Pero ¿cómo te vas a sentar con unos señores que ni han
pestañeado cuando nos queman los coches del partido?". Y yo siempre les
respondo que un par de coches no van a afectar...

Es que, señor Egibar, no eran coches las víctimas. Eran seres humanos...

¡Por supuesto que no tiene nada que ver que quemen un coche con que asesinen a
un concejal! Pero esa contradicción también la tenían ellos, porque sabían que
esas actuaciones eran perjudiciales.

Supongo que usted piensa que ha merecido la pena el riesgo de caer de
nuevo en un error de cálculo, ¿no?

Pero... ¡Si es que en otros procesos de paz ha pasado lo mismo! El ejemplo del
Gobierno británico es claro.

¿Sabe? Es que no se acaba de entender bien todo esto que ha hecho el
PNV en la tregua de ETA. Porque si no se ha reunido usted con Antza ni
con ningún dirigente de ETA, ni le han prometido el oro y el moro, ni va a
vender este país a trocitos... Pues, no se entiende. Nadie da duros a
peseta, señor Egibar.

Pues no, no me he reunido con Antza, ni con ningún dirigente de ETA, ni ha hecho
ninguna falta. Y respecto a todo lo que se ha dicho de las garantías dadas a HB
cara al futuro, yo le puedo asegurar que el PNV habla por sí solo y se
representa exclusivamente a sí mismo. No pretendemos representar las expectativas de futuro
de ninguna otra formación política.

No me lo ponga fácil, señor Egibar. Que hace poco el señor Arzalluz dijo
eso de "los vascos no cabemos en la Constitución". ¡Siempre hablando
ustedes en nombre de los demás!

Es que en su día no cupimos. Y, hoy por hoy, las cosas no han variado. Ya sé que
hay vascos que no se sienten representados por el PNV, pero si es que, si vamos
a eso, yo tampoco me siento representado por el señor Aznar. Nosotros no
tenemos la expendeduría de la condición de vascos, pero sí podemos decir que
los nacionalistas ni vimos antes satisfechas nuestras aspiraciones en la
Constitución española ni las vemos ahora.

Volviendo al pacto, perdón, al compromiso del PNV con HB, ¿qué peso
tiene la declaración reivindicativa de ETA en su comunicado de tregua?
Algún dirigente del PNV me ha confesado que es como la carta a los
Reyes Magos, que ya se sabe que nunca traen todo lo que uno pide.

ETA parte de una realidad: que en el País Vasco hay otras mayorías que se
mueven y hacen política, y va a observar el proceso. Pero yo hablaba al
principio de la acomodación porque creo que ETA también tiene que hacer balance.
Porque, ¿qué han aportado ellos con la lucha armada en estos últimos veinte
años? ¿El haber mantenido la llama sagrada del abertzalismo y la ortodoxia?
Pero, ¿a costa de qué? Pues de sufrimiento provocado a terceros y de sufrimiento
propio. ¿Que la reflexión, el cambio de ETA, se podía haber producido antes?
Pues sí, quizá hace unos años, pero no ha sido así. En cuanto a los compromisos
con HB, sólo hay uno, que quede claro: trabajar en un proceso de construcción
nacional que...

Cambiar la Constitución

Que pasa por cambiar o saltarse la Constitución, ¿no?

No necesariamente. Yo creo que HB no va a perder ni un minuto en intentar
modificar la Constitución española.

¿Y el PNV?

Pues tampoco invertiría yo mucho tiempo en eso, la verdad. Aquí se trata de
preguntarse qué se tiene que adecuar a qué, si la ley a la voluntad o la
voluntad a la ley. Nosotros pensamos que los partidos grandes deben de entender que hay
que iniciar un nuevo proceso para encajar el hecho vasco dentro de la estructura
del Estado. Eso hay que hacer.

Imagínese que, pese a toda la capacidad de presión del PNV y de HB, ni el
PP ni el PSOE están dispuestos a tocar la Constitución. ¿El PNV lo
aceptaría?

Si el PP y el PSOE hacen un frente, que es lo que parece que están tejiendo,
cara a neutralizar cualquier inquietud en esa dirección... lo que pueden tener ya
claro es que el conflicto democrático lo van a tener. No lo podrán eludir, se lo aseguro.

Pero el juego de las mayorías puede funcionar en todas las direcciones.
¿Qué pasaría si el PP y el PSOE hicieran un frente y lograran un nuevo
equilibrio que barriera al PNV de la escena política?

Pues que se iban a enterar, se iban a enterar. Y no por el PNV, que nosotros
somos demócratas.

ETA no va a hacer ningún otro movimiento para consolidar la paz antes
de las elecciones vascas, ¿verdad?

No, no creo. Éste proceso es irreversible, pienso. Pero también será largo.

¿Quizá para ese 2003 mágico, cuando el PNV y HB sitúan la realidad de
un Estado confederado?

No soy un adivino. Pero no insista, tampoco se han pactado fechas. Sólo
objetivos.

En esto de la negociación con ETA se dice que usted ha ido a veces un
poco por libre, que el propio Arzalluz le ha tenido que poner el freno de
mano.

Yo no me considero en absoluto radical. En todo esto he sido uno más dentro de
un colectivo que siempre ha mantenido la posición oficial del PNV. Lo que está
claro es que este proceso no se hubiera dado nunca sin el concurso de Xabier
Arzalluz.

Usted aspira a suceder a Arzalluz, ¿verdad?

No. Y el tiempo también colocará a cada cual en su sitio. Yo sé muy bien el
número que calzo.