Comunicado de ETA hecho público el 16-07-98
Texto integro traducido al castellano publicado por El Pais Digital (18-07-98)
 

              Tras dos largas décadas, nuevamente, en Euskal Herria tenemos la oportunidad
              de dar pasos decisivos hacia la independencia. Pensamos que tenemos
              oportunidades similares a las que tuvimos hace veinte años, en los años
              conflictivos vividos durante el periodo de la Transición, pero esta vez tenemos que
              lograr que la fase política que tenemos delante sea la de la soberanía. Haciendo
              realidad la oportunidad perdida entonces.

              ETA afronta esta nueva fase política llena de esperanza. Llenos de esperanza,
              especialmente porque estamos convencidos de que los errores cometidos en
              aquella etapa serán excelentes lecciones; llenos de esperanza también porque la
              labor, experiencia y la fuerza acumuladas desde entonces nos ofrecen suficientes
              garantías como para pensar que esta nueva fase será exitosa.

              La posibilidad de tener nuevas oportunidades y el hecho de afrontarlas con
              esperanza, sin embargo, no debe cegarnos. No debe cerrarnos los ojos ante la
              situación que sufre Euskal Herria. Ya que es muy grave la situación que vive
              nuestro pueblo, sea cual sea el punto de vista que tomemos. Los ciudadanos
              vascos estamos sojuzgados bajo dos Estados fuertes. Ambos Estados utilizan
              todos sus instrumentos armados, políticos, económicos y culturales para evitar las
              posibilidades que tenía Euskal Herria un pueblo libre en el futuro. Las constantes
              iniciativas de España y Francia han dejado graves heridas. Y no va a ser fácil
              recuperar nuestra libertad. Aunque son nuestros vecinos no surge de los dos
              Estados que nos quieren ver como enemigos y como un pueblo subyugado ni el
              más mínimo signo que manifieste su voluntad para respetar la palabra de Euskal
              Herria.Por encima de todos los ataques y dificultades, Euskal Herria ha llegado a
              las puertas del siglo XXI conducida por la fuerza de la lucha. No como un pueblo
              liberado, pero sí con todas las puertas abiertas para ser un pueblo libre. Hasta
              ahora hemos demostrado al mundo que somos capaces de seguir nuestro camino.
              En adelante demostrémosle pues que tenemos la voluntad, el derecho y la
              habilidad tanto para elegir nuestra casa como para organizarla.

              Antes de seguir adelante consideramos muy oportuno hacer dos preguntas y
              responderlas. En primer lugar, cómo ha llegado Euskal Herria al año 2000 con
              todas las opciones abiertas para ser un pueblo libre y en segundo lugar, por qué
              Euskal Herria no es todavía libre a las puertas del año 2000.

              La primera pregunta tiene una respuesta fácil. Rápida y honrosa además. Sin
              olvidar ni marginar los intentos de los ciudadanos vascos de nuestra vieja historia,
              en lo que respecta a los últimos 20 años, hemos llegado al umbral desde el que
              podemos lograr en nuestra libertad gracias a la generosidad de miles y miles de
              valientes hombres y mujeres vascos.

              Esa verdad tiene una presencia muy viva en los corazones y las cabezas de los
              dirigentes que estamos en Euskadi ta Askatasuna. Sin el ofrecimiento de los
              compañeros y ciudadanos muertos por las agresiones el enemigo; sin el
              sufrimiento de los compañeros y ciudadanos que han sufrido en las comisarías las
              humillaciones y las torturas más salvajes; sin el intento de los ciudadanos y
              compañeros que en su trabajo comprometido, callado y peligroso de todos los
              días han plantado cara a las leyes españolas y francesas en favor de nuestra
              cultura, lengua, red económica y tradiciones sociales; sin la capacidad de soportar
              la carga de miles y miles de años de cárcel con total dignidad iluminando el futuro
              de Euskal Herria; no estaríamos en el lugar en el que nos encontramos.

              Para todos esos ciudadanos vaya todo nuestro honor y nuestro recuerdo en estos
              momentos, ya que nos encontramos nuevamente delante de momentos
              esperanzadores e históricos gracias a todos esos que han abierto sin cesar las
              grandes cerraduras que cerraban el camino a un futuro libre. Si todos ellos no
              hubieran asumido su compromiso vital ¡hace mucho que Euskal Herria hubiera
              muerto!

              La segunda pregunta, sin embargo, necesita una respuesta avinagrada. Ya que
              ante los importantes momentos que vivimos requiere que cada uno se pregunte
              qué es lo que ha hecho. Que tengamos en cuenta lo que podríamos haber
              adelantado, y no sólo lo que hemos adelantado en todos estos años. Los caminos
              propuestos por la izquierda abertzale hace 20 años, esto es, los de avanzar en la
              democracia, no concitaron el acuerdo. Y en consecuencia, el mundo abertzale se
              dividió en dos caminos: por un lado el que partía de aceptar de facto la legalidad
              que imponía España; y por otro, quienes planteaban la ruptura con España para
              hacer frente a esa imposición tomando como legítimos todos los instrumentos que
              tiene un pueblo para defenderse.

              Ese primer camino, el del autonomismo constitucional, ha traído la profundización
              en la división interna en la Euskal Herria que salía de la dictadura franquista. Si
              antes estábamos bajo dos Estados, posteriormente, se nos ha añadido la división
              autonómica y todo lo que hemos logrado lo hemos hecho gracias a la lucha o
              gracias a amaños ofrecidos para atenuar la lucha.Ese primer camino ha llevado a
              Euskal Herria a ser más "español" y más "francés", condenándonos a vivir
              mirando a Madrid y París. En lugar de decidir nosotros por nuestro propio pie
              nos ha obligado a pedir el permiso de los extranjeros, y al envalentonamiento de
              los españoles que vivían entre nosotros. A fortalecer las fronteras internas dentro
              de Euskal Herria, alejando a los ciudadanos vascos entre sí, y en otros casos,
              como el de los zipayos obligándoles a actuar contra otros ciudadanos al aceptar la
              legislación española.

              Los que aceptamos el segundo camino por encima de nuestras impotencias y de
              todos nuestros errores hemos mantenido vivo el proyecto de una Euskal Herria
              unificada, libre y euskaldún, extendiendo la confianza para el trabajo y la creación
              de los ciudadanos, hemos trabajado por superar la división institucional y estatal,
              con el fin de lograr una paz para nuestro pueblo basada en la justicia y los
              derechos democráticos. De este modo, la apuesta para crear un proyecto de
              sociedad propia para Euskal Herria ha dado su fruto. Uno que queremos
              mencionar ahora mismo, el de demostrar la ceguera y la esterilidad de ese
              autonomismo divisor. Y no es poco, teniendo en cuenta el esfuerzo titánico que ha
              hecho España porque el autonomismo sea la tumba de Euskal Herria.

              Quienes emprendieron el camino de ese autonomismo divisor con ánimo y buena
              voluntad se acaban de percatar de que en esa escalada había que subir paso a
              paso además de no quedar atrapados, y de que esa escalada no lleva a la libertad
              de Euskal Herria. Por nuestra parte, quienes hemos hecho una apuesta completa
              por Euskal Herria, estamos dispuestos a superar ese pasado cercano y seguir
              adelante en común en un proyecto nuevo lleno de ilusión.

              ¿Por qué estamos ante una nueva oportunidad? Aquí tenemos nuevamente a
              Euskal Herria en el umbral de su futuro. Pero, ¿no será simple voluntarismo
              pensar que nos encontramos ante una nueva situación? Euskadi Ta Askatasuna
              después de reflexionar sobre las novedades que vivimos en esta situación ofrece
              en las siguientes líneas el examen que está en la base de la decisión que ha
              tomado: Por un lado, gracias a la lucha de todos estos años, un nuevo sector de la
              sociedad se ha acercado a la opción de la independencia.

              Principalmente, pensamos que debe subrayarse el desarrollo que se ha vivido en
              los últimos seis años. Ya que hemos pasado de unas posiciones de resistencia a
              una práctica de construcción. Queremos recalcar, que la fuente de esta "situación
              mejor" que vivimos reside en la generosidad de muchos militantes de la izquierda
              abertzale y en la lucha organizada que lleva dentro de sí la sociedad. En el camino
              para lograr los últimos objetivos de nuestra lucha, lo realizado en los últimos años
              es un pequeño nuevo paso dentro de todo lo que resta por hacer. Que nadie
              piense que las tareas, los modelos de trabajo y demás no deben mejorarse. Pero
              no es perjudicial que de vez en cuando esa izquierda abertzale que es tan poco
              amiga de las alabanzas y los reconocimientos se reconozca a sí misma que el
              trabajo realizado merecía la pena y que hemos puesto en marcha en el buen
              camino la lucha por la libertad.

              Por otro lado, en esta situación cambiante tiene un gran significado la socialización
              de la "alternativa democrática" que tomó el lugar de la "alternativa KAS". La
              propuesta a través de esa nueva propuesta de paz, se ha extendido un nuevo
              concepto eficaz de base a lo largo de los últimos tres años. La necesidad de dar la
              palabra al pueblo, que el pueblo recupere su voz y que esa voz sea respetada.
              Hemos sido capaces nuevamente de extender en la sociedad la esencia del
              conflicto político que Euskal Herria tiene con España y con Francia. Además de
              poner en cuestión la legalidad "democrática" de las autoridades españolas y
              francesas, hemos plantado un concepto positivo en nuestro huerto, el de la
              democracia vasca. Hemos fijado los mínimos democráticos que debería defender
              cualquier demócrata para la resolución del conflicto (la Autodeterminación y la
              Territorialidad), ofreciendo la posibilidad de que, tras lograr una situación
              democrática, cada cual tenga las mismas condiciones para desarrollar su
              proyecto. Y la izquierda abertzale ha abierto el camino para el desarrollo de su
              propio proyecto político y social.

              El cambio que advertimos en esta nueva situación es el siguiente, el fracaso de las
              estructuras institucionales que nos dividen impuestas por los dos Estados y que
              obstaculizan el camino de la libertad. El marco institucional vigente en Euskal
              Herria está agotado. Las fuerzas imperialistas españolas y francesas se han
              convertido en los ardorosos y únicos defensores del actual status quo institucional.
              El Estatuto de la Moncloa, el Amejoramiento del Fuero Navarro y el no
              reconocimiento del territorio vasco en suelo francés no tienen la suficiente eficacia
              como para sostener los deseos y las necesidades de los ciudadanos vascos.
              Ahora quienes han defendido la potencialidad de esa estructura institucional
              admiten que no existe ninguna posibilidad para la independencia en ella,
              mostrándose de acuerdo con el análisis que sólo ha defendido la izquierda
              abertzale. Y por ello, por primera vez, hemos abierto un único camino para la
              solución de Euskal Herria.

              Después del agotamiento institucional nos encontramos con el agotamiento de la
              "política de Pactos" que los españoles han impuesto a lo largo de los últimos diez
              años para desfigurar la realidad política y social y acabar con el proyecto en favor
              de la independencia. Este pactismo, de dar algo más no será más que el
              alargamiento del sufrimiento en Euskal Herria.

              Estamos mencionando que quienes apostaron a favor del autonomismo (los
              partidos nacionalistas EA y el PNV, el sindicato ELA y muchos abertzales
              honestos) se han dado cuenta de la esterilidad de ese camino. Ahora han
              demostrado la voluntad de acometer una nueva vía. Alejándose del calvario con
              España y encaminándose dentro de la carretera de Euskal Herria, apostando
              valientemente por Euskal Herria, rompiendo las ataduras y las dependencias
              respecto de España de una vez por todas.Lo que hay que elegir es
              España/Francia o Euskal Herria. Y al menos por sus palabras muestran una
              voluntad clara de apostar por Euskal Herria. En esta nueva encrucijada, todos
              debemos actuar con la necesaria valentía y coherencia que requiere este momento
              histórico.

              Los poderes fácticos de España y Francia no tienen una alternativa política para
              Euskal Herria. No por lo menos sin la colaboración de partidos como EA y el
              PNV. No hay término medio entre el "autonomismo divisor" de ayer y de hoy y la
              Soberanía en la Autodeterminación y la Territorialidad, si no se inventa otra
              pseudooferta estéril que soslayara una resolución auténtica. Pero como hemos
              dicho, ello exigiría la colaboración imprescindible de EA y el PNV.

              "Europa" se está construyendo como un espacio político, social y económico y un
              centro para las decisiones principales pasando por encima de Madrid y París con
              lo que se va alejando de las estructuras de los Estados que nos sojuzgan. Y sin un
              proyecto independentista eficaz, la desmembración y la dependencia que vive
              Euskal Herria será cada vez más grave. Incluso aun más si nos encontramos sin
              los instrumentos sociales ante el proyecto gigante de la economía y la cultura
              unificadas a nivel mundial.Por último, se ha convertido en una idea mayoritaria en
              Euskal Herria que el deseo mayoritario de paz estará unido a una solución política
              adecuada. El deseo de paz, la necesidad de una solución, el diálogo, la
              negociación, con o sin acciones de ETA, es tema de conversación diaria. Supone
              un gran cambio respecto de aquel "deseo de paz aséptico" de hace unos años. En
              la sociedad vasca ha vencido el hambre y la sed de un acuerdo de paz que deberá
              ofrecer soluciones políticas y prácticas. Esa necesidad no sólo ha surgido de la
              imposibilidad de acabar con ETA; sobre todo es consecuencia principal de la
              declaración en el día a día del núcleo del conflicto político de la sociedad vasca y
              de la resurrección de las diferentes luchas y del "stop" firme y digno que se le
              pone a los ataques que sufre Euskal Herria.

              La situación, por resumirlo en pocas palabras, sería la siguiente: en Euskal Herria
              hay dos proyectos claros; uno, el que cree en el proceso de construcción de
              Euskal Herria, que cree en una sociedad más justa, que cree que es posible una
              sociedad más justa, más enraizada y que hay que luchar a favor de ella; la otra,
              por el contrario, la que quiere dar continuidad a la integración, desculturización y
              proceso de engullimiento iniciado hace varios siglos en nombre de España y de
              Francia, y que ve a Euskal Herria como una parte del mundo sin identidad. Existe
              un conflicto lingüístico y educativo en Euskal Herria, una forma de entender la
              vida, un deseo de construir un modelo socioeconómico diferente a través de las
              relaciones laborales.

              Ese conflicto es el conflicto de siempre. Lo que ha cambiado es la posibilidad de
              dar nuevos pasos en ese conflicto, la nueva situación que viene del cambio en la
              correlación de fuerzas.

              Y ése es el reto en este momento histórico, cómo poner en marcha el proyecto de
              Euskal Herria entre todos. Si es que existe voluntad y clarividencia entre quienes
              han puesto sus mentes al servicio del liderazgo político de este pueblo, en la
              sociedad vasca existe suficiente fuerza y entendimiento como para seguir adelante.

              ¿Hacia dónde seguirán las fuerzas? Aquí tenemos a Euskal Herria nuevamente en
              el umbral de su futuro. Llenos de esperanza, también vemos este momento
              histórico siendo conscientes de la grave situación que vive Euskal Herria. Ya que
              el eje central de su futuro depende una respuesta afirmativa o negativa a la
              pregunta principal.

              ¿Hacia dónde van a seguir las fuerzas abertzales en esta ocasión? Ser conscientes
              de nuestra historia cercana nos lleva a posicionarnos con preocupación. De
              hecho, hace veinte años la posición de los partidos hincó la rodilla ante el Estado
              Español. Con la excusa del "ruido de sables" de aquellos tiempos, según se nos ha
              dicho, en la Moncloa y en la Zarzuela se decidió dividir más a Euskal Herria,
              seguir denegándole por medio de las armas el derecho de autodeterminación que
              le corresponde y un largo etc. Posteriormente, la izquierda abertzale lo ha
              defendido con coherencia, y lo ha pagado caro, la soberanía de Euskal Herria,
              mientras otras fuerzas caían en las firmes redes de España.

              También en este aspecto miramos con optimismo el futuro. Ya que no existe
              comparación posible entre la escasez y la podredumbre de los frutos recogidos en
              estos últimos veinte años y el color de los que podamos recoger en el camino de
              la soberanía. Han sido años largos, pero al final es reconfortante comprobar que
              también los otros caen en la cuenta de cuáles son los pasos principales que hay
              que dar para lograr la independencia. La libertad del futuro siempre será mejor
              que la actual dependencia. Eso no quiere decir que el camino que tenemos delante
              no es difícil y que no esté lleno de peligros. Todos los abertzales de izquierdas y
              demócratas debemos responder con total honestidad y dignidad al reto que
              tenemos delante; observando la posición ciega y cerrada de España y Francia.
              Nuestro deseo profundo es, por tanto, que no sólo sea la izquierda abertzale la
              que trabaje en esa tarea que es de todos. Pero, aunque fuera así, nosotros
              seguiremos adelante con la misma alegría y pasión que hasta ahora siguiendo el
              camino que nos han mostrado miles de ciudadanos vascos y gudaris.

              El reto que tenemos delante

              Hemos dicho al comienzo de este comunicado que el principal reto y la
              característica central de la fase política que tenemos delante es poner la base para
              que Euskal Herria logre su soberanía desde su integridad superando las fronteras
              autonómicas y estatales. Ya que no estamos en el mismo lugar que antes, no
              vamos sólo a "recuperar" la oportunidad perdida hace 20 años, sino a dar un paso
              más importante, debemos poner los pilares de esa Euskal Herria del futuro, el reto
              que nos corresponde es defiir claramente donde se construirá nuestra casa. Ya
              que no hay dos o tres Euskal Herrias. Existe una sola, con sus vivencias y
              realidades diferentes: lingüísticas, sociales, económicas y también de tradiciones.
              ¡Esa es la esencia de un pueblo!.

              Teniendo en cuenta todas esas realidades diferentes entre todos los abertzales,
              demócratas y progresistas, nos corresponde realizar la labor de vanguardia en la
              construcción de un marco político que contenga en su seno al conjunto de Euskal
              Herria. Y en esa labor motivadora tienen cabida, voz y quehacer todos los
              agentes del conjunto de la sociedad de Euskal Herria.

              El logro de la soberanía no se puede casar con las políticas interesadas y
              partidistas que llevan al fortalecimiento de España y de Francia. Hay que terminar
              de repente con todos los espacios de colaboración y pactos con España y con
              todos los pactos secretos que sojuzgan económicamente a nuestro pueblo.

              La primera labor que tenemos como Euskal Herria es comenzar a "pensar". Entre
              todos. Y asimilar cual es la verdadera situación económica, lingüística, cultural de
              nuestro pueblo. Y posteriormente, impulsar proyectos que tendrán en cuenta al
              conjunto de Euskal Herria, tanto en lo referente a los derechos lingüísticos como a
              la organización territorial, el desarrollo económico o los derechos sociales. Las
              fuerzas favorables a la soberanía de Euskal Herria deben lograr acuerdos de
              mínimos.

              Y en el mismo plano, será tarea de todos hacer frente a quienes son enemigos de
              ese proyecto y lo seguirán siendo. Es hora de la tan poco utilizada persecución
              social que tanto subrayan quienes condenan el uso de las armas.

              Decíamos al principio que no podíamos cerrar los ojos ante la situación de Euskal
              Herria. En Euskal Herria una gran parte de la sociedad vive una "situación de
              excepción", bajo la excusa de ir contra una opción política concreta, en Euskal
              Herria se está condicionando el futuro. Un proyecto político consensuado como el
              que estamos impulsando, nos va a llevar a hacer frente a las consecuencias que
              nos va a traer la oposición a España y a Francia. Sin duda. Para ello también será
              necesaria la valentía. Será necesaria la valentía para decir que las fuerzas armadas
              que son extranjeras están de sobra en nuestro pueblo y para llevar adelante sin
              descanso todas las labores grandes y pequeñas con el fin de expulsarlas. Es hora,
              por tanto, de que aquello que se haga, bien o mal, se critique, se tome conciencia
              de lo que no se hace y de enfrascarse en esas labores. Que no es este paso de
              ETA.

              Antes de mencionar nuestra decisión y nuestro llamamiento concreto
              consideramos imprescindible establecer o definir la fase política que tenemos
              delante, por la confusión que pueden motivar las últimas especulaciones,
              expectativas y declaraciones de los últimos días. Ya que no es nada correcto que
              nadie se engañe con los juegos de palabras de los políticos profesionales.

              El objetivo no es la "pacificación" que propone un Ardanza que ha guiado durante
              una larga década la "españolización", y mucho menos dar a esa "pacificación" una
              "apariencia" política para "tranquilizar la conciencia" de la izquierda abertzale o
              para su autoengaño. Es necesario ser más valiente que todo eso en estos
              momentos, dado que nos encontramos ante una nueva situación. Estarán
              engañando a la sociedad quienes buscan detrás de este profundo paso de Euskadi
              Ta Askatasuna la "normalización", la consolidación del marco actual y una paz sin
              que nada cambie.

              Eso será tan falso como que el problema de Euskal Herria es que ETA hace
              frente al enemigo a través de la lucha armada. No habrá paz si no se asienta sobre
              los derechos de Euskal Herria. Ya que esa es la esencia o el nucleo del conflicto
              que vivimos: que se le deniegan sus derechos a Euskal Herria, que no somos
              dueños de nosotros mismos para organizar la sociedad como queremos. ETA ha
              dado su paso más importante, ahora corresponde a los otros seguir adelante en el
              hueco que queda ahí y de una forma valiente además. Ya lo hemos dicho
              anteriormente, no es tiempo de tibiezas, cálculos egoistas o partidistas: tenemos
              por ganar Euskal Herria.

              Declaración anexa

              La organización socialista y revolucionaria para la liberación nacional vasca ETA
              hace la siguiente declaración ante la sociedad vasca y para poner de manifiesto al
              conjunto de la opinión pública internacional.

              1.- Que aunque para la construcción de Euskal Herria es necesario el trabajo y el
              esfuerzo de todos los ciudadanos, hasta el momento sólo la izquierda abertzale ha
              respondido a ese quehacer con una actitud clara y profunda. Hemos tenido que
              andar un camino largo, duro y enrevesado hasta hoy como pago a ese quehacer
              soportando la represión y todo tipo de agresiones. Pero gracias al trabajo
              realizado, hoy día vemos oportunidades únicas para que surjan nuevos acuerdos y
              puntos de unión en el camino de la independencia de Euskal Herria compartiendo
              esfuerzos. ETA por su parte, en este nuevo camino de acuerdos quiere manifestar
              su total voluntad de seguir adelante y declara que está a la expectativa de la
              concreción de similares voluntades y esfuerzos.

              2.- En este sentido, ETA hace un llamamiento público a partidos políticos,
              sindicatos, agrupaciones culturales, agrupaciones sociales y a todos los
              ciudadanos vascos para que la fase política que tenemos delante sea la de la
              soberanía, para que tomen los compromisos necesarios y adopten los pasos
              concretos.

              3.- Entre todos los pasos, uno de los que más importancia tiene será la superación
              de la división institucional y estatal; para ello será necesario dar los pasos eficaces
              para que se cree una institución única y soberana que acoja en su seno a Araba,
              Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi, Nafarroa y Zuberoa.

              4.- En caso de que se unan las fuerzas políticas y sociales que tienen este mismo
              objetivo, en el camino de esa estructura institucional superior, Euskadi Ta
              Askatasuna asume el compromiso público de aplaudir, proteger e impulsar
              cualquier iniciativa que pretenda superar la división institucional y estatal actual. Y
              por ello, pide ese mismo compromiso, esfuerzo e iniciativa a quienes hasta ahora
              han estado lejos de esa tarea o de quienes se han mostrado tibios.

              5.- Las fuerzas favorables a los derechos democráticos y a la construcción de
              Euskal Herria deben promover acuerdos y dinámicas alrededor de las
              necesidades mínimas.

              6.- Los proyectos de Euskal Herria y España o Francia chocan de frente. El
              conflicto centenario nos ha dejado claro a los ciudadanos vascos que no hay lugar
              para avanzar como ciudadanos vascos y para desaparecer bajo la dependencia
              de España y Francia. Por tanto, consideramos imprescindible que quienes se
              muestran de acuerdo con los puntos anteriores rompan con las ataduras y los
              acuerdos con quienes defienden e impulsan los deseos sojuzgadores de España y
              Francia. Es la hora de hacer una apuesta clara y absoluta por la soberanía. Es la
              hora de romper ataduras y acuerdos con las fuerzas políticas que tienen como fin
              la desaparición de Euskal Herria. En consecuencia, es hora de acabar con los
              partidos, estructuras institucionales y represoras que tienen por objetivo la
              construcción de España y Francia y la desaparición de Euskal Herria.

              7.- Teniendo en cuenta las oportunidades que existen en la actual situación de
              Euskal Herria y el deseo de encaminarse hacia la soberanía, Euskadi Ta
              Askatasuna manifiesta su intención de una suspensión ilimitada de sus acciones
              armadas limitándose únicamente sus funciones a las tareas habituales de
              suministro, mantenimiento de las estructuras y a su derecho de defensa en
              hipotéticos enfrentamientos. Este alto el fuego general comenzará el 18 de
              septiembre de 1998.

              8.- Siendo el objetivo de todos el respeto de la realidad de Euskal Herria, sus
              derechos y de las decisiones adoptadas en libertad, y siendo el objetivo y el
              deseo de Euskadi Ta Askatasuna que la sociedad vasca asuma por completo la
              responsabilidad para lograr la independencia, esperamos que la respuesta que
              vayamos a recibir sea de la misma magnitud que el paso adoptado, y queremos
              manifestar que desde este momento en adelante los acontecimientos futuros
              puedan determinar el carácter definitivo de esta suspensión. "ETA a través de este
              comunicado quiere hacer llegar a la sociedad vasca la lectura que realiza sobre el
              momento histórico que vive nuestro pueblo y la decisión que ha tomado en
              consecuencia.