«Temo que Mayor Oreja
se dedique a estropearlo todo»
XABIER GABILONDO
El portavoz del PNV, Joseba Egibar,
dice sentirse
«satisfecho» después
del anuncio de ETA de declarar
un alto el fuego. «Me alegro
de que la gente te pare en
la calle y te diga que esto es importante,
que no lo
malogremos», afirma. Sin embargo,
advierte: «Si no
rematamos esta faena, nos tienen
que sustituir otros a
la carrera».
Pregunta.- ¿Cómo
interpreta el hecho insólito en la
historia de ETA de declarar una
tregua unilateral,
incondicional e indefinida?
Respuesta.- Es un paso muy importante,
una decisión
absolutamente política que
va a servir para dar cauce a
proyectos políticos que busquen
mayorías y respaldos
suficientes entre la ciudadanía
de este país. Creo que
ETA ha decidido, entre otras cosas,
cambiar de
esquema; porque no oferta la tregua
al Estado, oferta
la tregua a la sociedad vasca, y,
además, retirándose
del escenario, ése es el
gran cambio.
P.- Habla de una decisión
política, ¿quiere esto decir
que, a partir de ahora, la izquierda
abertzale va a hacer
política por medios exclusivamente
políticos?
R.- ETA confirma lo que ha repetido
muchas veces,
que su presencia, su actuación,
no es necesaria si se
dan condiciones políticas
para que en Euskal Herria
pueda existir un mínimo necesario
para que su
proyecto, el de la izquierda abertzale
-y también otros-,
disponga del mismo punto de partida.
Y lo va a testar
políticamente; HB, o, si
se quiere, Euskal Herritarrok,
va a hacer política. Esto
es la entrega del testigo a HB
para que la era de la política
tenga un inicio.
P.- ETA habla de un «giro»
del PNV, y la izquierda
abertzale siempre ha antepuesto
a un paso de este
tipo un compromiso del PNV en
favor de la soberanía
vasca. ¿Tienen un acuerdo
con HB?
R.- No hay ningún acuerdo,
y yo también podría hablar
de giros de otros. Creo que hay
algo más importante,
confianza. El diseño, la
estrategia y todo lo demás
vendrán después de
conversar y contrastar, pero
hemos llegado a un punto de convencimiento
y de
confianza que no tiene retorno.
Hay línea abierta y
directa para, primero, conocer los
límites respectivos
que unos y otros tenemos, algo que
es clave, y hoy HB
exhibe una línea de actuación
política al cien por cien, y
eso es una garantía en el
juego democrático; otra cosa
es que después coincidamos
o no.
P.- ¿Puede dar un dato
que pruebe que no hay un
pacto bajo cuerda?
R.- El dato lo tiene en Estella,
donde firmaron partidos
no nacionalistas.
P.- Entonces, con respecto a la
izquierda abertzale, ¿lo
único que tiene el PNV
es la garantía de que de ahora
en adelante va a hacer exclusivamente
política?
R.- Eso es, que se va a hacer política.
Y nosotros, por
nuestra parte, queremos situar a
este país con un
proyecto serio que necesita de un
encaje en Europa, y
para ello es imprescindible la participación
de HB en la
medida de la representación,
nada despreciable, que
tiene entre los vascos. Estas no
son palabras vacías.
Pero no lo podemos hacer ni con
la fuerza, ni divididos.
Y tampoco se trata, ni muchísimo
menos, de formular
un frente nacionalista, sino un
proyecto serio para todo
el país, en el que quepan
todos los vascos, los que se
sientan sólo vascos, los
que se sientan
vascoespañoles, todos. Hay
que definir un proyecto,
abordando también de una
santa vez lo que hemos
conceptuado como los tres pilares
del conflicto:
territorialidad, sujeto de decisión
y soberanía.
P.- Aznar ya ha dicho que lo que
tenga que suceder
ocurrirá dentro del marco
constitucional-estatutario. PP
y PSOE parece que también
tienen un pacto tácito
respecto a ello.
R.- ¿Y la Constitución
no tiene un Título X que habla de
la reforma de la Carta Magna? Además,
la
Constitución necesita una
actualización, y si para al
futuro se quieren evitar focos de
conflicto, incluidos los
democráticos, que se atienda
a lo que Euskadi,
Cataluña, Galicia o, en su
día, otra nacionalidad
puedan decir. Atiéndase a
que la convivencia no se
impone, se pacta. Si su modelo es
de imposición de la
convivencia política, las
cosas no irán bien, pero en
todo caso tienen garantizado el
conflicto democrático.
P.- ¿El planteamiento de
reconocer la plurinacionalidad
del Estado español y de
compartir la soberanía que,
junto con CiU y BNG, han realizado
a través de la
Declaración de Barcelona
requiere reformar la
Constitución?
R.- Lo que hemos hecho ha sido ofertar
un debate a
España, a sus dirigentes
políticos y a su sociedad, en
el sentido de decirles que el marco
actual para
nosotros es insuficiente. Y hemos
dicho que si se
quiere un debate sobre el encaje
de nuestras naciones
en una estructura política
que se llama Estado,
queremos encarar una negociación
en pie de igualdad,
que contempla desde la posibilidad
de que nos
encajemos en España a que
no lo estemos. Yo no
puedo adelantar el resultado, pero,
evidentemente, el
acuerdo entre distintas partes requerirá
o no de la
modificación de la Constitución.
Sabemos que para
hallar nuestro encaje en Europa
primero tenemos que
hablar con el llamémoslo
Estado anfitrión, y ése es el
debate que proponemos.
P.- Pero ésta es una de
las pocas cuestiones en las
que PP y PSOE están de
acuerdo: en no tocar el
modelo de Estado.
R.- Es decir, otra vez el debate
de fondo es la cuestión
nacional, la soberanía. Es
un debate insoslayable. Y no
somos nosotros quienes le tenemos
miedo a ese
debate.
P.- ¿Y si los grandes partidos
estatales rechazan ese
debate?
R.- No van a poder rechazarlo. El
que no se acomode a
los cambios lo va a pasar mal.
P.- ¿Qué opina de
la reacción de PP y PSOE tras la
tregua?
R.- Les ha pillado no ya con el paso
cambiado, sino en
un camino diferente. El PP hasta
ahora, aún con los
graves ataques que ha sufrido de
ETA, estaba bien
instalado políticamente.
Las declaraciones de Mayor
Oreja de los últimos días
han sido paradigmáticas, y no
es que le haya traicionado el subconsciente,
cuando ha
soltado dos verdaderas perlas. La
primera, cuando dijo
aquello de que a menos ETA, más
nacionalismo; si se
vuelve la ecuación del revés,
la resultante es que para
que haya menos nacionalismo es bueno
que haya más
ETA. Y la otra: veremos cómo
las aguas vuelven a su
cauce cuando ETA demuestre que todo
es una trampa.
Por tanto, que las aguas estén
en su cauce es que ETA
mate. ¿Esa es la visión
de un estadista? Mayor Oreja
es uno de los factores propiciadores
de los que
hablábamos antes, pero en
el sentido contrario al que
él cree. A su juicio, han
sido la firmeza, los grandes
éxitos policiales, la colaboración
internacional,
etcétera, lo que nos ha traído
a esta situación. Sin
embargo, determinadas conductas
políticas, que han
demostrado muy poca altura, han
acelerado la reflexión
política en el mundo del
MLNV, que ha visto que con él
no había nada que hacer,
que ha observado cómo se
han movido otros dirigentes en otros
conflictos, que ha
percibido cómo funciona la
Unión Europea. Y sigo
temiendo que ahora se vaya a dedicar
a estropearlo,
porque es el hombre que ni hace
ni deja hacer.
P.- Aznar dijo que si la tregua
se consolida, él está
dispuesto a ser flexible.
R.- Ha sido bastante más razonable
Aznar desde Lima
que Mayor Oreja desde aquí.
P.- Pero aun sin desdecirse de
este discurso, tras el
anuncio de ETA el ministro ha
evitado repetir términos
como «trampa» o «espejismo»...
R.- Ojalá tenga un punto de
lucidez. Pero esta vez en el
orden político no le vamos
a dar ningún periodo de
gracia. Si no quiere actuar, que
se calle, y que hable
Aznar.
P.- Ya se ha anunciado una ronda
de Aznar con los
partidos, ¿Cuál
va a ser la posición del PNV?
R.- Le diremos cómo lo vemos,
crudamente. Y otra
cuestión: este proceso que
se tiene que poner en
marcha, se va a poner en marcha
aquí, en el ámbito
vasco, y el PP tiene su representación
aquí, luego, si lo
que tiene aquí no le sirve,
que mande a quien tenga
que mandar, pero el proceso se va
a fraguar aquí. Y ya
no vale hacer apelaciones a la unidad
de los partidos
democráticos, cuando siempre
han entendido la unidad
como capacidad de veto, por un lado,
y, por otro,
tampoco que ahora se pretenda montar
una carpa
donde los demócratas van
a dar con la línea de trabajo,
no. Ahora se tiene que producir
un diálogo sin límites,
sin agendas limitadas. Para ello
es imprescindible que
el PP y el PSOE participen. No hay
excusa para no
estar en esa mesa. Y tiene que estar
HB también.
P.- ¿Pero cómo encajar
esto con el hecho de que la
soberanía reside en el
pueblo español?
R.- Podemos adelantar que el proceso no va a parar.
P.- ¿Eso qué quiere decir?, ¿puede ser más explícito?
R.- Que no vamos a parar. Alguien
ha hecho el símil del
tren, el apeadero, la estación...
No, no. Se tienen que
incorporar todos. ¿Que no
quieren? ¿Que no tienen
garantías? ¿Garantías
de qué? Aznar dijo que le hacen
falta hechos, pues en lo que se
refiere a ETA es que no
actúe, y no va a actuar.
Si alguien necesita tiempo para
ajustar el chip, que lo pida, pero
que sepa que esto va
en serio, y que no vamos a parar.