Texto íntegro de la declaración leída ayer en Lima por el
presidente del Gobierno Jose Mª Aznar
El Mundo. 18/09/98
 
 

              Esta es la reproducción literal del comunicado que José María
              Aznar leyó ayer desde Lima (Perú):

              «ETA ha anunciado un cese indefinido en sus acciones violentas
              y quiero decirles que nada me alegraría más que ese anuncio se
              correspondiera con la realidad y fuera el inicio del abandono
              definitivo de la violencia, porque eso significaría que la sociedad
              vasca y el conjunto de la sociedad española verían cumplido un
              afán de paz y de convivencia por el que llevamos muchos años
              luchando y por el que hemos pagado todos los españoles y,
              especialmente, los vascos, un precio muy alto.

              Quiero también decirles que el Gobierno no es en absoluto
              insensible a las espectativas que una sociedad con capacidad de
              conciliación alimenta en este momento. Precisamente por ello, no
              quisiera que una vez más esa esperanza pudiera transformarse en
              frustración. Frustración porque estemos ante un movimiento
              táctico o frustración porque se ponga precio a la paz, olvidando el
              marco de convivencia que nos hemos dado, olvidando el respeto a
              la voluntad popular u olvidando el conjunto de valores en el que se
              asienta nuestra democracia o nuestra libertad.

              Por eso, creo que es momento de reiterar ante todos ustedes lo
              que les dije antes de llegar aquí, a Lima: que se respete a la
              sociedad, que se respeten sus ansias de paz, que nadie olvide
              que la paz sólo puede construirse sobre fórmulas de convivencia
              compartidas, sobre el respeto al pluralismo y sobre el respeto a
              los valores de la democracia.

              Después de 30 años de actividad terrorista no podemos conceder
              a la organización ETA el beneficio de la duda. Ha habido treguas,
              negociaciones, pero lo que nunca hemos visto es que ETA haya
              escuchado el clamor de la paz de los ciudadanos dentro y fuera
              del País Vasco y que éstos no se han cansado de manifestar.

              Si realmente ETA quiere dar por acabada su trayectoria de
              muerte, debe saber que todo paso de credibilidad que quiera
              ganar debe ganarlo con hechos y no con declaraciones. Sobre
              ETA y sólo sobre ETA pesa la carga de la prueba. No hay ninguna
              razón para que los demócratas que promovemos la vía del diálogo
              y la apertura a la defensa pacífica de todas las opciones nos
              sintamos ahora sometidos a esa carga. Esta es una oportunidad
              para la afirmación de los valores que defendemos y por los que
              muchos han muerto.

              Nada tenemos que demostrar porque es nuestra la legitimidad
              para hablar de la paz. El Gobierno ha asumido su responsabilidad
              en todo momento frente a la amenaza del terrorismo. Tengan la
              seguridad de que esa misma responsabilidad, esa misma
              fortaleza, esa misma convicción van a seguir presentes en
              nuestras decisiones y en nuestras iniciativas aplicadas a los
              nuevos horizontes que de buena fe puedan abrirse.

              El Gobierno contemplará las nuevas posibilidades que puedan
              abrirse en una situación consolidada y fiable del cese de la
              violencia, desde su determinación de seguir trabajando por la paz
              dentro de los espacios de consenso alcanzados por todos los
              partidos democráticos.

              Quiero decirles como máximo representante del Gobierno de
              España a todos los ciudadanos españoles y especialmente, a los
              ciudadanos vascos, que debemos seguir siendo tenaces,
              perseverantes en busca del gran objetivo de la paz construida
              sobre la convivencia. Como presidente del Gobierno seguiré a la
              cabeza de ese anhelo compartido. La afirmación cívica y
              democrática de la sociedad frente a la violencia, la fortaleza del
              Estado de Derecho como garantía de nuestras libertades y
              nuestro marco constitucional y estatutario han sido las referencias
              constantes de la búsqueda de la paz y lo siguen siendo
              plenamente vigentes.

              Quiero anunciarles finalmente mi intención de realizar consultas,
              conversaciones con todos los partidos democráticos a los que,
              desde ahora, solicito un esfuerzo de unidad y de acuerdo en aras
              a la consecución de la paz y de un futuro común que es, sin
              duda, patrimonio de todos».