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La buena dentadura se define en la gestación

El cuidado de la salud dental de una persona inicia desde su concepción. Según la odontóloga Norma Ushiña, la calidad de la dentadura depende de varios factores como son: la nutrición de la mujer en gestación, el cuidado que ésta le dé a su dentadura, y del control mensual de profesionales como son el ginecólogo y el dentista.

Según la profesional, los gérmenes de la primera dentadura (de leche) así como de la definitiva ya se encuentran en los fetos entre las 24 semanas de gestación, y el buen desarrollo físico como el dental también dependerá del consumo de suplementos vitamínicos que le medique el ginecólogo y del calcio recetado por el odontólogo; ya que una mujer en estado de gravidez pierde calcio no solo de su cuerpo sino también de sus dientes.

La especialista mencionó que “existe una idea errónea en la sociedad al pensar que una mujer cuando está embarazada no debe tomar ningún medicamento; antes de los tres meses de gestación podría ser aceptable, pero pasado este tiempo no, porque el feto debe nutrirse mejor y esto se lo consigue no solo con la ingesta diaria de una dieta sana, sino tambien de suplementos indispensables para la formación de la nueva persona.”

El cambio hormonal en la mujer embarazada hace que ésta sea más vulnerable a contraer caries o a sufrir una inflamación inicial de las encías, o gingivitis inicial debido al poco cuidado, a una limpieza inadecuada y a falta control dental. De no iniciar un tratamiento a tiempo, el daño puede ser peor, ya que pone en riesgo también la salud del bebé, porque todo lo que ingiere le llega al bebé y si la caries está en la boca de la madre, no podrá deglutir adecuadamente, dañando su estómago, y por ende los nutrientes que le llegan al bebé no serán de buena calidad, afectando al crecimiento fetal así como a los gérmenes dentales del mismo.

Luego del alumbramiento, con los antecedentes negativos de la madre, el niño es más propenso a contraer caries por el poco calcio que recibió en la gestación. De ahí que es vital el cuidado integral durante el embarazo. El panorama no es nada alentador en el crecimiento del infante si a esto se añade la utilización del biberón, la mala nutrición y la poca higiene.

Muchos padres, desde el nacimiento de los hijos, tienden a descuidarse de la salud bucal de los bebés, nadie limpia sus encías porque “sólo es leche materna” lo que ingiere, posteriormente “son sólo los dientes de leche”, cuando comienzan a aparecer los primeros dientes, dándole poca importancia a la edad más trascendental. Los cuidados y la higiene con cepillos más la utilización de un gel o pasta adecuados a la edad de los niños, no solo que limpian las encías y los dientes, sino que estimulan el crecimiento de las demás piezas dentales. A partir de los seis meses de vida, y a medida que crece el niño, se debe controlar cronológicamente la erupción de la dentadura con la ayuda del especialista. Es así que primero saldrán los dientes de abajo, siguen los dos de arriba, continúan los incisivos inferiores, posteriormente los superiores, completando hasta los 3 años las 20 piezas.

Cuando en la primera dentadura inicia un proceso de descascaramiento, significa que el niño tiene caries debido al uso del biberón que sobrepasó del año; a partir de esta edad se debe usar vasos con pico o con sorbete, y el control dental debe realizarse cada seis meses. A los tres años, luego que han brotado todas las piezas dentales, es aconsejable colocar un sellante, que es un producto que contiene fluor y funciona como una capa protectora para la dentadura, es un tratamiento indoloro y pasivo y evita las caries, lo que le servirá también en el buen desarrollo de la dentadura definitiva. Durante estos años hasta la pubertad se le colocará dos veces más dicho tratamiento. Para las piezas dentales donde se han detectado caries, se les debe realizar fluorizaciones periódicas.

En nuestra sociedad, la gente tienen la mala costumbre de asistir a un odontólogo sólo cuando existe un problema, cuando hay dolor, o cuando en los niños está cambiando la dentadura (dentadura mixta) entre los 7 y 9 años, y no se puede “sacarle” las últimas muelas de leche, para que salgan las definitivas; pero resulta que las definitivas salieron atrás de las de leche, y están cariadas por falta de control, en estos casos no solo del médico sino por descuido de los padres. No comprenden que todas las piezas son importantes, que cada molar cumple un papel, que son pilares de la digestión, razón suficiente para salvarle al molar, y sólo cuando nada se puede hacer se procede a la extracción.

Para este control también es importante realizar una panorámica periódica, porque tiene la misma categoría que el examen de sangre o de heces del control médico anual. ARS

 

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