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Es innegable el acumulado de lucha de los trabajadores y pueblos del Ecuador, que permtió la conformación de una tendencia de cambio, patriótica, progresista, de izquierda que viene gestándose en mayor nivel en los últimos años. Rafael Correa logró recoger los anhelos del pueblo, liderar esa tendencia, que desembocó en su triunfo electoral en el 2006. Se inició un gobierno que se mostraba distinto, con propuestas progresistas, nacionalistas, democráticas.

Luego de tres años, varias han sido las políticas gubernamentales en favor de los más pobres, como el bono de desarrollo, los kits agropecuarios, la mochila y desayuno esco lar, etc.; aunque en el trasfondo tengan un alto contenido asistencialista, populista y en algunos casos demagógico. Otro aspecto positivo de su gestión ha sido su posición en defensa de nuestra soberanía, que ha sido la vitrina a nivel internacional.

Pero desde hace algún tiem po, el gobierno se ha ido distanciando de sus propuestas originales. La derecha dentro del régimen ha logrado desplazar a los sectores más progresistas y democráticos, logrando el desgrane de algunos colaboradores y aplicando políticas antipopulares, desarrollistas y neoliberales. Todo el trabajo de la derecha, sus propias contradicciones internas, la naturaleza del gobierno y sus propios errores han ido minando su credibilidad y popularidad. Recientes encuestas le dan entre el 35% a 40% de aceptación.

Se ha abierto varios frentes con las organizaciones sociales, de maestros, estudiantes, indígenas, ecologistas, que han salido a las calles a reclamar sus derechos y a tratar de presionarlo para enrumbar el camino. Hechos de corrupción salpican a su gestión. Se ha sumado a su baja de popularidad la crisis energética, el desempleo, la pobreza, entre otros.

El doble discurso de Correa es pan de cada día. Lo que dice fuera del país, como en la UNASUR, contrasta con el autoritarismo, prepotencia, mesianismo y vanidad casa adentro, agravado por la criminalización de la protesta social. Dentro de este contexto es necesario profundizar sobre el tema Defensa, en la “revolución ciudadana” de Rafael Correa. Sabido es que uno de los primeros pasos en esta materia fue la aprobación de la Ley de Seguridad Pública y la creación de la Secretaria Nacional de Inteligencia, instrumentos al servicio del gobierno, que busca unificar a las inteligencias policiales y militares bajo un solo mando, tal como lo hicieron en Colombia. Dentro de esta Ley no se establece con claridad cuáles son las amenazas internas y externas, en tanto que se buscaría consolidar el criterio de criminalizar la lucha social, y como resultado tenemos la arremetida y represión contra las organizaciones sociales y populares, la detención ilegal de dirigentes populares, a quienes se les da calificación de terroristas, y como ejemplo tenemos el asesinato del profesor Bosco Wisuma y el encarcelamiento de Marcelo Rivera, presidente de la FEUE.

En diciembre, la Asamblea Nacional aprobó la Proforma Presupuestaria para el año 2010. El sector de Defensa representa cerca de 14% del gasto. Cabe señalar que este rubro está bajo la categoría de “necesidad de recurso nacional”, con lo que se quita fondos a otras áreas; la Defensa es, en tonces, uno de los sectores prioritarios del gobierno. El presupuesto de Defensa para este año es de 1.669 millones, con un aumento de 382 millones respecto del año anterior. Adicionalmente, el gobierno prevé destinar 400 millones para el fortalecimiento militar, es pecialmente en comunicaciones e inteligencia. Así lo ratifica el ministro de Telecomunicaciones, Jorge Glass, quien en declaraciones aseguró que garantizará el respaldo a las FFAA, en cuanto al acceso a las capacidades de comunicaciones, fibra óptica y celulares. Todo lo que requieran para su gestión.

Un dato adicional: en el 2008 el gobier no comprometió más de 500 millones de dólares de inversión militar para mejorar la capacidad operativa. En este mismo año el rubro para Defensa era del 10.70% respecto al PGE y del 3.41% respecto al PIB, superando a Colombia y Chile, que son los países con mayor porcentaje destinado a Defensa. Indudablemente, la prioridad en esta área, las ingentes cantidades de dólares en inversión a este sector para modernizarlo, fortalecerlo, equiparlo, es parte de la carrera armamentista en América Latina. El escenario que se presenta en el continente se torna amenazante, con la instalación de las bases gringas en Colombia, Panamá, Honduras y ahora un puesto estratégico: Haití. Estados Unidos está armando su rompecabezas de asalto, en la estrategia de retomar su hegemonía sobre Latinoamérica.

Ecuador no ha sido un obstáculo significativo para los gringos, al contrario, los hechos demuestran tolerancia de lado y lado. Nuestro país no ha dejado de involucrarse en el Plan Colombia, a pesar de que el gobierno de “la revolución ciudadana” predique otra cosa.


Un millonario Plan de fortalecimiento

 

Las Fuerzas Armadas, desde 2008, se plantearon un plan de fortalecimiento con una ejecución prevista hasta el 2011, que contempla a las tres ramas militares. Dicho plan poco a poco se va consolidando, aun más con la atención especial que este año va a tener.

Dentro de este plan existen varios datos que confirman la participación del Ecuador como yunque, papel asignado en el Plan Colombia. La frontera está vigilada con 16 destacamentos en las provincias de Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos. Los soldados poseen equipos de última tecnología para monitorear los caminos y bosques fronterizos. Computadoras y radios portátiles, cámaras fotográficas, gps, equipos que les permiten cubrir los 720 km de frontera.

Al menos 13 mil uniformados están operando actualmente en esta zona, teniendo en cuenta que el Ecuador cuenta con 35 mil militares, es decir, casi el 40% de la fuerza estaría destinada a la frontera colombo ecuatoriana.

En el 2008 la Marina compró lanchas rápidas, aviones no tripulados, y efectuó la modernización de sus equipos, como submarinos y corbetas. La Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) adquirió aviones supertucanos, helicópteros, radares y están por adquirir aviones supersónicos en España o Sudáfrica.


Plan de Defensa Patria 1

 

Todo este plan de for talecimiento cuadra con “Patria 1”, el nuevo Plan de Defensa de las Fuerzas Armadas para el Ecuador, adoptado a raíz del bombardeo en Angostura, donde se masacró y se violó la soberanía ecuatoriana. El objetivo es mejorar la operatividad y optimizar recursos en las tres ramas de las FF.AA. “Este plan fue hecho en función del cambio de los actores y de las amenazas al país”, afirmó el jefe del Comando Conjunto, FabiánVarela. Los nuevos actores y las amenazas seguramente son la insurgencia del pueblo colombiano y la lucha social en el Ecuador; los objetivos son a nivel interno y externo.

Patria 1 posee una zona de “Defensa 1”, que agrupa a siete provincias del norte, incluidas las limítrofes con Colombia. Es decir, establece una sola franja con un solo mando y con fuerzas componentes conjuntas. Este puesto de mando está ubicado en Ibarra, denominado Comando del Grupo de Tarea 1, y bajo su dirección está el control de las 5 provincias fronterizas: Esmeraldas, Carchi, Imbabura, Sucumbíos y Orellana. Y aún con esta evidencia, el Comandante de la Fuerza Terrestre, Ernesto González, dijo que “la misión de las FF.AA en la frontera es básicamente de contención para evitar y contrarrestar las fuerzas insurgentes”. ¿Acaso solo le cambiaron el nombre de yunque a contención? El papel de yunque es básicamente eso, contener a las fuerzas insurgentes de Colombia para que los militares colombianos cumplan su papel: el martillo que aplaste a la insurgencia. Las fuerzas armadas participarán además con operaciones especiales “selectas y secretas”, bajo la dirección del C omando Tarea 1, con sede en Ibarra. ¿Dónde quedó el discurso de que no vamos a involucrarnos en el Plan Colombia?

No solo las Fuerzas Armadas son actoras de este proceso, la Policía compromete sus esfuerzos en la zona de frontera. Recientemente se inauguraron tres destacamentos adicionales en La Bonita, Limones y La tola, en Sucumbíos y Esmeraldas. Sumados a estos estarían por construir 14 puestos de vigilancia, con cerca de 30 policías cada uno, en la zona limítrofe con Colombia, con el objetivo de controlar la seguridad interna en coordinación con el Plan Ecuador. Esto forma parte del plan del reforzamiento del control policial en la frontera norte.

Con estos destacamentos policiales y la presencia en la zona de frontera, se busca involucrar a la población civil con redes de informantes, delatores que cumplan con el papel asignado al Ecuador en el Plan Colombia. Está planteada además la participación operativa de unidades especiales como el GOE, GIR y grupos de inteligencia en temas delicados en la zona limítrofe.

 


La injerencia gringa en el país se mantiene

 

La pregunta que cabe es ¿dónde quedó el discurso de no a la injerencia de la CIA en las Fuerzas Armadas y Policía?

El 25 de agosto del año pasado sorprendió la firma de tres instrumentos bilaterales entre Ecuador y Estados Unidos, con el fin de mantener “los estándares de efectividad en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado”. En estos acuerdos, la DEA (agencia antidrogas de los EEUU, Drug Enforcement Administration) legalizó su trabajo en el Ecuador así como las operaciones conjuntas con la Policía Nacional. Inversión que representa cerca de 7 millones de dólares, adicionales a los 43 millones que Estados Unidos aportó en el 2008.

El pasado 14 de enero, EEUU donó equipos antiterrorismo a la Policía, avaluados en 150 mil dólares.Adicionalmente, el programa de asistencia antiterrorista de la oficina de seguridad diplomática proporcionará capacitación a la Policía para el uso de estos equipos. La Embajadora estadounidense sostiene que: “nunca se suspendió la colaboración entre la DEA y la Policía, la misma que es muy fuerte y muy importante”. Esto evidencia que a Correa no le molestaba la presencia gringa en el Ecuador, le incomodaba que no esté legalizada.

En el sector militar, desde el 2007, cuando asumió la presidencia Rafael Correa, Estados Unidos ha invertido 10 millones de dólares para la recuperación de la capacidad operativa fluvial y de comunicaciones de las Fuerzas Armadas ecuatorianas, dirigidas a la lucha contra el narcotráfico en la frontera.

No es de sorprender las estrechas relaciones y el “apoyo” gringo a los militares. En febrero de este año se evidenció aún más. Según el comandante interino del Grupo Militar de la Embajada gringa en el Ecuador, Paul Lemke: “4 millones se destinaron a proyectos de infraestructura, capacitación y modernización de las Fuerzas Armadas para operaciones ribereñas”.

El viernes 5 de febrero concluyó la capacitación militar en operaciones fluviales y ribereñas en la provincia de Esmeraldas, en el batallón de Infantería de Marina (BIMES), que realiza patrullaje fluvial a lo largo de la frontera, es decir, capacidad de combate en los ríos.Todo este programa contiene 19 cursos de capacitación fluvial y ribereña, con un costo estimado de 247 mil dólares, financiados por el Departamento de Estado yanqui.

Sumado a esto la entrega de obras de infraestructura en el Batallón de Selva 55 Putumayo, que cuenta con cerca de 60 militares, ubicado en Puerto El Carmen, provincia de Sucumbíos. ¿Por qué en esta zona? Pues porque este territorio es de influencia del frente 48 de las FARC, por tanto es un sitio estratégico para operaciones ofensivas, así lo demuestra el interés en equiparlo por parte de la embajada gringa, pues cuenta además con un punto de avanzada de abastecimiento de combustible para helicópteros, entre otras adecuaciones contrainsurgentes.

Lemke señaló que se ha invertido 950 mil dólares del presupuesto del Departamento de Defensa de EEUU, en equipos de comunicaciones. En contraparte, las Fuerzas Armadas ecuatorianas invirtieron una cantidad indeterminada para homologar el sistema de comunicación de los 720 kilómetros de frontera.

Resulta insuficiente este espacio para detallar estos y otros hechos. Basta un botón del mismo imperialismo norteamericano que da cuenta:“tenemos una cooperación admirable en todos los niveles de gobierno. La relación ha sido muy fuerte en todos los niveles y yo diría que, inclusive, ahora estamos viviendo nuestros mejores momentos en términos de cooperación”, Paul Lemke, Grupo Militar Embajada de Estados Unidos en el Ecuador.

En conclusión, el presupuesto en Defensa contrasta con la poca inversión para generar trabajo, para fortalecer el sector productivo o cumplir con lo que establece la Constitución en cuanto a porcentaje para Educación y Salud, inclusive a brindar mayor seguridad ante la creciente delincuencia y narcotráfico en el país.Tanto se ha invertido en la zona norte para la infraestructura militar y policial, pero poco o nada se ha hecho por mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.

Las políticas en materia de seguridad pública buscan criminalizar la protesta social, desprestigiar al movimiento social y a los líderes populares, así lo demuestra el trabajo de inteligencia que vienen realizando los organismos de represión estatales.

Y, finalmente, nadie compra tanto armamento para dejarlo guardado, es clara la participación del Ecuador en el juego del Plan Colombia, se están equipando, preparando, perfeccionando para su participación activa. El imperialismo norteamericano busca la regionalización del conflicto y ha puesto algunas de sus cartas sobre la mesa, las bases gringas en Colombia son un ejemplo de ello y también mensajes subliminales con el pretexto de combatir el narcotráfico y fortalecer el control fronterizo

 

 

Salud

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