Resurge en Europa, un conflicto militar que pone en evidencia la fragilidad de la paz mundial
Actuando al margen de la Organización
de las Naciones Unidas, ONU y de su Consejo de Seguridad, un organismo
regional, la Organización del Tratado del Atlántico
Norte OTAN, apoyado por Estados Unidos, tomó el 24 de marzo pasado,
la decisión de bombardear Yugoslavia a fin de obligarla a firmar
el
Tratado de Rambouillet.
Para el partido Unidad Revolucionaria
Nacional Guatemalteca, URNG, lo grave de tal decisión es que se
ha puesto en peligro la estabilidad internacional, toda vez que el conflicto
puede extenderse a otros países
que consideran en riesgo su propia
seguridad. Además, la población civil queda expuesta
a la pérdida de su vida, de sus bienes y a los abusos de las fuerzas
militares en conflicto.
Nuestro partido, que tiene como
eje central de sus relaciones internacionales, el propiciar la solidaridad
y fraternidad con todos los pueblos del mundo en un clima de respeto mutuo,
tolerancia y no injerencia
en los asuntos internos, considera
que de manera inmediata, el Consejo de Seguridad de la ONU debe emprender
las acciones que de conformidad con su Carta Constitutiva le corresponden
para restablecer la paz, la seguridad internacional y el derecho de los
pueblos a una convivencia pacífica.
En este marco, los intereses religiosos
y territoriales solo pueden tener solución mediante el diálogo
y la negociación. El respeto a la identidad y derechos
de los pueblos y las etnias es la única garantía
de convivencia humana a largo
plazo.
La extensión del conflicto
en Yugoslavia pone en riesgo la paz mundial y con ello la existencia misma
de la humanidad. La prepotencia militar debe dar paso al restablecimiento
de la negociación, toda vez que
los intereses de la humanidad
deben prevalecer sobre los de la industria militar, que resulta ser la
beneficiada al incrementarse la demanda de armamento con cada vez mayor
capacidad de destrucción. Los pueblos no pueden convertirse
en polígonos para el ensayo de armas y tecnología militar.
URNG considera que las iniciativas que tiendan a buscar una solución política al conflicto, garantizando los derechos de las partes y sus intereses específicos, merecen el respaldo de todos los pueblos que valoran con preocupación los riesgos de una nueva hecatombe mundial. La ONU debe jugar su papel en el restablecimiento de la paz y la seguridad en los Balcanes.
Guatemala, 5 de Abril de 1999
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