Sociedades anestesiadas
Gabirel EZKURDIA
SEMINARIO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES DE IPES-BILBO
 
 

Durante estos terribles días de "errores colaterales", en los que se ha generado sobre Yugoslavia y Kosova más destrucción que durante toda la II Guerra Mundial en los Balcanes y las víctimas de la "aséptica operación quirúrgica" atlántica pasan del millar "oficialmente", los ciudadanos y ciudadanas del nutritivo desayuno occidental seguimos anestesiados e inasequibles a cualquier sensación o estremecimiento mínimo que nos anime a tomar las calles y a desarrollar acciones efectivas contra la barbarie del nuevo orden anglosajón.

Durante toda esta década, los USA y sus instrumentos adláteres OTAN, NN.UU., C.S., cual Ave Fenix, han conseguido imponer los criterios desinformativos necesarios para que desde esta "cárcel de cristal" no se pueda ser consciente del papel que juega nuestra-la sociedad occidental en la legitimación de las políticas neocoloniales del imperialismo neoliberal del siglo XXI. Evidentemente, el paradigma de todo ello es el drama genocida que vive el pueblo de Iraq con 8.000 muertos (¿o habrá que decir óbitos?) mensuales por efecto del criminal embargo auspiciado por la unilateralidad anglófona (la misma que dirige e instrumentaliza la Alianza que masacra Yugoslavia y Kosova). ¿Acaso es consciente nuestra
sociedad de que su anestesia es clave para que se dé este tipo de políticas criminales de modo tan impune?

La desinformación, la manipulación informativa, la intoxicación, la mentira, las medias verdades, las claves del sistema deontológico de la mayoría de las corporaciones y multinacionales "informativas", son hoy la vanguardia e instrumento de las operaciones militares y demás operativos terroristas (¿acaso no es terrorismo, según decían por aquí, bombardear población civil?). Nada sería igual si desde el corazón de la Europa occidental próspera y América del Norte los ciudadanos/as informados y con criterio se movilizasen contra la guerra, la agresión y el fascismo. Esa es la carta con la que juegan
Clark, Clinton, Blair y compañía, con la de tener su opinión pública anestesiada, confundida, idiotizada.

Mientras tanto, los pocos conscientes, informados, formados, leídos, consecuentes... perdidos y enfrentados en un inmenso despropósito de debates, críticas y opiniones, que neutralizan la ya de por sí debil respuesta en un patético "quítame de ahí estas pajas", siguen ensimismados mirándose el  mbligo. El criterio surge de la información, que a su vez revierte en formación que define actitudes. Estas deben ser factibles con el consenso que, sobre un mínimo común denominador, debe permitir avanzar hacia un, hoy más que nunca, vital frente común de rechazo: a la guerra como instrumento, al imperialismo
neoliberal unilateral impune anglófono, a la limpieza étnica como práctica impune y efectiva en la
creación o constitución de proyecto político nacional alguno. Y en defensa del derecho de autodeterminación efectivo para las comunidades nacionales (¡Kosova lo es y nadie lo ha rebatido
argumentalmente!) que quieran construir su futuro democráticamente.