Un informe denuncia la complicidad del poder en la
violencia contra las mujeres

               La Organización Mundial contra la Tortura analiza agresiones a mujeres en 78 países.
                                           La violencia conyugal afecta al 100% en ciertos sitios

              En algunos países, el mero hecho de ser mujer es una amenaza  grave. Carin Benninger-Budel y Anne-Laurence Lacroix llegan a esta conclusión  después de hacer un estudio para la Organización Mundial contra la Tortura, una coalición de 200 ONG, sobre las diversas formas de violencia sobre las mujeres en 78 países, a veces con el consentimiento de los gobiernos. El informe ha sido        presentado ante la subcomisión de derechos humanos de la ONU.

              Las autoras del estudio basan su afirmación en las respuestas a un cuestionario enviado a 240 ONG, que proporciona un inventario de las formas de violencia -familiar, de la comunidad. del Estado-, cometidas contra las mujeres. Los países del Golfo no han respondido.

              Sobre la violencia conyugal, el informe cita, a modo de ejemplo, una encuesta realizada en la periferia de El Cairo. De cien mujeres de 14 a 65 años, todas decían haber sido víctimas de violencia doméstica: a diario, el 30%; al menos una vez a la semana, el 34%; una vez al mes, el 15%, y ocasionalmente, el 21%.

              La violencia conyugal es difícil de establecer dado que, a menudo, se comete con el       consentimiento de las autoridades del país.

              El Código Penal de Nigeria, por ejemplo, estipula que un hombre está en su derecho de “castigar razonablemente” a su mujer cuando considere que se ha comportado  mal, con la condición de que no le provoque heridas graves, como la pérdida de la vista, del oído o del habla, desfiguración, amputación o fracturas.

              La comunidad como tal también ejerce violencia sobre la mujer. Es el caso de la ablación, que se relaciona con la tradición y las obligaciones de la niña hacia el  hombre y el resto de los miembros de la tribu.

              El informe destaca el papel del Estado como agresor, especialmente las malas condiciones de detención y las torturas en la cárcel. La situación es particularmente difícil para las mujeres del sur de Sudán.

VIOLENCE AGAINST WOMEN / A REPORT
Carin Benninger-Budel
Anne-Laurence Lacroix
Editado por World Organisation Against Torture OMCT
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