LOS VIGILANTES DEL SILENCIO
Árboles que enfrentan el desconsuelo de una sociedad que vive entrerejas

Rosa Trujillo Bolaño

CHIPKO significa abrazo.
Este movimiento surgió en la India, porque,
las campesinas indues
se abrazaban  a los árboles con cadenas
para que no los cortaran.
Ellas hicieron  de esto un movimiento político
que demuestra el real significado de la  acción humanitaria
de los países europeos, con lo que fue
la revolución verde.

LA  NUEVA CIUDADANIA PASA POR ENSEÑAR CÓMO VIVIR EN CIUDADES ENREJADAS
CON ARBOLES CORTADOS Y RIOS DE DESECHOS.

Existen muchas cátedras en las universidades hablando de la ciudadanía y la participación política. Estudios interdisciplinarios sobre el nuevo siglo y el cambio en los patrones de comunicación. Y ya no se habla de movimientos sociales, sino de redes, incluso se ha desarrollado una nueva psicología cibernética. Pero nosotros  ciudadanos del tercer mundo nos encerramos  en prisiones individuales. Estos estudios quizás deberán contemplar, la descripción-lectura e integración de las nuevas formas de vida que llevamos (mascaras para respirar gases tóxicos, filtros para tomar agua, laboratorios para clonar seres vivos, sistemas de alarmas electrificados, jardínes de plástico, animales mascotas producidos para el consumo de naturaleza que puede ser vendida, etc, etc ).

Estas líneas son la descripción de un valle atrapado entrerejas, con un rio de excretas y desechos industriales,  y miles de arboles cortados fuera de tiempo.
Queramos o no, estas son nuestras visiones. Tengamos dinero o no, la cultura del miedo y la violencia nos impone una ciudadanía de estiletes, clavijas, guijarros de botellas que  evitan el encuentro con las manos, clavos y alambres que recuerdan la cultura de la edad media.
Desde el kinder aprendemos a traspasar puertas y guardarnos con cerrojos. Hemos construido soluciones a la violencia que ya no se pueden sostener porque amenazan nuestra propia posibilidad de vida. ¿Cómo imaginarán el futuro nuestros niños en el próximo siglo, si viven en ciudades prisión?
Creemos estar a salvo cuidados por  una Seguridad que atraviesa y  cubre pasamanos, y  utiliza  vidrios blindados en las ventas de tickets del metro.
Nuestros niños viven en la calle, en ranchos, o en casas limitadas por puertas blindadas. Todos los días para entrar a la casa debemos atravesar varias  puertas. Los balcones también están protegidos con rejas que impiden cualquier salida de emergencia.
Cerrojos, alcabalas, herrajes, vigas doble T, atraviesan  las urbanizaciones y barrios de los más ricos y  de los pobres. Las palancas se esconden debajo de los asientos de los carros y en aquella rendija por donde entraba  el sol y podíamos meter la mano para abrir la puerta. Las he visto en las calles, rodeando los arboles, las matas de rosas, y aquella ceiba cuyo tronco es un corazón quebrado.
Hemos engordado la industria de la falsa seguridad. Desesperados por el miedo construimos soluciones individualistas que sólo nos conducen a instaurar cada vez con más solidez un régimen de violencia. Nuestro Delirio postmoderno son los grandes edificios y puertas, llaves, claves secretas. Todo ello nos ha llevado a un  cerramiento general. Mientras nos escondemos temblorosos o esquivamos y forcejeamos una sonrisa. Podemos introducirnos en la superautopista informática. Reproducir  lo inaprensible, la misma sonrisa, aquella forma de caminar y hasta la misma manera de morir. Los edificios se yerguen sobre nosotros,  en grandes espacios que a las siete de la noche se quedan solitarios. Copiamos programas políticos a diestra y siniestra y dejamos a un lado nuestra mayor riqueza por ejemplo caballos policías, que aveces se tan a las rejas, como si estuvieran en el Buckingham Palace de Londres, pero no,  estamos en la Plaza Venezuela.

LOS JARDINES DEL DESENCANTO
La visión de nuestra naturaleza  se recorta y queda atrapada a un esquema de líneas fijas que construye realidades cinéticas con espejismos virtuales del pedazo de árbol que queda queda, o el pedazo de luna reflejada en la ventana del frente.
En nuestra ciudad se sustituyen arboles y flores por jardines hechos a base de cemento, bloques partidos y piedras pintadas, entre las cuales sobresale una que otra flor o cactus. Una moda urbanistica que produce dinero para muy pocos  y calor para muchos. A pocos meses de su inauguración, estos jardines son basureros que surgen entre ramas secas. En Caracas, los árboles son mutilados y sustituidos por construcciones.
El siglo veinte intenta imitarlos,  con claves de tela, con códigos de papel. Son tan parecidos que hacen dudar sobre la realidad. Sin embargo, se resisten a morir. Sobresalen de las aceras. Hacen temblar sus  cuerpos atravesados por cabillas. Se amoldan a las rejas y cuando crecen las abrazan, haciéndolas formar parte de su estructura celular. Se hacen amigos de los gusanos y ofrendan su piel interna, o dejan caer escamas de corteza, como vestigio de un sacrificio urbano que profetiza futuras asfixias, entre una luz incandescente. La presencia de sus cuerpos mutilados y heridos es un simbolo del futuro que podría esperarnos. Pero otros permanecen en silencio, con la fuerza de los dinosaurios. Son testigos de nuestra ignorancia y algunos sobreviven, pese a los esfuerzos por  talarlos sin tomar en consideración la Luna, ni la hora, ni por donde.

UN SIMBOLO POLÍTICO LA CEIBA DE SAN FRANCISCO
Muy pocos hablan de ella. Siempre está allí, dispuesta a mirarte, a mostrarte su cuerpo desnudo. Como la Gioconda te observa desde cualquier ángulo, por los multiples ojos que le surgen en el tronco. Por un lado parece mujer y por otro hombre. Tiene cuerpo de estampa. No tiene problemas con declararse bisexual, porque después de TANTOS  años, a quién le importa el qué dirán.
Conoce los sucesos del día y de la  noche. Ha sido testigo de manifestaciones y levantamientos políticos. Es el verdadero guardaespaldas de la Iglesia de San Francisco en el Silencio. Permanece erguida por encima de  accidentes, violaciónes, asaltos. Ahora ampara entre carteles amarillos a la gente pro defensa de los derechos humanos, PROVEA, mientras sus integrantes caminan frente al congreso denunciando la Ley que elimina la seguridad social y favorece la salud privada
¿Y CUAL ES NUESTRA PROPUESTA DE NATURALEZA PARA EL 2.000?
Negar la realidad. Aceptarla tal como es. Encerrarnos con nuestra televisión por cable. Comprar más alarmas y cerrojos. Decirle a nuestros hijos en las escuelas que no se comuniquen con extraños. Crear jardines virtuales, y rios imaginarios. Invertir en colonias espaciales. O pensar también en otras alternativas para transformar esta realidad. Abrir cátedras de discusión en las escuelas. Leer los mensajes que la naturaleza nos da puede ser una de estas enseñanzas.Tal vez, aunque parezca demasiado violento, hemos de enseñar a leer lo que está en la calle para poder transformarlo. No es necesario un estudio sobre las especies arbóreas para darse cuenta de la vida que llevan estos seres que son los únicos productores de las especies de seres vivos.
Tenemos un ejemplo en el Hatillo con la destrucción de la hilera de arboles que unian al viejo pueblo -ahora convertido en centro turistico-, con la Lagunita. O el paísaje de montaña arrasada en Loma Linda.