I Encuentro de Mujeres Periodistas en Centroamérica (17 y 18 de julio de 1998)
 

SENSIBILIZAR, UN RETO PARA LAS PERIODISTAS
Rosalinda Hernández Alarcón

Las mujeres están llamando a las periodistas a que "nosotras seamos su voz, mientras ellas la recuperan, y demos fe de los hechos. Y no lo piden a gritos, como tantas veces lo hacen otros. Mujeres inmersas en un silencio impuesto... Sabemos que están ahí. Volver a la sensibilidad
quizás sea, entonces, el punto de partida para la tarea que tenemos pendiente. Y luego, ir más allá, y decirlo".

Con estas palabras de Laura E. Asturias dio inicio el I Encuentro de Mujeres Periodistas en Centroamérica, realizado el 17 y 18 de julio, en el que participaron alrededor de 40 periodistas de México, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Guatemala.

En cuatro jornadas de trabajo compartimos reflexiones. La actividad fue convocada por: Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC-México), Periodistas para el Desarrollo, el Club de Prensa Extranjera de Guatemala y el Suplemento Feminista ~laCuerda~.
 

Noticias con mirada de mujer

Las mujeres periodistas tenemos que variar nuestra mirada a la hora de informar, pensando que todo está construido por hombres y mujeres, reflexionando que los mandatos de la cultura tradicional lesionan a los excluidos y marginados de ambos géneros. Tenemos que cuestionar nuestros
valores respecto a lo que es importante y no es importante. Tenemos que mirar a las mujeres cuando hablamos de economía, política o cultura. Ello nos dará una perspectiva distinta de un mismo hecho.

Luego, tal vez empezar por cuestionar cómo jerarquizamos esa información y cómo podemos influir en nuestro medio de comunicación para que sea más democrática, incluyente, plural, es decir, genérica, que considere la diversidad de opiniones, acciones y acontecimientos.

Cada día somos más y más mujeres en los medios, si nos esforzamos, es posible que logremos muy pronto tener otro contenido y otra jerarquización en las noticias. Pronto haremos otro tipo de periodismo.

Sabemos que será necesario superar las resistencias de los/as editores/as y también de las/os receptoras/es de los medios. No ignoramos que nuestra tarea no es cosa fácil; por ello, tendremos que
darnos algunas estrategias convenidas y colectivas para ir rompiendo los muros de la inmovilidad y las ideas de que no es posible cambiar.
 

Elementos de estrategia para incidir

La resolución y prevención de conflictos, el ejercicio de la tolerancia a la diversidad y a la discrepancia, las prácticas de consulta, diálogo y concertación, así como la apertura de espacios, suponen democratizar el manejo de la información.

Si los procesos de transición a la democracia, reclaman flujos de información equitativos, es a partir de que los agudos conflictos sociales en Mesoamérica, que incluyeron enfrentamientos armados,
generaron amplios silencios, se propagaron mentiras o medias verdades, se ignoró a las mayorías, entre ellas, las mujeres y las comunidades indígenas; en suma, privó la desinformación.

Al reflexionar sobre el tema, consideramos que a través de nuestra profesión, podemos incidir para democratizar los medios. Coincidimos en caracterizar un proceso de incidencia como:

- La capacidad de influir en temas de interés público para crear corriente de opinión.
- La posibilidad de intervenir a través de la palabra para generar acciones y movilización.
- La capacidad de influir en la toma de decisiones de los sectores de poder.
- Hacer visibles a las/os excluidas/os, así como abrir espacios para concretar cambios.

Este propósito nos demanda una práctica profesional con veracidad, contexto de la realidad, investigación y ejercicio ético.

Una estrategia para ganar espacios en los medios además implica la definición de intereses comunes; el establecimiento de relaciones y alianzas entre periodistas mujeres y hombres, entre periodistas y grupos de mujeres y otros de la sociedad civil. De tal manera que necesitamos una agenda para definir procesos de convergencia, uso de tecnología, monitoreo de información, entre otras cuestiones.

Como requerimientos de información están: la defensa y promoción del derecho a la justicia; recuperación de la verdad del pasado; fomento a la equidad de género, edad y etnia; evidenciar a los sectores de poder que se oponen a los cambios democráticos; cuestionar el autoritarismo
así como promover el respeto a la diversidad y la participación ciudadana.
 

Una experiencia, una realidad

La Red Nacional de Periodistas en México, constituida en 1995, la integran más de 200 periodistas, cuyo objetivo general es evidenciar en los medios de comunicación masiva la situación de las mujeres y promover el cambio de su condición actual en la sociedad.

Con la Red lograron romper dos mitos: "uno, que las mujeres sí podemos trabajar juntas, y dos, que los asuntos de las mujeres pueden ocupar primeras planas", precisó la reportera de CIMAC, Lucía Lagunes.

Las -y ahora también los- integrantes mantienen lazos de unión con profesionales del mismo gremio, así como organizaciones no gubernamentales y grupos del movimiento social. Su compromiso es sumarse a determinadas campañas, entre ellas: Día de la Niñez, Día de la Madre, Día de la Mujer y Día de Acción por la Salud de las Mujeres.

El trabajo conjunto, "estar enredadas", les ha permitido que una noticia se publique en al menos 50 medios. "Eso es lograr incidencia", comentó la periodista Lagunes.
 

Nuestros acuerdos

Las 40 periodistas acordamos:
* Pronunciarnos por el verdadero cumplimiento de los acuerdos de paz de paz en Guatemala, que se traduzca en la atención a las demandas más sentidas de las mayorías.
* Realizar una próxima reunión en enero de 1999.
* Compartir información y espacios de comunicación.
* Difundir la iniciativa de un proyecto centroamericano de periodistas.
* Promover reuniones con mujeres periodistas en El Salvador, Nicaragua,
Costa Rica, Panamá y Guatemala.

* Fragmentos de la ponencia "Género, mujer y medios de comunicación", de
la periodista mexicana Sara Lovera.
** Contiene algunos elementos de la ponencia "Procesos de paz, periodismo y mujeres", de Rosalinda Hernández Alarcón.