Salud Sexual y Reproductiva
UNA PROPUESTA DE LEY

Por Clyde Soto

(FEMPRESS) Varios meses de trabajo han dado como resultado la presentación del primer borrador de discusión del Anteproyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva en Paraguay. La propuesta, elaborada por la Coordinación de Mujeres del Paraguay (CMP), tiene como propósito reglamentar los artículos constitucionales que establecen el derecho de las paraguayas y los paraguayos a ejercer sus derechos reproductivos, y que protegen y promueven la paternidad y la maternidad responsables.

La primera jornada de debate fue realizada en la sede del Congreso Nacional. Era hasta emocionante encontrar que en ese espacio, donde se deciden asuntos relevantes para la vida nacional, un grupo de mujeres, y algunos hombres, se reunió a discutir a profundidad cada uno de los artículos que la CMP propone para la presentación al Parlamento.

La presencia de Susana Chiarotti, de CLADEM - Argentina, y de Susana Galdós, del Movimiento Manuela Ramos de Perú, fue clave para conocer la situación que se vive en la región con relación a los derechos sexuales y reproductivos. Ellas contaron diversas experiencias de reglamentación de estos derechos, así como los argumentos y las vicisitudes que las mujeres pasan cuando intentan pasar de la dominación y el control sobre sus cuerpos, su sexualidad y su vida reproductiva, a la autonomía, el mutuo
respeto y la igualdad de oportunidades en estos aspectos. Y es que justamente gran parte de nuestras sociedades patriarcales y
discriminatorias han sido construidas sobre la base de un control férreo sobre las mujeres, sobre todo en lo que a su conducta sexual y a su reproducción se refiere.

Por ello, las propuestas contenidas en el borrador de discusión de la CMP pueden ser consideradas casi revolucionarias para una  sociedad como la paraguaya, marcada aún por el extremo conservadurismo en sus ideas sobre el lugar y el papel que deben cumplir las mujeres. Se plantea en el anteproyecto que los derechos sexuales y reproductivos deben garantizar a las mujeres y los hombres la decisión libre y responsable, sin coacciones ni violencia, sobre todos los temas relacionados con la sexualidad y la
reproducción; el acceso a la planificación familiar y a los servicios de salud reproductiva, con garantías de privacidad y confidencialidad de todos los servicios, incluso para las y los adolescentes; estar libres de toda discriminación, incluyendo a las que se basan en la orientación sexual; así como el acceso a la educación sexual y a la prevención, detección y tratamiento de las enfermedades del aparato reproductivo. Se especifica además que el derecho a la vida de las mujeres abarca la idea de que la
vida de ninguna mujer debe ser puesta en peligro por razones del embarazo, parto o puerperio.

Entre los artículos propuestos, son detalladas las obligaciones del Estado en estos temas: formación especializada a quienes proveerán atención en salud, atención primaria, enseñar sobre responsabilidad compartida entre hombres y mujeres, atención de afecciones de la salud sexual y reproductiva (incluidas las enfermedades de transmisión sexual, entre las que se especifica al VIH/Sida), servicios de información, promoción y protección de los derechos de las mujeres. El Estado además debería, según la
propuesta de la CMP, garantizar servicios accesibles relacionados con el control y atención del embarazo, parto y postparto, así como de las complicaciones relacionadas con estos momentos de la vida reproductiva. Muy relevante es que se especifique, como obligación del Estado, proporcionar una atención humanizada y confidencial del aborto incompleto, dado que hasta ahora ésta es una de las principales causas de la elevada mortandad materna en Paraguay.

Con relación al aborto, se incluyó en este borrador la propuesta de que no será exigible la continuación del embarazo ante algunas situaciones específicas, como cuando la mujer no haya alcanzado determinada edad al momento de la concepción, o cuando el embarazo sea producto de una violación. Desde luego, este tema fue el que dio pie a más discusiones durante la reunión, ya que algunas participantes relacionadas con sectores corrientemente denominados pro vida se oponían rotundamente a que fuera
incluida la propuesta. También causó polémica la sugerencia de expresa salvaguarda del derecho de las y los adolescentes a la intimidad, confidencialidad y el respeto de su salud sexual y reproductiva, así como del derecho de éstos al acceso a información, orientación y servicios, sin distinción de sexo.

Pero, evidentemente, el camino recién comienza. Ya comenzaron a circular en el país panfletos contra la CMP, acusándola de promover "la cultura de la muerte", o artículos periodísticos que relatan cómo se promoverá el aborto a partir de esta ley. Lo que no se dice desde los sectores opuestos a la legislación de estos derechos, es cuánto se enferma y cuánto se muere en el
Paraguay a causa de los malos servicios, de la falta de información sobre temas sexuales y reproductivos y de la criminalización del aborto, una práctica ante la que se cierra los ojos porque justamente quienes más la sufren son las que menos voz poseen.