FEMINISTAS PALESTINAS EN ISRAEL: AL FANAR.

Estracto de la entrevista a Manar Hasan, una de las fundadoras del grupo, publicada en Africa, América Latina. Cuadernos Nº 19 (Sodepaz). AL FANAR . Organizaciones de mujeres palestinas en Israel.

Extracto:

  • Sobre la actitud de los partidos -incluida la izquierda- con la causa de la mujer.
  • Si en su propia sociedad se ignora la opresión de la mujer incluso a pesar de lograr la independencia nacional no cambiará la situación de las mujeres, sencillamente "cambiará un opresor por otro".
  • El "honor familiar", clave en la opresión de las mujeres palestinas.
  • El asesinato de jóvenes en nombre del "honor familiar"
  • El Estado de Israel, interesado en perpetuar el patriarcado en los palestinos porque facilita el control social.
  • El problema de la herencia. Las mujeres renuncian a su herencia y como comensación logran la protección de la "familia". Como precio: ser menor durante toda su vida.

  • Fundación de Al fanar... Se fundó a principios de 1991 como iniciativa de algunas mujeres palestinas ciudadanas israelíes y que viven en el norte de la región: Galilea, Haifa, etc. Decidimos que había llegado el momento de fundar una organización completamente independiente para que luchara por nuestros intereses, como mujeres y como palestinas.

    Ninguna de las organizaciones existentes, ni ninguna de las organizaciones políticas reflejaban nuestros intereses...No había organizaciones independientes. Las principales organizaciones de mujeres eran, y todavía son, departamentos de organizaciones políticas como "Tandi", el Movimiento de las Mujeres Democráticas en Israel -vinculado al Partido Comunista- o el Departamento de mujeres de Ibna Al Balad -Hijos del Pueblo- una organización progresista en Israel. Estas organizaciones de mujeres han estado, de hecho, sujetas a los programas políticos de sus organizaciones matrices, que se percibían como prioritarios a los intereses de las mujeres. La cuestión de la situación de las mujeres estaba siempre marginada de las discusiones políticas y ni siquiera figuraba en la agenda de estas organizaciones. Las mismas mujeres y sus partidos se abstenían de plantear temas que pudiera entorpecer a estas organizaciones o arrastrarlas a una confrontación con la tradición patriarcal. Además, nosotras no podíamos ser parte de las organizaciones de Cisjordania y de la Franja de Gaza, que limitaban la condición de miembros a las mujeres residentes en los territorios ocupados en 1967. Esta es una postura que no podemos aceptar, porque supone aceptar la división del pueblo palestino. Por el contrario, Al Fanar está abierta a admitir como miembros a las mujeres de toda Palestina, es decir, a las mujeres de los territorios ocupados del 67 y del 48, siempre que acepten nuestro programa. Pero incluso si hubiéramos podido participar en estas organizaciones no lo hubiéramos hecho dado que nuestra crítica hacia ellas es similar a la que hicimos a las organizaciones de mujeres palestinas dentro de las fronteras del Estados de Israel. Las organizaciones de los territorios ocupados en el 67 tampoco eran independientes, era departamentos o escaparates de organizaciones políticas y para ellas, igualmente, la cuestión de la situación de la mujer era un problema marginal.

    ¿Qué explicación dieron las organizaciones políticas para excluir el tema de la situación de las mujeres de sus agendas políticas? Las organizaciones políticas palestinas de ambos lados de la línea verde adoptaron la "doctrina de etapas". De acuerdo a ello, ahora estamos en la etapa de la lucha nacional -en los territorios del 67- o en la lucha por la igualdad de derechos -en los territorios de 48- por tanto, cualquier cosa que, en su opinión, interfiriera en esta lucha debía ser desechada, pues podría debilitar la lucha principal. Esto fue un acercamiento destructivo que excluía la cuestión de la situación de las mujeres de su agenda y posponía la cuestión de la liberación de las mujeres "al final de los tiempos".

    Tambien las organizaciones de izquierda utilizaron esos argumentos... Rakah -el Partido Comunista- por ejemplo, declaró abiertamente que el asunto de la situación de las mujeres, especialmente la cuestión del "honor familiar" tenía que ser pospuesto hasta la consecución de la igualdad política con los judíos. Recuerdo que una vez , en el pueblo de Yassif, algunas de nosotras distribuimos un panfleto protestando por el intento de asesinato de una mujer de Tuba y el asesinato de una mujer de Taibe. Cuando Morkus, del Partido Comunista leyó el panfleto dijo: "¿Crees que tenemos tiempo para dedicarnos a esta tontería? Ahora tenemos la Intifada y euna lucha nacional y política y no deberíais dividir nuestras filas con estos asuntos tan ridículos." De hecho, las mujeres que fundaron Al Fanar fueron anteriormente miembros de organizaciones políticas tales como Rakah, Matzpen, Ibna Al Balad, así como de otras organizaciones que habían procurado ocuparse de la situación de las mujeres palestinas. Sin embargo, de una forma u otra, cada organización, a su manera, subordinaba la cuestión de la liberación de las mujeres a otras luchas a las que otorgaba prioridad. Nadie se tomó la molestia de entender que las mujeres son, de hecho, el grupo más oprimido, incluso dentro de otros grupos oprimidos y que posponer su lucha significa ceder y someterse a la tradición patriarcal y evitar que las mujeres entren en el plano público de la política. La izquierda radical israelí se ha creado una imagen idealizada de la sociedad palestina, que lucha por su liberación nacional, y se abstiene de criticarla. Para la izquierda israelí el pueblo palestino, como pueblo oprimido, tiene que ser automáticamente progresista. Cuando las feministas palestinas empezaron a criticar a sus jefes y a la sociedad palestina en general hubo mucha indignación. La izquierda sintió que estaba amenazada la imagen idealizada que se había creado del pueblo palestino y para intentar evitar que se viniera abajo rechazó la crítica. En mi opinión este error forma parte de lo que hizo que la izquierda se debilitase y se transformase en un elmento marginal del mapa político.

    (...) El hecho de ignorar que la mujer está oprimida en su propia sociedad y quedarse satisfecho con una independencia nacional formal, no cambiará la situación de las mujeres, sencillamente cambiará un opresor por otro.

    (...) Nosotras las mujeres palestinas crecimos en un ambiente en el que cuando se planteaban cuestiones importantes, nosotas callábamos y eran los hombres los que hablaban. Se suponía que nosostras haríamos el trabajo de casa y mientras limpiábamos se nos permitía escuchar a nuestros padres y hermanos discutiendo los asuntos políticos: los acontecimientos del momento y las discuisones teóricas. Nunca se nos daba la oportunidad en nuestra infancia de expresarnos de la misma forma que lo hacían nuestros hermanos. .... Mas adelante, cuando empezamos a participar en actividades políticas tuvimos que empezar a aprender desde cero a expresarnos y formular ideas. Así pensamos en trabajar en grupos mixtos -hombres y mueres- mientras tuviéramos que edurcarnos y forzarnos y expresarnos y hablar de nuestros sentimientos nos habría paralizado. Finlamente comprendimos que debíamos organizarnos independientemente sobre una base autónoma. ... Nuestra organización es en la práctica una escuela activa para que las mujeres participen en la esfera pública y política.

    Al Fanar, una organización indentificada especialmente por su lucha contra los asesinatos por razones del llamado "honor familiar". Esta cuestión encierra la esencia misma de la situación de las mujeres palestinas. Cuando empezamos la lucha nuestra meta principal fue plantear el tema en la vida pública de la sociedad palestina. Era un tabú que nuestra sociedad había guardado bajo llave en el fondo del subsconciente. Por un lado el fenómeno se aprovechaba de una legitimación y un consenso tácitos; por otro lado la forma pública de tratar el problema era negarlo. Nosotras queríamos arrancarlo del fondo del subcsonciente, hablar de ello y provocar una discusión pública. (...) Siempre tuvimos claro que la cuestión de el "ard", el "honor" de la familia es la clave de la opresión de las mujeres palestinas y constituye un obstáculo para nuestra liberación como pueblo. Porque un pueblo que está todavía tan atrasado como para pensar que el honor de un hombre se encuentra en los cuerpos de sus hermanas o hijas no tiene posibilidad de conseguir su liberación nacional. Es mucho más fácil mandar sobre un pueblo débil y atrasado que sobre personas críticas y racionales. Se puede ver la relación entre nuestra opresión como mujeres palestinas y nuestra opresión como pueblo si nos fijamos en la forma en que el Estado utiliza a las instituciones más retrasadas de nuestra sociedad. En las primera épocas de trabajo en la organización observamos que cuando las mujeres jóvenes y las niñas escapaban de sus familias acudiendo a la policía, ésta las devolvía a sus familias. Para ello utilizaban a los "sheikhs" y otros notables, que son de hecho colaboradores. Cada región tine su sheik que es responsable de devolver a las mujeres a la muerte; mientras la policía les hace firmar garantías de que estas mujeres no van a sufrir ningún daño, a veces ocurre que son asesinadas antes de las 24 horas de su devolución.

    El Estado de Israel y su gobierno estan interesados en reforzar el liderazgo patriarcal tradicional sobre nuestra sociedad, así como en evitar cualquier rebelión contra el Estado. Después de que la base de este poder económico patriarcal -la propiedad de la tierra- les fuera arrebatada, su situación en la familia y su dominio sobre las mujeres fue reforzado como comensación, al mismo tiempo que servía al estado de Israel como una nueva fuente de poder que aseguraba su dominio sobre los palestinos que permanecían aquí.

    (...) Todos los demás aspectos de la opresión tales como el matrimonio forzado, matrimonios de menores, o parentesco cercano e incluso el impedir que las mujeres estudien está relaiconado la cuestión del honor familiar. Si los hombres de una familia toman la decisión -que en esencia es una decisión política-de casar a su hija con su sobrino y la joven se opone y lo rechaza, se la considera como una rebelde que ha mancillado el "honor familiar".

    LA HERENCIA - Otro ejemplo está relacionado con las leyes de la herencia... de acuerdo con el Islam una hija tiene derecho a la mitad de la herencia a la que tiene derecho un hijo. Pero en la práctica la mayoría de mujeres se abstienen de reclamar aquello a lo que tienen derecho porque la norma que se ha impuesto es que una mujer que lo reclama comete un acto que se llama "aib" es decir, es vergonzoso. Durante una investigación que dirigí, entrevisté a una mujer de más de 80 años. Me mencionó que su familia había sido propietaria de grandes extensiones de tierra. Cuando le pregunté porque no había recibido su parte contestó que habría sido "aib" que lo reclamara y que si lo hubiera hecho, su hermano habría dejado de visitarla en casa de su marido y no le traería regalos y no la ayudaría más en caso de necesidad. Me habló tambien de otra mujer que reclamó su herencia y, como consecuencia, hoy es tratada "como un perro" en casa de su marido y sus hermanos ya no la visitan.

    Se ha creado una especie de acuerdo tácito entre el sistema familiar y la mujer que dice: Despídete de tu herencia y nos ocuparemos de ti. Si te quedas viuda o te divorcias o te escapas del marido que te pegue tendrás un lugar donde volver, y te cuidaremos y protegeremos. Este fenómeno es muy significativo porque en la sociedad palestina una mujer que se casa y se va a casa de su marido a vivir -especialmente si no es pariente de la nueva família- de hecho realmente no acaba de pertenecer a ella y es como una extranjera hasta su muerte. Su verdadera "ciudadanía" siempre pertenece a su familia de origen, la mujer lleva en su cuerpo la reponsabilidad del (cuestionable) "honor familiar", incluso cuando está en la casa de su marido. En la práctica, el verdadero "convenio" entre las mujers y los hombres de su familia de origen establece que, a cambio de que ellas renuncien a sus derechos de herencia, que es de hecho ceder a su derecho de independencia, los hombres continuarán controlándolas como a una menor el resto de sus vidas. No hay practicamente ningún aspecto de la opresión de las mujeres que no esté conectada con el honor familiar. El cómo camina, como habla y con quién, si trabaja y dónde, si va a estudiar, qué y dónde, si se casará y con quién, todo esto es parte de ello. (...) tambien la forma en que la sociedad se refiere a las trabajadoras está distorsionada por ello, se les estigmatiza como sospechosas inmorales y como amenza al honor familiar. Un miembro árabe de la Knesset -el parlamento israelí- me dijo que "las mujeres trabajadoras cuentan a sus padres que van a trabajar, pero realmente van a mezclarse de forma permisiva con los hombres".

    Luchamos por un completa igualdad. A la vez que luchamos por la igualdad con los hombes palestinos lo hacemos junto a ellos por la igualdad con los hombres judíos y por una total igualdad nacional entre las dos comunidades. No conducimos nuestra lucha por la igualdad entre hombres y mujeres en sociedades distintas -israelí y palestina- porque eso, desde nuestro punto de vista sería apartheid. Luchamos por la total igualdad dentro de nuestra sociedad y en el Estado de Israel. Nuestro objetivo es una sociedad democrática igualitaria y secular sin opresion nacional ni de género.