LA SITUACIÓN DE LAS MUJERES DALIT EN EL MARCO DE LA OPRESIÓN DE LAS MUJERES

Antecedentes

Nepal es un país de geografía muy variada, como también lo es su clima. Dentro de su territorio se halla el Everest, la montaña más alta del mundo, pero existen igualmente tierras muy bajas, tan sólo a 150 metros sobre el nivel del mar, y la composición social y étnica del país es asimismo variada. En gran parte, el estilo de vida nepalés está dominado por la religión hindú, que divide al conjunto de la sociedad, de acuerdo con las castas, en cuatro grandes grupos, conocidos como brahmanes, chatrias, vaisias y sudras. A lo largo del tiempo la doctrina de las castas ha provocado el desarrollo de una sociedad rigidamente jerárquica, en la que los brahmanes están en lo más alto y los sudras, a los que de ahora en adelante se designará como dalit, en lo más bajo.
La palabra dalit significa literalmente «alguien que emerge de un pantano». Las personas que pertenecen a esta comunidad viven en un pantano de ignorancia, explotación, marginalización, pobreza absoluta y, sobre todo, discriminación por razón de su casta.
Según un censo de 1991, las comunidades dalit representan el 15,57% de la población total del país. Hay quien argumenta, sin embargo, que muchas subcastas dalit no están incluidas en esta cifra debido a la complejidad del sistema. Se calcula, en consecuencia, que la comunidad dalit abarca el 20% de la población total del país,
 

es decir, 4 millones, y que la población de mujeres dalit es la mitad de esa cifra, es decir, 2 millones. En general, si se quiere describir a un dalit hay que decir de él que es analfabeto, que no tiene trabajo ni tierras, y que es pobre, ignorante y dócil, no conoce la higiene, sufre explotación, está sucio y enfermo y es ignorado por el resto de la sociedad. La comunidad dalit ha perdido la autoestima y la dignidad como resultado de cientos de años de discriminación social, explotación y marginación. Pese a todo ello, los dalit son excelentes artesanos. Las estadísticas, sin embargo, ponen de manifiesto que están muy atrasados en el proceso de desarrollo comparados con otros grupos dentro del sistema de castas. A diferencia de otros grupos étnicos, los dalit están repartidos por todo el país.
En el contexto actual de globalización del problema de la mujer, las nepalesas de diferentes sectores de la sociedad están alzando su voz para protestar contra la discriminación y la explotación. El gobierno ha creado ya un ministerio independiente para el Desarrollo de la Mujer y una sección autónoma que se ocupa de cuestiones relacionadas con la mujer a nivel nacional e internacional; ambas pueden considerarse buenas iniciativas, pero es desafortunado que el problema de las mujeres dalit no haya alcanzado rango nacional dado que suponen el 10% de la población total del país. Si los problemas y las preocupaciones de un sector tan importante de la población se ignoran, cabe interrogarse sobre el valor del movimiento de las mujeres en el país.
En general, las mujeres nepalesas gozan de muy escasa consideración dentro de la sociedad, al igual que en otros países de Asia meridional, pero la situación de las mujeres dalit es especialmente deplorable. Todos los problemas imaginables se concentran para crear la realidad vital de las mujeres dalit. Cada mujer dalit es una historia viva de dolor, sufrimiento, angustia, abyección moral y malos tratos. Además de ser víctimas de discriminación por razón del sexo lo son también a causa de la casta a la que pertenecen. Nada tiene de sorprendente que los estudios sociales hayan indicado que la situación de las mujeres dalit está por debajo de la media nacional. También se ha podido comprobar que va de mal en peor. Existe un acuerdo total entre planificadores y trabajadores sociales de Nepal en cuanto a que las iniciativas en materia de desarrollo emprendidas hasta el momento han tenido muy poco o ningún efecto sobre la situación de las mujeres dalit.

A continuación se detallan situación de estas mujeres los diversos aspectos de la
 

Situación social

Aunque la condición de «intocable» fue declarada ilegal en 1963 y la discriminación por ese motivo se convirtió en delito al proclamarse la Constitución de 1990, todavía se sigue practicando, de manera especial en la periferia del valle de Katmandú (la capital de Nepal) y en zonas rurales. La comunidad dalit en su totalidad es explotada y discriminada por razones de casta, pero las mujeres lo son todavía más. Los efectos de la discriminación se advierten sobre todo con motivo del suministro de agua, ya se trate de fuentes, pozos o manantiales, etc., de uso común. Dado que las mujeres son las responsables de llevar agua al hogar, son ellas quienes se enfrentan con la discriminación y sufren insultos, amenazas y agresiones. Existen otros entornos en los que, de manera especial, se discrimina a los dalit, como los centros de enseñanza y las pequeñas concentraciones urbanas. Las mujeres dalit son religiosas por motivos culturales, pero no se les permite la entrada en muchos templos. Ningún dalit puede entrar en la casa de una persona de casta superior.
La sociedad nepalesa no acepta los matrimonios intercasta y las mujeres dalit son víctimas de este sistema. Si una joven de casta superior se casa con un muchacho de casta inferior, la familia del novio acepta a la muchacha. Sin embargo, cuando el matrimonio se produce entre un joven de casta superior y una muchacha de otra inferior, aparecen los problemas. La familia del marido no acepta a la mujer y se la maltrata mental y físicamente. Finalmente es abandonada.
 

Situación económica

Aunque la mayoría de los dalit conoce algún oficio se los explota económicamente. Se calcula que más del 65% de la población de Nepal vive por debajo del límite de pobreza y, en el caso de las comunidades dalit, debido a su historia de discriminación, explotación y abusos, ese porcentaje se eleva, aproximadamente, hasta el 90%. La mayoría de los varones de esas comunidades beben, fuman y juegan, lo que aún empeora más su situación económica. Dado que las mujeres carecen de poder económico en el seno de la familia, no es difícil entender la situación económica de las mujeres dalit, que tienen que realizar duros trabajos manuales para mantener a sus hijos, recibiendo muy poco a cambio: en la mayor parte de los casos la retribución es en especie y lo que se paga no se corresponde con el trabajo hecho.
Se puede afirmar, sin duda alguna, que las mujeres dalit están más económicamente explotadas que las mujeres de castas superiores.

Situación de la educación

La tasa de alfabetización de las mujeres dalit es muy baja en términos absolutos y también al compararla con la de las mujeres de castas superiores. La tasa actual nepalesa es del 40% para los varones y del 25% para las mujeres. En el caso de la comunidad dalit está alfabetizado el 10%, pero en el caso de las mujeres el índice si sitúa entre el 2 y el 3%. De un total de 2 millones de mujeres dalit, apenas hay más de diez o quince con estudios superiores. Las razones fundamentales de esa situación son la falta de instrucción primaria, la pobreza absoluta y la discriminación en razón de la casta y el sexo. El resultado es que las mujeres dalit se enfrentan con gravisimas desventajas en materia de educación.

Situación sanitaria

En Nepal la esperanza de vida de las mujeres es inferior a la de los varones (Nepal es uno de los tres países del mundo donde las mujeres viven menos que los varones). Pero, si se los compara con las castas superiores, la situación sanitaria de los dalit es desastrosa. La duración media de la vida en el caso de una casta muy atrasada, llamada mushar, que vive en Terai (una de las zonas donde trabaja FEDO), es de 42 años, frente a los 52 años de la media nacional. Trastornos ginecológicos como el prolapso de útero son muy frecuentes entre las mujeres dalit. Carecen además casi por completo de información sobre regulación de la natalidad y espaciamiento de los embarazos por lo que tienden a dar a luz todos los años. Debido al analfabetismo y a la ignorancia viven en condiciones antihigiénicas que contribuyen aún más al deterioro de su salud. Los hijos de los dalit padecen en general de grave malnutrición. Dado que tienen muchos problemas para conseguir agua salubre en la mayoría de los lugares donde viven, se ven obligados a consumir agua contaminada, lo que provoca diversos trastornos gastrointestinales.

Situación politica

La sociedad nepalesa es patriarcal y no se promueve la participación de las mujeres en la vida pública. Las mujeres constituyen el 52% de la población total de Nepal, pero su presencia en la política es de las más bajas de la región, situándose en el 3,4%. Según una de las disposiciones de la constitución de 1990, el 5% de todos los candidatos presentados por los partidos nacionales deben ser mujeres. La legislación no prevé que estén representadas en los gobiernos locales. Acerca de esto último se ha producido un cambio en 1997, pero no ha afectado a las mujeres dalit.
Las comunidades dalit suman el 20% de la población total del país, pero los dalit apenas tienen representación política a nivel nacional. En la actualidad 3 dalit son miembros de la cámara alta o Consejo Nacional, pero ninguno ha sido elegido para la Cámara de Representantes. Dada la situación de los varones, cabe imaginar la de las mujeres.

Conclusión

Tengo la esperanza de que ahora, gracias a esta Conferencia Internacional, el mundo tome conciencia de los inmensos problemas de discriminación y explotación con que se enfrentan las mujeres dalit de N epal . En el momento actual, se está luchando contra la discriminación que tiene como motivo la casta o el sexo. Creemos que nuestros esfuerzos, por si solos, no bastarán para emancipar en Nepal a dos millones de mujeres dalit después de siglos de marginación y explotación; por ese motivo exhortamos a la comunidad internacional a unirse a nosotras en esta lucha por la justicia.
La Organización Feminista Dalit es la primera y la única de esas características en Nepal. Con el fin de superar los problemas de las mujeres dalit estamos trabajando a nivel local para ayudar a las mujeres y a los hombres de la comunidad dalit a mejorar su situación socioeconómica, pero también lo hacemos a nivel nacional, para llamar la atención del gobierno (que no ha hecho nada o demasiado poco para intentar solucionar el problema), e internacional, para despertar el interés de la comunidad mundial.