Una revolución informativa

Valeria Zapesochny es una joven periodista, que desde hace diez años viene utilizando las redes para informarse y comunicarse. Es una de las mujeres que estuvieron trabajando fuertemente para que las argentinas comenzaran a conectarse. Aunque ya no es un miembro activo de APC, la tarea más intensiva la realizó siendo una de las referentes de Argentina del Programa de Mujeres de dichas Asociación, en ocasión de las Pre-Conferencias Regionales para la Cuarta Conferencia sobre Mujeres de Naciones Unidas. También ella, a tono con la experiencia latinoamericana, ve en Beijing algo así como una divisoria de aguas para las argentinas, en la toma de conciencia de las posibilidades que se abrían con la utilización de la Red. Lo que sigue, son algunas de las ideas que Valeria esbozó en la charla que mantuvo con .COM

“Lo interesante de la Conferencia del ´95 (Beijing) fue que APC estuvo presente en todas las Pre-Conferencias Regionales (en los 5 continentes) con nodos, transmitiendo la información de lo que ahí estaba pasando. Nosotras desde Wamani (el nodo local de APC) instalamos el nodo en la Pre-Conferencia regional de América Latina que se hizo en Mar del Plata en el ´94. Y en China APC instaló un nodo llevado adelante por el Programa de Mujeres de APC que dio soporte comunicacional a la información que se producía durante el Foro de ONG y durante la Conferencia Oficial: puso las máquinas, puso la información en línea. Fue muy importante porque (había muchísimas computadoras) ahí las mujeres pudieron tener un contacto directo con la máquina y con lo que se estaba transmitiendo. Fue espectacular, impresionante la cantidad de mujeres que pasaban... entre el Foro (de ONG) y la Conferencia (oficial) hubo casi 30.000 mujeres (de todos los países) en China.  Podías mandar un mail a tu casa o a tu organización o a tu país; poner material en la Web; pasarle a la gente de APC información que a vos te parecía importante difundir, para que APC la pusiera en sus conferencias o la subiera a la Web. Fue una revolución informativa la que se produjo en China. Y lo más importante , es que por día pasaban por las oficinas donde estaban conectadas las máquinas alrededor de 300-400 mujeres para ver cómo funcionaba el nodo y para pasar información. En esto la gente de América Latina fue muy activa.”

Cambios culturales

“Aparece un punto que no incumbe sólo a la experiencia de las mujeres, sino que es general, y es que sea en la organización que fuere, el concepto de “apropiación de la información” es terrible (en el Estado, en las empresas, donde sea), la noción de que “la información que yo tengo es mía” y que si la comparto pierdo parte del poder es terrible. Y el fenómeno de la comunicación electrónica es muy piola porque viene a romper de alguna manera esto, para cierta gente es hasta peligroso lo que provoca el hecho de la existencia de canales de información que están al alcance de cualquiera. Por eso es interesante la tarea de trabajar con organizaciones que realmente tengan una representación muy horizontal en la sociedad, porque ahí vos abrís el espectro.” “Es un cambio de cultura, es una cultura nueva. El concepto de red, deconstruye y reconstruye. Hoy las cosas en el mundo funcionan en red. Es una capacidad, una disposición de estar abiertos permanentemente al cambio.”

El tema Mujer

Las vivencias de Valeria en en la Conferencia de Beijing, la pusieron en contacto directo con el poco interés que despierta en los medios masivos de comunicación los temas de las mujeres. “Esto se vio en cómo trataron los medios internacionales la Conferencia, hubo mucho menos interés en esta Conferencia que por la de la Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro, 1992). Yo lo vivía día a día con las periodistas de medios grandes de acá de Bs.As., que sufrían porque veían cómo los editores les recortaban la información. Todo el tema de cómo fue la relación entre la Delegación Argentina y el Vaticano, cómo la Argentina apoyó al Vaticano frente al resto del mundo en determinadas cuestiones.  Al no poder ver, las mujeres que se quedaron acá, eso reflejado en los diarios porque los diarios lo cortaban, entonces la posibilidad de contar con el correo electrónico, con las páginas web, hacía que las mujeres igual se enteraran acá y dijeran “pero qué pasa, en China está pasando esto y Uds. reflejan otra cosa”. Entonces era bárbaro, porque no sólo se podía reclamar frente al gobierno, sino también frente a la hipocresía de los propios medios de comunicación. Fue muy interesante el caso de Perú, porque Fujimori estuvo en la Conferencia, y dijo un discurso como si fuera el presidente de Dinamarca y no como si fuera el presidente de Perú; habló de avances en materia del tema mujer (en la Conferencia Oficial), que realmente no eran ciertos. Lo que pudieron hacer las mujeres que estaban ahí frente a eso, fue muy piola ante la comunidad internacional : “lo que esta diciendo este tipo no es así”. Denunciarlo en el momento, no sólo a las periodistas que estabamos ahí que lo podíamos ver, porque realmente fue un papelón internacional, sino frente a la gente que estaba en su propio país. Esto te da una gran capacidad de resolución política.  Estas cosas son para las cuales sirvió la experiencia y que creo que las mujeres de acá pudieron realmente confrontar y empezar a abrir un poquito más los ojos.”