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HOMBRES CIEGOS A CRÍMENES SEXUALES CONTRA MUJERES
Por Peter Worthington
Sun Media Newspapers, 12-II-98
Traducción:  Laura E. Asturias (Guatemala) <leasturias@gua.gbm.net>
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Cuando se descubre que adolescentes jugadores de hockey como Sheldon
Kennedy han sido sexualmente abusados por hombres que son responsables
de ellos, aun una década después la mayoría de hombres se enfurece.
Junto a los cargos contra el perpetrador, hay investigaciones y se
imponen nuevos lineamientos para asegurar que estos horrores no ocurran
de nuevo.  Se trata de una afrenta y la sociedad presta atención.  Los
hombres no tienen problema en imaginar que lo que le ocurrió a Kennedy
hubiera podido sucederles a ellos cuando eran jóvenes.

Cuando las mujeres sufren abuso sexual, no existe tal afrenta.  Tomemos
el reciente caso en Montreal, donde una joven embarazada de 16 años de
edad fue mantenida en cautiverio, violada y sodomizada repetidamente
durante 12 horas, y casi arrojada por un balcón.  Tres hombres, entre
los 20 y 30 años de edad, inicialmente recibieron una sentencia de dos
años menos un día en prisión pues el juez dijo que la víctima no
presentaba cortadas, golpes o un daño visible.  La historia apareció en
primera plana en los diarios y el caso fue apelado.  Pero,
significativamente, el ministro de justicia de Quebec no tenía intención
alguna de remover al juez.  Los grupos de mujeres protestaron, pero
ningún hombre identificable dijo nada.

Luego de violar a una joven de 15 años en un sótano y permitir que sus
amigos se sumaran al acto, para después desecharla "como basura", según
el juez, Omar Merino fue sentenciado a un año en prisión.  El juez
dictaminó que Merino no mostraba remordimiento, pero que supuestamente
era un hombre trabajador, "altamente responsable", sin problemas de
drogas o alcohol, ni trastornos mentales.  Estas fueron razones que
mitigaron la condena pero, en mi opinión, debieron serlo para encerrarlo
por más tiempo.

El caso de una joven que fue salvajemente golpeada, violada y dada por
muerta cerca de Oshawa --"el peor caso que he visto, en el que una
persona haya sobrevivido", dijo un agente de policía-- tuvo como
resultado una sentencia de 12 años en prisión para el violador de 21
años, Michael Kobylanski.  El cráneo de la joven fue triturado (fueron
removidas seis pulgadas de hueso) y su cerebro sufrió daño permanente.
Kobylanski podrá salir en libertad bajo palabra cuando tenga 27 años.

En otro caso, documentado por Christie Blatchford, de Sun Media, un
hombre sentenciado a 14 meses en prisión en 1990 por un brutal intento
de estrangular a una mujer, logró que la condena fuera reducida a seis
meses.  Cinco años después, violó y apuñaló repetidamente a su compañera
de vida -- y fue dejado en libertad bajo fianza.  En ese tiempo, sacó a
sus hijas de 12 y nueve años, encerró a la mayor en una habitación y
violó a la más pequeña.  Luego puso a las niñas en un bus para que
regresaran a casa.  Créanlo o no, nuevamente este hombre salió libre
bajo fianza.

En Manitoba, un hombre que violó repetidamente a una niña de 13 años fue
sentenciado a nueve meses de trabajo comunitario pues, según el juez,
ella fue "participante voluntaria".  ¿Qué clase de juez es éste?  ¿Sería
tan generoso con un entrenador de hockey que declarara que los niños lo
habían persuadido a que abusara de ellos?

¿Recuerdan ustedes los casos de dos hombres "respetables" que ocultaron
cámaras de video en las puntas de sus zapatos para poder ver por debajo
de las faldas de las mujeres?  Es extraño, pero esto fue ampliamente
considerado como divertido.  El cargo fue por travesuras.  Un informe
señalaba que la policía tenía dificultades para encontrar testigos para
procesar a los acusados -- como si se necesitara identificar mujeres que
han sido degradadas y humilladas de tal forma.

Un médico prominente afirma que podría haber algo orgánicamente
defectuoso en el cerebro de hombres que cometen crímenes sexuales, como
si éste fuera un factor mitigante.  ¿Se dirá ahora en las cortes que un
violador es en realidad víctima de un trastorno cerebral orgánico y que
por tanto merece conmiseración y no castigo?

Mientras más observamos los registros, más podemos deducir que los
hombres --hombres comunes y decentes que manejan el sistema judicial--
no consideran que los crímenes sexuales contra las mujeres sean
particularmente serios.  Los grupos de mujeres protestan contra los
abusos hacia las mujeres, pero los grupos de hombres no lo hacen.  Vemos
hombres protestando frente a las clínicas donde se realizan abortos,
pero quizás lo único que buscan sea mantener el poder sobre las mujeres
al negarles opciones.  Me parece extraño que los hombres tomen el aborto
como una cuestión tan personal y que, sin embargo, no tengan una idea de
lo que el embarazo significa para las mujeres.

Un estudio de casos de violencia sexual dirigido por el profesor Edward
Renner, de la Universidad de Carleton, reveló que el 80 por ciento de
las sentencias por violencia sexual consistía en menos de dos años,
mientras que el 50 por ciento de las condenas por robo era de más de dos
años.  También descubrió que los crímenes sexuales contra niñas y niños
eran tratados en forma más liviana que los perpetrados contra personas
adultas -- quizás porque son hombres quienes dominan las cortes y asumen
que ahí afuera hay muchas niñeras Lolitas dispuestas a seducir a padres
calientes.

La doble moral florece en Canadá.

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Laura E. Asturias
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