LONDA SCHIEBINGER
PROFESORA DE HISTORIA DE LA CIENCIA

 «El feminismo ha influido en la ciencia»

              Una investigadora afirma que la gran aportación del movimiento ha sido hacer nuevas preguntas

              SOLEDAD ALCAIDE, Madrid. El Pais. 8.08.99
              Ciencia y objetividad han ido siempre de la mano. Las verdades científicas se consideraban neutrales y ajenas a las emociones o los puntos de vista de quienes las estudiaban. Hasta que llegó el feminismo. Esto es, al menos, lo que sostiene     Londa Schiebinger, profesora de Historia de la Ciencia de la Universidad de Pennsilvania, según ha escrito en su libro Has feminism changed science? (¿Ha cambiado el feminismo la ciencia?).

              "Muchos de los grandes avances en la ciencia no hubieran ocurrido sin la aportación del movimiento feminista. Su gran contribución ha sido hacer nuevas preguntas, que a veces han echado por tierra presupuestos fundamentales", sostiene Schiebinger desde Berlín, donde está realizando una investigación para el Max Planck Institute. Ella es, además, la primera mujer que ha recibido el Alexander von Humboldt, un prestigioso premio de investigación, en historia de la ciencia.

              Cuando en 1974 un equipo de científicos dirigido por Donald Johanson encontró en África un fósil de homínido que había podido conservarse durante 3,2 millones de años, su reducido tamaño les llevó a constatar "sin dudas" que su sexo era femenino y se decidió llamarlo Lucy. Estudios posteriores realizados por mujeres, según cuenta Schiebinger en su libro, han fracasado a la hora de encontrar otras evidencias "más científicas" para probar que el fósil fue mujer y no hombre, pues simplemente podría tratarse de un homínido macho de pequeñas dimensiones.

              Éste es uno de los muchos ejemplos que analiza la investigadora en su libro sobre cómo los estereotipos sobre las mujeres pueden influir en la ciencia. Porque una cuestión aparentemente nimia, como es el género de un fósil, puede cambiar la concepción del mundo en el que éste vivió, ya que altera la interpretación de las cosas encontradas a su alrededor. Así, ha ocurrido que el mismo tipo de objetos encontrados en excavaciones arqueológicas fueron considerados como instrumentos de comercio o relacionados con las labores del hogar, según si la tumba donde se localizaron era de hombre o mujer.

              "Cuando digo que el feminismo ha influido en la ciencia", explica Schiebinger, "no quiero decir que sea la influencia de las mujeres, porque no sólo ellas son feministas. Ya sé que la gente recela del término, pero es el feminismo como proceso de reevaluación del papel de las mujeres en la sociedad el que ha cambiado la ciencia".

              De hecho, las mujeres siempre han estado presentes en ella, sólo que hasta hace poco su participación no contaba en el conocimiento. "Muchos campos de estudio que hasta ahora no se han considerado ciencia estaban controlados por las mujeres, como la cirugía, porque ellas eran las únicas presentes en los partos. Además, hasta los siglos XIX y XX no pudieron acceder a las universidades para enseñar sus descubrimientos".

              Para que lo andado siga adelante, sostiene Schiebinger, no sólo la ciencia necesita cambiar. "La ciencia es parte de la sociedad y no es más sexista que el resto de ella". En su opinión, los avances deben ser simultáneos en la enseñanza infantil, la actitud docente, la relación entre la vida privada y la profesional... y, sobre todo, debe fomentarse el trabajo de las mujeres en la ciencia con políticas desde los gobiernos.