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 Ratifican gobiernos los acuerdos de la Conferencia de El Cairo
Los lineamientos guiarán acciones gubernamentales los próximos 20 años

BUENOS AIRES, Argentina, AGO 12, 1999 (CIMAC).- Ratifican los 180 países miembros de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, la necesidad de poner en práctica los lineamientos consensuados y ratificados en la evaluación
quinquenal, que guiarán las acciones gubernamentales en los próximos 20 años, aseguró la feminista argentina Mabel Bianco.

Como se recordará, el pasado mes de julio concluyó la Sesión Especial de Naciones Unidas para analizar, ratificar y ampliar los acuerdos adoptados en 1994 durante la Conferencia Internacional sobre la Población y Desarrollo (CIPD).

Dichos acuerdos servirán de guía a los gobiernos en los próximos 20 años. En ellos se destacan tres objetivos fundamentales: la reducción de la mortalidad infantil y materna, el acceso universal a la educación, especialmente de niñas, y el acceso universal a los servicios de salud reproductiva y planificación familiar.

En la sesión especial en Naciones Unidas, los países miembros reconocieron la importancia de aplicar en cada nación dichos
acuerdos y acelerar su cumplimiento, explica Mabel Bianco.

Al respecto la feminista señala que en esta ocasión los derechos de las y los adolescentes a la educación sexual y los servicios de salud, se colocaron como temas prioritarios.

En relación a la educación sexual y en especial al acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, se aprobó respetar los
derechos humanos de menores y adolescentes, sin lesionar los derechos de los padres.

Asimismo, se otorgó al Estado la posibilidad de decidir el contenido de la educación sexual en las escuelas públicas, en el
entendido de darle a los jóvenes del próximo siglo la oportunidad de estar informados.

Irán, Sudán, Argentina, Nicaragua, Libia, Siria y la Santa Sede se opusieron en este punto.

Pese a la oposición se logró también acordar garantizar la participación activa de padres, jóvenes, líderes comunitarios  y
organizaciones para lograr la sustentabilidad, aumentar la cobertura y la efectividad de estos programas.

En relación al aborto se logró el consenso para que en aquellos países donde el aborto sea legalmente aceptado -acordado desde 1994-, los servicios de salud entrenen y equipen a los prestadores para atenderlos, al igual que se tomen medidas para garantizar las condiciones de seguridad y acceso.

En relación a la colaboración y movilización de recursos para lograr la aplicación de los acuerdos, además de ratificarse se
incorporó el apoyo y la inclusión de la Cooperación Sur-Sur, en la cual participa México, y se urgió a los países donantes a
intensificar su cooperación para lograr las metas aprobadas en 1994.

Dichos recursos se canalizarían principalmente para mejorar la condición de poder de las mujeres, la educación y cuidados
básicos de salud, concluye Mabel Bianco.