TALIBANES EJECUTAN A UNA MUJER EN PÚBLICO

Kabul, 24 de noviembre de 1999 (AP/Tertulia). Miles de personas fueron testigas ayer de cómo una mujer, oculta debajo de una túnica celeste, fue muerta a tiros. Ésta fue la primera ejecución pública de una mujer en Kabul desde que los talibanes tomaron el poder hace tres años.

La mujer, identificada sólo como Zareena, una madre de siete niñas y niños, fue encontrada culpable de haber matado a su esposo con un martillo mientras éste dormía. El motivo de esta muerte, que ocurrió hace dos años, fue una "disputa familiar", de acuerdo a un soldado talibán quien prefirió guardar el anonimato.

Zareena fue llevada a un estadio deportivo en la parte trasera de un pickup. Dos mujeres policías le sostuvieron los brazos cuando fue sacada del vehículo. Según testigos, la mujer caminaba lentamente, haciendo una pausa después de cada paso. En el centro del campo, una de las policías le ordenó sentarse. Detrás de la agente, un joven soldado talibán, con la cabeza cubierta por el turbante tradicional, apuntó con su rifle Kalashnikov. Repentinamente, Zareena se puso de pie e intentó escapar.
Una policía la detuvo y la obligó a sentarse, dijeron los testigos. El soldado se acercó y le disparó tres veces.

Tras la ejecución, varias personas entre la multitud gritaron "Dios es bueno". El estadio estaba repleto de hombres y mujeres, y muchos habían llevado a sus hijas e hijos.

Una mujer, al correr hacia las gradas del estadio y empujando a sus pequeños hijos frente a ella, dijo: "Ésta es la primera mujer que ha sido ejecutada. Yo quería ver".

Los talibanes han impuesto su rígido estilo de la ley islámica aproximadamente en el 90 por ciento del territorio afgano bajo su
control. Dicen que su versión del Islam es una versión pura que sigue una interpretación literal del Corán.

Según las leyes talibanas, las personas asesinas son ejecutadas públicamente por familiares de sus víctimas. Las personas adúlteras son linchadas y a los ladrones se les amputan las extremidades. Crímenes menores son c astigados con palizas públicas. (Traducción de Laura E. Asturias)