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PILAR Y LA REVÁLIDA 
FRACASO ESCOLAR 

SOBRE PILAR Y LA REVÁLIDA

Bernardo de Llobet Collado.
Movimiento por la Calidad de la Educación en el Sur y Este de Madrid.
Publicado en Cambio 16, 11-marzo-2002. Temas para el Debate, 89, 2002. Magisterio Español, 11.541, 2002.


La Pedagogía ha avanzado hace tiempo y mucho como lo han hecho la Ciencia y la Técnica.

La enseñanza actual en Primaria, en la LOGSE fija su interés en el entorno, en la vida; es práctica; se interesa por la ciudad, la naturaleza, etc.; quiere ser completa para el niño: tecnologías, plástica, música, etc. Es creativa y se pretende "en plan de juego”. Fomenta la lectura. Usa “nuevos” métodos: manualidades, fichas, etc. Aparte también da muchos conocimientos. Los contenidos no son bajos, ni pocos, sino más bien lo contrario. Habría que ver cuántos profesionales escribirían sin ninguna falta, por ejemplo la palabra  absorber, correctamente. Solamente en Matemáticas de han retrasado los programas respecto a los años 60. Sin embargo en Física y Química de 3º y 4º de ESO, pos ejemplo, se dan unos temas con más amplitud que antiguamente. Y está demostrado que muchos conocimientos que reciben los alumnos no corresponden a

la edad mental de los mismos, para asimilarlos. Antes, me imagino que ahora también, ante esas dificultades muchos muchachos estudiaban, nada menos, que de memoria sin entender nada.

En estos momentos el gran problema es el gran número de escolares, más del 30% que no puede superar la ESO -título que iba a ser universal-.

En buena parte esto ocurre también por la situación socio-económica de las familias, y su desinterés. Por el ambiente social que no ayuda al estudio. El fracaso escolar es de la sociedad y del sistema, que les ha marcado “a fuego” el valor del dinero, el aspecto, la moda, la competencia y el grupalismo. No el interés por el saber y el trabajo.

La ministra Pilar del Castillo vuelve a caminos antiguos de teoría, memoria y contenidos enciclopédicos.

Están sin ensayar, ¿seremos capaces?, ¿querremos?, para evitar el fracaso escolar, de promover enseñanzas dialogadas y métodos cooperativos en el aula, por los que los alumnos que van mejor, -reforzando sus conocimientos- ayudan a los que más les cuesta. 

Para empeorar las cosas, sin ninguna necesidad, se quiere introducir una Reválida. Si se pone ésta, el alumno queda de sobra “revalidado” para entrar en la Universidad, directamente, según sus notas. Si no se pone, y continúa el examen de Selectividad, que capacita para entrar a la Universidad, es de cajón, que con ésta tiene de sobra revalidadas sus enseñanzas medias.

Igual que a la anterior ministra Esperanza Aguirre, -Rajoy fue más discreto- aparte de la falta de diálogo, a Dña. Pilar del Castillo no se le pone nada por delante, pero además une otro gran defecto: la falta de sensibilidad. 

Finalmente, se barrunta que no es sólo que no sepa cómo mejorar la enseñanza sino que no se quiere poner en primer lugar las necesidades de los escolares y de la actual Pedagogía, sino que lo que se pretende es adaptarlas y ponerlas aún más al servicio  del sistema, retirando a los alumnos que se quedan atrás y son una carga; y aumentando los conocimientos teóricos y técnicos (incluidos y considerados como tal los idiomas), para obtener un mayor rendimiento de unos cuantos alumnos en función de las necesidades futuras de la “Economía”.


FRACASO ESCOLAR

Bernardo de Llobet Collado.
Movimiento por la Calidad de la Educación en el Sur y Este de Madrid.
Publicado en Cambio 16, 1-abril-2002. Temas para el Debate, 89, 2002. Magisterio Español, 11.541, 2002


No nos equivoquemos en el diagnóstico y demos soluciones equivocadas a los males de la enseñanza primaria y media. No se responsabilice de los mismos a la LOGSE, a su espíritu o a sus principios. El problema no es que sean escasos los contenidos, o que falten Reválidas sino más bien lo contrario. No hemos llegado ni mucho menos a una enseñanza comprensiva para todos, dado el gran fracaso escolar, el elevado número de alumnos que no consiguen el título mínimo de Graduado en Secundaria a los 16 años.

Ni mucho menos la solución es amputar las enseñanzas en lo que supuso un gran avance: el de que fuera más integral con las enseñanzas musicales, artísticas, manuales.

El problema y el fracaso, está por una parte en el ambiente social que no valora el querer aprender, el saber (a no ser que sea competitivo), el esfuerzo que como siempre, es necesario sino el dinero, el éxito, el brillo, el placer etc.. Las familias, por exceso de trabajo o paro, por separaciones conyugales, muchas no se preocupan adecuadamente de sus hijos. En esta situación, el Colegio o Instituto, tiene una tarea, casi una obligación –y nadie está obligado a dedicarse a la enseñanza -, a suplir y remediar a la Sociedad.

A buena parte de los alumnos no les sirve aquél modelo antiguo, maravilloso de los Institutos de cultura, libertad, autonomía y responsabilidad del escolar en el que también la función de los catedráticos acababa en las explicaciones desde sus mesas de los programas. 

A diferencia de los maestros, el profesor de Enseñanza Secundaria, no ha estudiado Pedagogía ni Didáctica, etc., sólo ha hecho un curso corto de Adaptación Pedagógica. Sus modelos son por tanto, la enseñanza recibida en su adolescencia: elevada, teórica, memorística y autoritaria para muchos de los mayores de 40 años; lo mismo la Universitaria, de clases magistrales más elevadas, con poco debate, poco activas, pocos ejercicios y escaso contacto con la realidad. Esto, exagerando un poco. Pero desde luego no sólo ha avanzado la Ciencia y la Técnica, sino también la Pedagogía, y hay que aplicarla. Entonces tienen que cambiar los métodos en el Aula y en el Centro de Enseñanza para involucrar a todos los alumnos. El objetivo no puede ser acabar todo el programa (por otra parte, sobrecargado y para unas edades mentales superiores a las que el alumno medio tiene – como está demostrado -). No se trata de explicar sino de preguntar, estar requiriendo constantemente la atención del alumno. No insistir en las explicaciones o toma de apuntes sino en los ejercicios, actividades, demostraciones, prácticas. De estar “a pie de pupitre” comprobando el profesor que el alumno aprovecha las enseñanzas. Y al final ser un poco benevolente, no por una asignatura, por unas décimas, cerrar el paso a un escolar.

Todo lo anterior y hecho a la vez – dependiendo del número de alumnos, pongamos 15 ó 20 – y más dado el gran número de ellos con dificultades de aprendizaje etc. – escolarizados están todos - , no lo puede hacer una sola persona. Se necesitará en la clase o bien otro (s) más profesor (es), o/y la colaboración de los muchachos /as en la forma que, los que van mejor refuerzan sus conocimientos ayudando a los que les cuesta más: es lo que se llama una comunidad de aprendizaje en una enseñanza participativa y dialogada. Esta puede ser la solución, hay ejemplos, ¿seremos capaces de intentarlo?. Y no lo es la segregación – con toda la carga de la palabra - de compañeros en distintos itinerarios. Los alumnos más aventajados pueden recibir ampliaciones o cursar más asignaturas optativas. 

El fracaso escolar, y la falta de trabajo, - en los parques, en el barrio, además de personas mayores y otros parados, hay muchos adolescentes, - es camino seguro de infelicidad y probable para la droga, etcétera.


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