Hay
muchas formas de tomar decisiones en las comunidades, pero no hay
ninguna perfecta. Muchos hemos crecido en una cultura que considera
que lo único que puede otorgar poder a alguien es aquello de
"una persona, un voto". Votar parece consistir en elegir
a un ejecutor para que tome las decisiones necesarias y las ponga
en marcha, y después nombrar a otro de vez en cuando. Sin embargo,
para muchos, esto es una manera insatisfactoria de transferir su propio
poder.
Con frecuencia, en las votaciones democráticas
hay una minoría importante que no está de acuerdo
con el resultado. Aunque reconocen la legitimidad de esa decisión
(porque aceptan las reglas democráticas), aún pueden
mostrar ante ella una resistencia activa o minarla y trabajar con
la mirada puesta en la siguiente ocasión de votar.
El compromiso es otro método para tomar decisiones,
generalmente a través de la negociación. En él,
dos o más bandos presentan sus posturas y se aproximan hacia
su oponente dando pasos en forma de concesiones. Sin embargo, esto
suele dar lugar a la insatisfacción de todas las partes,
ya que nadie consigue lo que quería en realidad.
El consenso puede ser un modo más creativo
de llegar a una decisión. En teoría, el consenso es
el resultado de las mejores ideas de todos y concede prioridad a
la cohesión y a la estabilidad del grupo en lugar de buscar
respuestas rápidas. Tal vez sea un proceso lento y arduo
el reconocer que si un miembro del grupo tiene un problema es como
si lo tuvieran todos. No obstante, cuando se escucha a las voces
minoritarias, la decisión a la que se llega muchas veces
es mejor que la que puede imponer rápidamente una mayoría
simple, y es más probable que el resultado sea bien acogido
por todo el grupo.
La vía del consenso no funciona bien cuando
el grupo carece de cohesión, cuando hay personalidades dominantes
que lo debilitan, cuando no hay datos suficientes para tomar una
decisión, cuando ninguna opción es viable o cuando
el asunto en cuestión es trivial. También se ha criticado
su tendencia a desembocar en decisiones conservadoras. Todos los
miembros del grupo tienen la posibilidad de bloquear cualquier decisión
con la que estén en profundo desacuerdo, aunque el abusar
de este "veto" puede dificultar el proceso.
Para los grupos que llevan a cabo acciones y campañas,
la toma de decisiones consensuada no es sólo un método
para llegar a una decisión, sino también una manera
de hacer comunidad y de crear confianza, sensación de seguridad
y apoyo mutuo. Requiere paciencia y estar dispuesto a situar al
grupo en primer lugar. No resulta adecuado para tomar decisiones
rápidas, pero puede ayudar a sentar las bases sobre las que
tomar decisiones de emergencia aceptadas por todo el grupo. Se trata
de un sistema que con la práctica y el compromiso continuos
se vuelve cada vez más fácil y rápido.
El requisito número uno para el consenso
es el compromiso de cada uno de los miembros del grupo para hacerlo
funcionar. Todos los implicados deben tener una mentalidad activa
y de búsqueda, sin ideas preconcebidas sobre un plan de acción
y sin estar dispuestos a sacar adelante ese plan como sea. Es muy
importante contar con un moderador fuerte e imparcial. Funciona
del modo siguiente:
La toma de decisiones consensuada
Se define y se da un nombre al problema o a la decisión
que hay que tomar. Facilita mucho las cosas hacerlo de manera que
se separen los problemas y las cuestiones de los aspectos personales.
ACLARACIÓN |
1. Iniciar una tormenta de ideas
sobre posibles soluciones. Escribirlas todas, incluso las disparatadas.
Mantener la energía para hacer propuestas rápidas
y racionales. |
|
2. Abrir una ronda
de preguntas para aclarar la situación. |
|
3. Debatir las
opciones anotadas. Modificar unas, eliminar otras y elaborar
una lista corta. ¿Cuáles son las favoritas? Para
abreviar este proceso, un grupo de trabajo se puede encargar
de hacer elecciones razonadas para someterlas después
a la consideración de todo el grupo. |
¿Hacen falta más propuestas?
¿Se han propuesto combinaciones o variaciones?
Retomar punto 1
|
DECISIÓN |
4. Formular las propuestas o
la elección entre ellas de manera que estén claras
para todos. |
|
5. Debatir los pros y los contras
de cada propuesta, asegurándose de que todos tienen ocasión
de aportar algo. |
6. Si hay alguna objeción
importante, regresar al paso 5 (esto es lo que lleva más
tiempo). A veces es necesario volver al paso 4. |
SÍ
Debate
Nueva propuesta
Volver al punto 4
|
7. Si no hay ninguna objeción
importante, redactar la decisión y comprobar que todos
están de acuerdo. |
|
8. Tener en cuenta las objeciones
menos importantes e introducir enmiendas amistosas |
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9. Debatir. |
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10. Comprobar que existe consenso. |
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Algunas herramientas útiles:
- Sesiones de aproximación
- Tormentas de ideas
- Pequeños debates en grupo
- Comprobar que existe acuerdo sobre puntos concretos de la
propuesta
- Breve silencio para reflexionar
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El movimiento pacifista ha adoptado tradicionalmente el método
del consenso debido sobre todo a que constituye un intento deliberado
de compatibilizar sus métodos con sus objetivos. Si queremos
que haya un mundo en paz en el que todos vivan con igualdad y justicia
relativas, tenemos que poner en práctica esa forma de vida
aquí y ahora.
Etapas
y procesos de la transformación de conflictos
Taller
Desobediencia Civil
Acción Directa Noviolenta
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