20 Feb '07 -Un poema de Julia López de Briñas
Los aledaños del sueño
Que nada nos engarce,
tan sólo nuestro sueño,
tan sólo el grito
por un día ecuánime sobre las manos,
oír
tu voz a borbotones vertebrando
las calles derrotadas que han visto cobijarte,
las llaves del abismo rompiendo la certeza,
el no dar sino reclamo, rompiendo
la cálida ignorancia que omite
cualquier discurso menos reconfortante,
.
la partida de la rabia que ha querido desandarte
y ser
también nosotros mismos
los hijos del mal sueño
-con reciente llegada-,
saber
de quien cruza la frontera a deshora,
de la noche gélida dormida entre cartones,
no tener sino la vida
y ofrecer,
los labios descorridos que venzan la amargura,
así esperados, los brazos
abiertos a lo ajeno,
con-fundirse con lo ajeno, (ofrecer)
hacerlo propio.
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