07 Nov '06 -Perejilaida. La Gesta de Perejil (2)

En la primera escena vimos como Don Rodrigo Rato volando sobre su Bultaco llevaba la funesta noticia de la invasión a la moncloa donde Aznarez se hallaba jugando al Paddle. Pasemos ahora a la Segunda escena del cantar al otro lado del estrecho, en la que se desvelan las reales causas de la conquista del Perejil.



Sale el sol por Antequera y en Palma va a declinar,
la luna corre de espaldas por el cielo a iluminar
sobre olmos que están secos, sobre campos sin sembrar,
sobre valles embalsados y otros por urbanizar,
sobre ríos y cigüeñas, al otro lado del mar,
las sombras de lo que ocurre unos días más atrás.
Se asoma a los alminares y las plazas de Rabat,
entre grillos y rumores, entre albercas y azahar,
la noche en la que celebra el rey moro su esponsal.
Tras las ventanas reales a dos voces se oye hablar,
lo que se dicen los reyes agora vais a escuchar: ;
“Mi paloma, mi tesoro, mi bien, mi jardín real,
ahora que me conoces en carne y hueso en total
dime si es que todavía algo echas a faltar,
si para ti soy como hombre bueno malo o regular”.

La reina vacila un punto, al búho se oye ulular,
la camella berreando le responde en el aduar
y la sirena de un barco desde la zona industrial,
agora oiredes todo lo que le va a contestar:
“Hombre, hombre, sí que eres, mas yo no puedo juzgar,
por faltarme la experiencia, si extra, super o normal.
Aunque si quieres saberlo e insistes en preguntar
de lo que yo imaginaba algo sí echo a faltar…
pero es una tontería y me la voy a callar.”

Mosca el Rey en la barbilla se restriega con pesar,
aprémiale a que hable, a que hable sin tardar.
“¿Qué caprichos, qué convites te quedan por desear?
¿Es dinero, o atenciones, son viajes o un Cadillac?
¿Son vestidos, joyas, yates, o un mono de Gibraltar?
¿Qué más quieres mi paloma que una corona real?”
“Nada, nada, niñerías… mas te lo voy a contar,
por que no quede una sombra en nuestra paz conyugal.
de mocita yo soñaba con un hombre de verdad
y en mis sueños él tenía… un bigote colosal,
apretado como un zoco, tieso como un palmeral,
tan suave como la seda, negro como funeral,
un bigote de una pieza, uno, grande y liberal,
un bigote para todos, un bigote popular,
en fin ¿cómo te diría?, un bigote como Aznar”.

La ira del rey lampiño allí fuera de escuchar,
los grillos enmudecían y se iban a ocultar,
las ranas en las albercas ninguna osaba croar,
los que dormían en casas dejaban de respirar,
los nómadas tras las dunas se asomaban a mirar.
“¡Que el caballo en la dehesa trisque a su voluntad
luciendo al cielo las crines que el cielo le quiera dar!,
¡que en las montañas el oso, el lobo, el zorro y el can
de su caspa hagan un sayo como les plugo llevar,
¿y teniendo más hombría tenga menos que afeitar?!
¡Que el huevo de la gallina sea grato de palpar
y el rubí como el topacio por desnudo se haga amar!,
¡que mármol y porcelana se hagan de acariciar,
y hasta la rana más rala que reina en su lodazal
aun tenga con que hacerse como príncipe besar,
¿y teniendo yo más reino, menos dote capilar?!"
“Cálmate, esposo mío, no te irrites, Muhammad.
Es lo mismo que nos pasa a la hora de cocinar,
el solomillo está bueno sólo con aceite y sal,
el perejil es un capricho que se puede descuidar.
Un antojo era de niña, aquí lo vuelvo a olvidar”.

El rey calla mas no olvida, bajo su fez va a guardar
las palabras que la reina le acaba de propinar.
Otro día de mañana llama al consejo real
por ver qué gesta podría su reinado comenzar.
La ira, que es ciega y sorda, muy pronto va a trastocar
cuanto le dijo la reina en lo que él quiere escuchar,
al ver en el mapa un nombre que le van a señalar
de una isla que españoles tienen fuera de lugar.
A ulemas y generales así les manda anunciar:
Que las isla por las armas la habrá de reconquistar,
y en prueba que no es antojo más propio para otra edad,
hasta entonces el bigote sin cortar se va a dejar,
pues altas empresas piden algún gesto singular;
que en valor a los de España no se les queden atrás,
y donde ellos llegar puedan, como ellos llegarán,
que su rey vale a lo menos como el gran visir de allá,
y al Perejil por las barbas del profeta pronto irá
a menear el bigote, y a comer como a cenar.
Ufano a la reina luego tal recado hace llegar,
y al secretario privado que le ha de redactar
en perfecto castellano una epístola oficial,
que ha estudiado en Salamanca, y después en Alcalá.
“Escribe lo que te plazca, con que le haga rabiar
y arrancarse cuatro pelos al gran visir don Aznar,
el mensaje lleva a España luego sin descansar,
antes de la luna llena en la Moncloa ha de estar.
No pares en los mesones, en las ventas no has de entrar,
no mires mozo ni moza, que te habrán de retrasar,
no mires la gasolina, que yo te la he de pagar,
entrega la carta en mano, que te has de asegurar
de que le lean lo mismo, lo cual en ella está,
que no pongan como excusa que estaba en lengua de Islam,
y como diere respuesta, tráetela para Rabat”.

La noche corre y la luna entre la corte estelar
ve correr al mensajero sobre las aguas del mar,
le mira y cubre su cara de nubes con un cendal,
no se sabe si de risa o de ganas de llorar.
Abajo rompen las olas quedas en el Alborán
contra cuatro matorrales de un islote secarral,
tieso como un cantero en salsa de celofán,
notorio como un mendrugo en un banquete oficial
o como una carcajada en mitad de un funeral.

Editado por satrapaPh, el día 07 Noviembre '06 - 20:34, en series.

Han dicho algo al respecto:

Comentario de Lara - 08 Noviembre '06 - 16:43



Estimados Sres:

De lo mejor, más sabroso y divertido que he leído. Lo recomendaré entusiastamente. ¿Se publicará en papel?



Comentario de Jorge Riechmann () - 09 Noviembre '06 - 08:43



Admirable, aguardamos las nuevas entregas. Felicitaciones a todos los goliardos que desenterraron estos recios versos juglarescos y los difunden ahora por ventas y por caminos.



Comentario de Fructidor () - 09 Noviembre '06 - 09:34



Poesía de vanguardia del siglo XXXI, por aquello de los movimientos pendulares de la Histotia.
Después dirigirse a Troll(wikipedia).



Comentario de Fructidor () - 09 Noviembre '06 - 09:36



Dije Histotia, en realidad quizá quise decir Historia (lapsus freudiano).
Versos con mucho encanto, sí.



Comentario de vicesátrapa zeta () - 09 Noviembre '06 - 14:56



Saludos, queridas insignificancias.
Creo que refuerzan el argumento de la poligénesis de estos versos emperejilados las siguientes fuentes documentales. Transcribo un romancillo que cantaba la otra tarde que llovía en Madrid una vecina casadera en el patio de una corrala del barrio de Salamanca:

Mis collares y mi dote no me importara arrendar
por gozar en usufructo del bigotillo de Aznar.
Quién me comprara las joyas, quién alquilara mi ajuar,
pa´ irme de vacaciones a las Azores de Aznar.
Presidente, presidente, quién quiere ser presidente
con ese bigote nazi, pudiendo mejor ser zar…

Saludos y seguimos pendientes de la evolución del “Cantar de Mío Perejil”.



Introduce un comentario


Nombre:  
¿Recordar información personal?

E-mail:
URL:
Comentario: / Textile

Importante: responde a la pregunta anti-spam



  ( Registrar su nombre de usuario / Validarse )

Notificar: Sí, envíeme un email cuando alguien responda.