13 06 09"Cerval", de Daniel Bellón

"(...) El poema que sigue es el resultado de un proceso de escritura semi-automática, una matraquilla tensa, retahíla fragmentaria, en un estado de ensimismamiento o ensoñación de ojos y oídos abiertos, a lo largo de los meses de Febrero a Abril del año 2006. De algún modo es un precipitado de los procesos vitales e intelectuales de los dos años anteriores, que inauguraron mi cuarentena, llenos de encuentros y sorpresas. El poema, dije, es una matraquilla, trata de reproducir esa especie de continuo verbal obsesivo que sufren algunas personas en situaciones de tensión o desequilibrio. Por eso un fragmento empata con el otro, por eso las comas, tomas de aire para seguir el discurso, desaparecen. Sólo hay puntos. Cierres y aperturas fragmentarias y tensas, líneas de fuga, saltando de un tema a otro, mezclando lo personal con lo colectivo, lo social y lo íntimo: intimizando lo político, politizando lo íntimo (...)".

(Del prólogo a Cerval; Ed. Baile del Sol, 2009)

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...........Hay que acercarse y mirar bien de cerca los entornos más extremos: de charcos de ácido / geíseres hirvientes / fosas insondables donde la presión vuelve pulpa el acero / brotan nubecitas de bichillos invisibles e imposibles. Vida resistencia fértil. Anuncio de la derrota final de los asesinos.

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...........De los asesinos como mutación o enfermedad: Capaces de asolar territorios inmensos. De despoblar continentes. Obligados a generar anticuerpos contra la desolación quizás la especie evolucione hasta el simple objetivo de ser humanos. De animalitos que brotamos del amor.

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...........Brotamos del amor y nos sacudimos su cáscara nutricia. Para después andar buscando los pedacitos todo el tiempo. Los restos casi invisibles. Para recomponernos. Nuestro amor extremófilo que todo lo soporta. Que resiste las más altas temperaturas. Las más duras presiones. Los fríos antárticos.

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...........Los fríos antárticos de la distancia se disuelven en las implicaciones cuánticas de un beso. Cada temblor mío te estremece. Partículas conectadas hijas del estampido de un encuentro. Del calor de un beso al final de la noche. De un roce de aguas sedientas.

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...........De aguas sedientas buscando la carne de las hojas. El tacto de la tierra. Para transformarse. ¿Bebemos agua de cometas? Hielo estelar transformado en las gotitas que te brotan de la piel a mi calor brillantes de dulce sal. Recorrido. Flujo de lo oscuro espacio sin nada hacia la piel de tu luz.


Notas:
(1) www.caosyciencia.com: Destinos entrelazados, Octavi López Coronado: sobre la teoría del “entrelazamiento cuántico”, que ya los poetas intuyeron antes que los físicos.
(2) “la carne de las hojas”, verso de Fermín Higuera
(3) “¿Bebemos agua de cometas?”, www.neofronteras.com, entrada 7-4-2006

Editado por administrador, el día 13 06 09 - 01:41, en Nueva publicacion, Poemas.