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ISSN 1886-2799

Revista MLRS
Número 14

(abril de 2008)

P. R.

¿Para qué debe servir
 la poesía revolucionaria?

¿Para hacer poetas
o para hacer la revolución?

(Roque Dalton)

 

Lluvias de Marzo:  

fragmento   (Néstor Ventaja)

 

La noche sin piedad en la vereda
el llanto de algún viejo canillita.
La luna encerrada y con mordaza.
Estrellas que se apagan como sueños.

Diarios de un tiempo presente, pasado
diarios leídos en brazos del naufragio
buscando un nombre, un remanso que permita
parar la producción en serie del dolor
organizar, amanecer la resistencia

Diques rotos, en los titulares de la tarde
un paisaje de calles arrasadas.
Los tachos de basura del sistema.
El hambre capital.

Sobre las bordas del barco
encallado del trabajo
asoma un nuevo … modelo de diluvio.

La sangre obrera marca otra tarjeta
junto al overol manchado
con el aceite de la lucha
guarda en un casillero
de la memoria colectiva
sus mejores páginas en llamas.


 

SEIS METROS  (Arturo Borra)

 

Seis metros entre el goce y la hambruna, el continente blanco y el negro continente, la obesidad de las viviendas y la desnutrición de las chozas. Seis metros parten las humanidades, esta resignada distancia que desgarra la dulzura y sacude las sonrisas de alambre, los cuerpos de alambre, las vidas de alambre. .

 

Seis metros absolutos, seis metros de escalada al cielo; seis metros de vestiduras rasgadas y pechos vacíos, pechos de puta, pechos de esclava. Seis metros de servidumbre, salto sin pértigas; seis metros incrustados en la piel de lo civilizado, en el ultraje de las techumbres, en la frente de las farsas, en la boca de los valores, en el silencio del futuro que miente sus fulgores.

 

Seis metros preservan de la intemperie que arde en los talones; seis metros que alzan todas las murallas.

 

Seis metros sin métrica ni mes: hexámetros sin colmena, tejidos que cuelgan a la altura la esperanza de manos laceradas.

 

Seis metros desesperados para ser sin fuga y acariciar sin tanta herida y no temer la langosta que todo lo devasta.

 

Seis metros para erigir la promesa de otro destino; seis metros para saltar la sed, los huesos famélicos, el accidente de haber nacido en un desierto.

 

 

CIERTAMENTE  (Carlos Zipfel y García)

Ciertamente: Teníamos quince años
y una sed galopante y una miseria criminal.
nos asistía el deseo y éramos tontos y creídos.
Nacimos a la furia en medio de golpizas
para después anudar el odio a la cintura
y cabalgar edades, caminos e infortunios
de la mano del grito: Soplando a todos lados .

Cayeron los amigos por balas asesinas.
Emigraron algunos. Otros muchos quedaron,
suspendidos de ramas sin valía,
junto a la edad primera, por los rumbos burgueses,
pregonando hermandades, rosarios y memorias
de hechos virulentos que creyeron hermosos...
Así se hace la historia. Así crecemos todos.

Pero en los brazos y en las ojeras y en los caminos
de algunos de nosotros: Quedó grabado el miedo,
saltó agresivo el grito, murió el viejo modal amanerado
y dio la violencia rienda suelta al garañón.
El paso por la cárcel hizo hombres de niños.
Las señales sin nombre, el ruido del plomazo,
el grito de las novias, la muerte del amigo:
Todo ello fue seguro en nuestro río interno.
Y el tiempo sobrecoge con su paso gigante,
con sus aspas vibrátiles, con su aluvión eterno:
los hilos que peinamos son ahora confusos.
Quedan restos del niño, del joven, del creído
en el color de algunos de esos hilos dorados;
mas también sobresale la ceniza del tiempo
y empezamos a vernos con lente más exacta.
Ciertamente: Teníamos quince años
y una sed galopante y una ira total.

Si dos hemos salvado la furia del conjunto,
si dos hemos pensando que el llanto es cosa mala,
que las cárceles muerden la víscera más dura,
que las gargantas justas siempre son atacadas,
que el plomo del maldito hace mella en los buenos:
Sigamos adelante, rumbo al viento sonoro;
sigamos sin tropiezo levantando la antorcha,
alimentando el fuego, rompiendo las cadenas
y condenando a muerte sin tregua y sin aliento
a todos los traidores que envenenan las fuentes.

 

 

 

ESTO ES LO QUE HAY   (David González)

Se lo confesé hacia la mitad de la película.
Era una película cuya historia se desarrollaba
íntegramente detrás de los muros
de una prisión de máxima seguridad. Se lo confesé
cuando en la pantalla salía una escena en la que
otro preso
apuñala por la espalda al protagonista principal.
Le dije que no hiciera demasiado caso,
que las películas lo exageran todo mucho,
que una cárcel de verdad no es así,
que yo mismo me había tirado tres años
dentro de una y no era así ni de coña.
Era peor,
pero esto no se lo dije a ella.
Al salir de cine la acerqué con mi coche hasta
la puerta de su casa, pero antes de bajarse
le dije que, más o menos, me hacía una ligera idea
de cómo se sentía, por lo de que yo hubiera
estado en el talego y todo eso, pero que, bueno,
ahora las cosas eran distintas, yo había cambiado,
ya no andaba metido en rollos raros, tenía
un trabajo fijo y mi intención era seguir saliendo
con ella, pero que a lo mejor ella conmigo no,
y por eso, lo mejor para los dos era que ella
lo consultara con la almohada, lo pensara bien.
Yo estaría en mi casa, pegado al teléfono,
esperando su llamada con lo que hubiera.
Bien, han pasado tres o cuatro años desde entonces
y todavía sigo esperando.

 

 

 

 

 

OCUPADAS EN ATARNOS LOS ZAPATOS   

(Pedro del Pozo)

permanecemos quietas en el incendio-
las paredes caen
las puertas hinchadas bloquean la salida
las ventanas ennegrecen sus cristales-
oímos gritos
observamos escenas de pánico y salvamento-
(estos complicados nudos de cordón de zapato)-

 

 

 

 

 

 

RECONCILIACIÓN SEGÚN SAN MATEO   

(Floridor Pérez)

Al teniente K


Su diestra
arrancaba mechones
rompía pómulos
diestra

Su diestra
quemaba con cigarros
hería con agujas
siniestra
Tiempo después
-noticia siniestra-
con una granada
se voló la diestra
Si ahora cristianamente
yo le pusiera la otra mejilla
usted tendría que pegarme
con la otra mano

 

 

 

 

 

 

 

DECIDME  (José Mª Gómez Valero)

Decidme:
¿veis en las calles el deambular de los sonámbulos,
el rostro amarillo de su muerte,
su obediencia?
¿Veis los tráficos, los ritos? ¿Veis
la clausura, la exclusión, las amenazas?
¿Veis la imposición y sus cadalsos? .

Decidme:
¿a quiénes pertenecen estas calles?
¿Qué leyes regulan sus aceras y calzadas
y dictan el rumbo, la razón, de los pasos y las horas?

Decidme:
¿En qué momento decidimos,
si es que alguna vez lo decidimos,
acatar esta ruina,
aceptar como nuestra
esta derrota?

 

 

 

 

 

Dilo con adoquines  (Antonio Orihuela)

 

Frente al viento, la certeza de ya
no ser de aquí,
de haber perdido un mundo,
de que los muertos son éstos
y para sobrevivir
vivo disfrazado de muerto,
pero también, diciendo:

¡Ojo con los muertos que se parecen a mí
porque no es la muerte nuestra tarea,
ni la ceguera, ni la mentira, ni la literatura!

Abrir los ojos

y apuntar.

 

 

 

Oradores   (Álvaro Ojeda)

 

“La verdad es para sastres y zapateros”

Isak Dinesen



Una cosa es un gato y otra cosa un nudo gordiano
exhibirse en la cornisa acicalarse de altura
nubarrón y pozo de belleza
una cosa apacible expuesta al decoroso redondeo
del público
ése es un gato
dice la hipótesis prevista
ése es un gato acicalándose para animar la jornada
ése es un gato
fidulais tobermory manchita
y cualquiera y todos

el nudo es otra cosa
cortado por la mano del héroe es decisión infalible
el río queda atrás
la pena queda atrás
y el ejército (los hombres)
albean en la marcha hacia la gloria
como un escuerzo asomado a un charco en el jardín

aunque en rigor
nadie se molesta en distinguir
altura de verdad
ocasión de alegría
piedad de astucia.

 

 

 

HISTÒRIA  (Joan Brossa)

 

Aquí és un home

Aquí és un cadàver

Aquí és una estàtua.

 

 

 

Canta, garganta   (Chicho Sánchez Ferlosio)

Canta, garganta,

Si eres cabal:
O liberan a Durruti,
O se quedan sin metal. (bis) .

Coge ya las herramientas,
Metalúrgico tornero.
Los ladrones andan sueltos
Y detienen al obrero.

Los ministros del Gobierno,
Contemplando al Capital,
Se olvidaron de la fuerza
Del obrero del metal.

Mucha cadena,
Poco jornal:
O liberan a Durruti,
O se quedan sin metal.

Poca justicia,
Mucho penal:
O liberan a Durruti,
O se quedan sin metal.

Que no vuelva a repicar
El martillo calderero;
Que Durruti está en la cárcel
Por luchar contra el Dinero.

El señor Don Miguel Maura
Piensa poco y piensa mal,
Y por eso se ha topado
Con la huelga del metal.

Ahí va un aviso,
y es oficial:
O liberan a Durruti,
O se quedan sin metal.

Ésta es la huelga
Y es general:
O liberan a Durruti,
O se quedan sin metal.

Fuera caretas
De carnaval:
O liberan a Durruti,
O se quedan sin metal.

¡Viva la FAI,
Viva el metal!
O liberan a Durruti,
O se quedan sin metal.

 

 

 

 

 

EL CLUB DE LOS UTOPISTAS  

(Ángel Calle)

¿Quiénes somos?

los indigentes del poder
e indigestos para los poderosos
los que tienen la garganta atada al corazón
los que hacen habitables las comisarías
los no llamados a la cena de la OMC
los que tiran un verso y enseñan mil manos
los que desayunan café con sueños
los que tienen correo electrónico
y siguen escribiendo cartas de amor
los que tienen menos y no quieren para ellos más .
los que abren los brazos y no los cierran sobre cuellos
los que escriben día con luna y presente con libertad
los que para dar ruedas de prensa deben ir al hospital
los enfermos de neoliberalismo
y que nos recetarán otros mundos
los que saben esperar y ya no aguantan
los que pagan las facturas y reciben las fracturas
los que inhalan poesía y detestan el CO2
los que asumen errores y no insisten en ellos
los que rechazan las balas
los que derriban gigantes y construyen molinos
los que desobedecen a las porras
y se escudan en los hechos
los que crean redes políticas
y no se enredan en el politiqueo
los balsámicos balseros de la sensata locura
los Utopistas: nosotras y nosotros.

Me gusta este Club.

 

 

 

EL DESOCUPADO   (Carlos Castro Saavedra)

Hay un hombre que sale a gastarse los pies en la ciudad,
que sale y que no sabe
adónde dirigirse con sus huesos cesantes
y con sus ojos diarios y gastados
por los viejos periódicos que hay en las oficinas .

Capitán derrotado por un ejército de calles,
prisionero en las jaulas humeantes de los bares,
cosechero de sorbos y de caras,
de cigarrillos pálidos y papeles en blanco;
testigo de pequeños accidentes
donde pierden la oreja los pocillos,
y testigo del cáncer húmedo y embarrado
que se come el amargo cuero de sus zapatos.

Sin trabajo,
igual que aquellos perros
que orinan sordamente los rincones del mundo.

A veces con su frente triste y desocupada
piensa cosas hambrientas y frontales;
tanto trigo en el mundo, tanto trigo,
y ni un pan, ni uno sólo, para ocupar mi boca;
tantos oficios, tantas dictaduras,
y ni siquiera un rifle para ocupar mis manos.

 

 

 

 

EMPLEO   (Arturo Arcángel)

Con hierro
se podría fabricar un columpio.
...las cadenas
se cotizan más alto .

Con madera
se levantaría una cabaña.
...las tragedias colectivas
demandan cientos de féretros.

Con cuero
sería menos intenso el frío en el invierno.
...los látigos se promocionan
y el capataz estrena leyes.

Con acero
los viejos caballos calzarían herraduras nuevas.
...se anuncia que los amos
portarán dos sables.

Con papel
nacería otro poema
...hay un acta para pasar a limpio
declarando la guerra.

 

 

 

 

 

A más velocidad más injusticia   

(Emilio Pedro Gómez)

 

Hay trenes que construyen el paisaje; mas hay trenes que tan sólo lo acuchillan

 

Hay trenes que vertebran la paz de los humildes; mas hay trenes de guerra digital y mercaderes, de confort prepotente y exclusivo.

 

Hay trenes que contagian su sosiego, puntuales te conducen a tu cierto destino; mas hay trenes tan raudos que agostan el deseo, pierden el tren de la conciencia y aunque lleguen muy rápido, ni siquiera alcanzan el punto de partida.

 

¿Acaso no es posible un equilibrio de vértigo y de calma?

 

¿A más velocidad más injusticia?

 

Porque hay trenes para la fraternidad y la palabra como un vino compartido; mas hay trenes rivales del viaje, que imprimen su soledad de horizontes funcionarios, pantallas de pájaros huidos.

 

Hay trenes que aproximan, restituyen, redimen de ancestrales lejanías; mas hay trenes que engullen la semilla de esos trenes, y nos roban caminos.

 

En los túneles del corredor de alta velocidad, a varias soledades de profundidad, gritos cortados germinan un duro silencio. Voces suspensas de vidas cercenadas, de obreros que murieron de pie, sobre el trabajo. Quisiera nombrarlos; pero el GIF nos oculta sus nombres. Por su anónima memoria os pido un hondo minuto de silencio

 

 

 

 

 

KYRIE, KYRIE  (Uberto Stabile)

kyrie eleison
quienes algún día temblaron
en el vacío de las decisiones
adolescentes y beatíficos pasajeros del OM
forzados al nomadismo cultural
de las grandes capitales,
transformados en puro espíritu,
entre el fluir de los euromisiles
y la violencia callejera.
Amables inocentes del Dharma
convertidos en Sueño y sueños en el Sueño,
condenados a la miseria del Pasado,
despertando, irascibles
nuevas y hambrientas generaciones
al abismo del Segundo Milenio.
Todavía embriones en el transitorio Infierno
encendidos y acogidos
al misterioso dolor del Tiempo,
superficiales en la profundidad
equívocos en la maternidad del error (...)

 

 

 

 

 

La desaparición  (Joaquín O. Giannuzzi)

Con un par de convicciones
y algunas blasfemias
violaron la cerradura a tiros.
Animales de caza nocturna
lo sacaron de la cama. La presa
no alcanzó a despedir su rostro
ni poner a salvo su nervio principal .
En la vejación, el mundo
perdía su nombre y sospechó
no más poemas después de eso.
En nombre de un orden
que despuebla la vida, lo condujeron
en un coche cerrado como un ataúd
hurtando la vergüenza al exterior.
Entonces atravesaron
la vasta oscuridad sin jueces
de una ciudad en la que desapareció
y en cuyos jardines había amado
con un cuerpo visible tendido al sol.

 

 

 

 

 

 

La palabra rabia: fragmento  

(Pedro Montealegre)

 

La peste de nombrar: erigir el mañío donde se empala a un clérigo:
la peste de poner Nombre: Casa: el falo delicioso con forma de pez,
poliedro, crustáceo, animal oscuro enterrado bajo tierra. Qué peste, ésta:
nunca saber ¿qué punto pisas? Yo piso grava. Yo piso leche
derramada de establo. Yo piso el panal en la boca de Píndaro.
Tú podrás ser el tallo que quieras, el brazo que quieras, la rosa boreal,
la planta sola que flota en la espuma, escarcha de la hora,
visión del perro dejando su huella y diciendo: perro, la peste de ladrar,
la peste de mear –poste, ciudadano– oh, la peste. Lenguaje inflado de la peste

 

 

 

 

 

 

LA CIUDAD  (Gonzalo Millán)

 

(34. )


Un parche cubre el ojo del tuerto.
El tuerto no ve con un ojo.
El ojo del tuerto es opaco.
La luna es un satélite.
Los satélites son opacos.
El topo ve poco.

La manga cubre el brazo.
La manga está vacía.
Lo cubrieron de contusiones.
Lo mancaron. Perdió el brazo.
La capucha cubre el rostro.
Cubren sus crímenes.

El radiólogo se cubre con un delantal de plomo.
La carne cubre el esqueleto.
Los rayos equis cruzan la carne.
Los esqueletos tienen huesos.
El esqueleto de los niños es pequeño.
En la pantalla negra los huesos son grises.
Los huesos son pequeños.
Los huesos están torcidos.
Los huesos son blandos.
Los niños están desnutridos.
La desnutrición causa raquitismo.
El pequeño cuerpo se cubre de carne.

El tirano se cubre la testuz.
El tirano cubre con la mano su pecho.
Hace promesas. Créanme pide.
Peer se conjuga como creer.
Las plumas cubren el cuerpo de las aves.

El sombrero cubre la cabeza.
La 1era dama usa un sombrero con plumas.
La hembra del pavo real es parda.

Se descubren sus crímenes.
Se descubrió delante de una señora.
Desde lo alto se descubre mucho campo.
Un cerro domina la ciudad.
El anciano domina el francés.
El anciano domina sus pasiones.
El color que domina es el gris.
Se abarca la ciudad desde aquí.
Un funicular lleva a la cumbre.
En la cumbre hay una virgen.
La procesión asciende el cerro.
Ascienden a oficiales.
Los oficiales llevan charreteras.
La espada se lleva al cinto.
La espada hace sangre.
La procesión lleva estandartes.
La procesión canta salmos.
La procesión va por dentro.

Descubren un arsenal.
Descubren armas y municiones.
Descubren equipos médicos.
Un médico es procesado.
Un militar descubre asqueado
Una pinta de sangre en su huevo.

 

 

 

 

 

DESLENGUADOS *  (Daniel Bellón)

 

 

Intentar no seguir hablando el lenguaje
del poder aun a costa de que se nos desgarre
la boca en el empeño


-Jorge Riechmann-



La leyenda la recogió la tradición
La tradición la oyó el conquistador
Y de ahí bajó al papel
En la lengua de los francos

Gadifer de Lasalle
Pretendiente al trono o dominio de las recién vistas
Islas Canarias
Cuenta de su estancia en la isla Gomera:

Y el país está habitado por mucho pueblo
Que habla el lenguaje más extraño de todos
Los países de estas partes

hablan con los bezos
Como si no tuviesen lengua
.

Y aquí cuentan
Que un gran príncipe
Por algún crimen
Los hizo poner allí y les mandó
Cortar la lengua;

Y según la manera de hablar parece creíble.


Más tarde otra fuente recoge

Sobre el origen
De esta población
Algunos piensan
Que los romanos que moraban
En África
La habían desterrado allí tanto
a los hombres
Como a las mujeres
Después de cortarles la lengua
Por haber insultado a los dioses
De Roma


De ahí la lengua silbada
Que aún usan los gomeros
Lengua de lenguas cortadas
Por ofender un poder
que sólo admite su lenguaje propietario

Lengua de deslenguados
Construyeron un idioma de aire
Surgido de las manos y los besos
Que sube las crestas de los barrancos
Y extiende sus ecos sobre el mar
Resistiendo conquistas
Diásporas
persecuciones

Construir una lengua líquida
Que unifique y libere
Y se haga ascua sobre el territorio
Casa común de la gente del común
Un idioma de pájaros
Es sueño de poetas
Y trabajo de poetas
Que quieran trabajar

Desde la extrañeza y el dolor del deslenguado

 

Nota al poema: 

Una de las leyendas o historias canarias más llena de sentidos es la de los deslenguados, vinculada al aún vivo silbo gomero. 

Las citas en cursiva pertenecen a Le Canarien. Crónica normanda de la conquista de Canarias (126-128) y a Descripción de las Islas Afortunadas de Thomas Nichols (Ed. de Alejandro Cioranescu para el Instituto de Estudios Canarios). 

La cita de Riechmann provocó, literalmente, el poema.

 

 

 

 

FRONTERAS  (Enrique Cabezón)

El funcionario enemigo
siempre se subordina a un territorio,
en cada color de la tarde
veo a cada uno de los nuestros:
el hermano rojo, el hermano azul,
el surrealista impenitente
(la cristalina mirada de aquella
que una tarde desabrochó mi pantalón).

Los veo afiliados a cinco mil siglas sin sentido,
enumerando las diferencias entre ellos.
Acaso no repta por tus venas la misma culebra
que en las mías. O no aprecias
la belleza del ébano o el marfil.

La profesión de marcar
barreras invisibles,
porque mientras lo haces, la tarde se pierde
y en el parque los niños esperan al menos
que tengamos los ojos llenos de mar.

 

 

 

Huyendo hacia las fauces del lobo

(Verónica Pedemonte)


La conciencia de la nada en la boca.
Todo tenía aquel sabor amargo.
Ya no sirven los títulos, los emblemas,
las patrias, hay que empezar de nuevo
a examinarse de la propia vida.

 

 

 

Un acantilado de dicha  (Eugenio Castro)

La inocencia afirma
la autoridad del miedo.

 

 

 

 

TP  (David Franco Monthiel)

 

"Vístete. Deja un nombre falso.
Se legendario.
El mejor TP está contra la ley,
pero que no te pillen.
Arte como crimen;
crimen como arte."

(Hakim Bey)

 


Camina, ve desnudo como un signo.
Secuestra a alguien y hazlo muy feliz.
Cuando parpadeen, escóndete.
Invoca la conjura de los ojos
que te aman frente a los ciegos.
Duerme en los cajeros automáticos
sobre fajos de billetes falsos.
Di que los sacaste para dormir más cómodo.
Practica la cocina creativa
en hormigoneras.
Paga el ticket del metro o del bús
con plumas mojadas.
Fotocopia y difunde el día más feliz de tu vida.
Haz un buzoneo con ellas.
Reparte en los recreos pájaros
para que sean liberados.
Plasma en camisetas fotos de madres
que se enorgullecen de la ira de sus hijos.
Con una conmemorativa placa
señala el distrito, la calle, el rincón
donde hiciste por vez primera el amor.
Para conmemorarlo, convoca cada año
a una multitud de amantes.
Incita a que la gente se ofenda
por dinero quemar o por números
secretos de tarjetas crédito desvelar.
Escribe guiones de telenovelas subversivas.
Abre la guía de teléfonos y marca un número.
Comunícale al que responda que ese es el primer día
de su nueva vida. Repite el ejercicio
veintiséis veces más, una semana sí y otra no.
Maldice vehementemente en el metro
a los que no conversen
con el que el asiento comparten.
Propugna un turismo del bochorno, el nomadismo
de lo que nadie quiere visitar.
Planta un libro.
Lee un árbol.
Vislumbra a tu hijo como un amo sin esclavos.
Haz porno poético.

Aumenta la lista de este poema.

 

 

 

MANUAL  DE LECTURAS RÁPIDAS
PARA LA SUPERVIVENCIA


(Prácticas comunistas y libertarias

de la poesía y la literatura)


www.nodo50.org/mlrs