¡Libre cultivo de la hoja de coca! ¡Libertad para los presos políticos! 

      
              Noam Chomsky dictó conferencia en la Universidad San Marcos y conversó con Ollanta Humala

                 

                            Conferencia Maestra. El lingüista norteamericano causó expectativa y satisfizo al público que repletó el auditorio sanmarquino. 

                                                             

     El encuentro.  Chomsky se reunió con Ollanta Humala. Conversaron  sobre  las políticas imperialistas de EEUU, que afectan a los pueblos de América Latina.

Revista Mariátegui
29/10/06

Avram Noam Chomsky, el brillante lingüista norteamericano  y destacado activista contra la política imperialista de los EEUU, visitó el Perú la semana pasada. En su estadía en la tierra de los Incas, resaltó la conferencia dictada en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, denominada: 514 años después el Imperio tambalea y su encuentro con Ollanta Humala, el ex candidato presidencial, por el Partido Nacionalista Peruano, con quien intercambió ideas sobre la política peruana e internacional, así mismo, Chomsky estuvo interesado en el rumbo que tomará el partido liderado por Humala con respecto a la corriente de gobiernos progresistas en la región. El siguiente es el texto de la conferencia dictada por el lingüista norteamericano en la universidad decana de América.


514 años después el Imperio tambalea
Entre las fechas que han marcado el rumbo la historia está sin duda el año de 1492, en que sucedieron hechos, tanto asombrosos como atroces. Como todos sabemos, los viajes de Colón abrieron el camino para la conquista europea en el hemisferio occidental, es decir Latinoamérica, con las consecuencias terribles para la población americana y luego para los africanos que fueron traídos aquí. Fue Vasco da Gama quien abrió el camino hacia África y Asia, como ha citado Adam Smith.

Fue también en 1492, cuando los conquistadores católicos, con toda su influencia bárbara, en que arrasaron con una de las civilizaciones más avanzadas y tolerantes de la historia europea: España morisca. La conquista de gran parte del mundo forzó a que los árabes y los judíos sean expulsados de gran parte del territorio, y destruyeron los textos clásicos que hasta entonces se había creado.

La conquista del mundo por parte de Europa y sus vástagos, entre ellos los Estados Unidos, ha sido el tema principal del mundo desde entonces, aunque hay desafíos que deben de enfrentar. Las principales razones de su éxito militar fueron las siguientes: primero, la suciedad de los europeos causó epidemias que diezmó a las poblaciones más saludables del hemisferio occidental. Además, gracias a la superioridad militar -y no por cualquier ventaja moral, social o natural- es que las personas blancas han podido crear y controlar, aunque brevemente, la primera hegemonía global de la historia. Desde América hasta el sudeste asiático, las poblaciones se vieron sorprendidas por el salvajismo de los europeos, su furia destructora y su armamento. Las latinoamericanas eran sociedades pacíficas que desconocían los niveles de salvajismo de los europeos. No es una cuestión de tecnología, sino del estado del espíritu.

Hoy en día, esta brecha entre norte y sur fue creada por la conquista global. Tanto intelectuales como científicos recién están descubriendo estos informes que habían sido dejados de lado por el gobierno imperial. Recién están descubriendo que al momento de la conquista y antes, el hemisferio occidental era donde se encontraban las civilizaciones más avanzadas. Los países más pobres de hoy en día, como el este de Bolivia, fue uno de los lugares más sofisticados y complejos, con una red ecológica sin igual, con calzadas y canales, con extraordinaria riqueza, con muchas piezas de arte, perteneciente a uno de los imperios más grandes de la época, quizás a escala, mucho más grande que el imperio chino u otomano e incluso el ruso. Tanto los Andes como Mesopotamia fueron centros de las civilizaciones más avanzadas, con logros tanto en la agricultura, la organización social y en las artes.

En el otro lado del mundo, tanto la India como la China fueron los centros comerciales e industriales más importantes del mundo, mucho más avanzados que Europa, en temas como la salud pública, la sofisticación y tamaño de sistemas de mercado y comercio. La esperanza de vida de Japón era mucho más alta que en Europa. Inglaterra tomó prestado de la India lo que ahora se llama piratería: sus técnicas y métodos. Actualmente, la piratería está por encima de cualquier tratado de libre comercio y ésta no es sino otra fase de cinismo de los estados ricos. Los historiadores de economía lo denominan patear la escalera del progreso: En los Estados Unidos se usa todo lo posible para desarrollarse y se le niega el saber al resto. Estados Unidos también confió en el uso de la piratería y proteccionismo.

Inglaterra practicó la piratería cometiendo los más atroces crímenes contra la humanidad durante la ocupación de sus colonias. Los botines que llevó Sir Francis Drake pueden ser considerados la fuente original de las inversiones extranjeras en la Gran Bretaña. Inglaterra finalmente adoptó la forma del liberalismo en 1846. 150 años de proteccionismo e intervención estatal le dieron una enorme ventaja comparativa. Para esto, destruyó la manufactura de punta hindú por medio de altas tarifas arancelarias y el uso directo de la fuerza.

Estados Unidos adoptó la misma política económica y comercial. Para ese entonces, retenía mitad de la riqueza del mundo. Luego de la segunda guerra mundial se vieron dañadas severamente sus redes industriales y los compromisos de libre comercio estaban restringidos. Por ejemplo, la India permaneció siendo un protectorado británico mientras que los ingleses construían la red de narcotráfico más grande de la historia: la conquista de la India se llevó a cabo, en gran parte, para monopolizar la producción del opio, donde los comerciantes yankees tuvieron su tajada. El monopolio del opio posibilitó a Gran Bretaña convertir a China en un país de adictos y entrar en el mercado chino, al cual no había podido acceder porque los chinos solamente compraban sus propios productos por considerarlos superiores.

Asimismo, la adicción al opio pagó el costo del dominio imperial, pagó los costos administrativos de la India y quedó suficiente para comprar algodón norteamericano, que fue el combustible de la revolución industrial y fue posible gracias a la sistemática violación de los principios del mercado: conquista, exterminio y esclavitud. Esto ha sido ignorado por varios historiadores.

Estados Unidos hizo lo mismo: sus actuales compromisos con tratados de libre comercio son bastante restringidos. Esto está en la discusión de comercio: la economía norteamericana vende al dinámico sector estatal sustentada en la economía de posguerra basada en electrónica de alta tecnología. A decir verdad, esto sucede también con otras sociedades desarrolladas. En general, con una amplia intervención estatal y con violencia una doméstica que caía en la barbarie (en las regiones conquistadas), Europa y sus vástagos se convirtieron en sociedades ricas e industrializadas, tanto que las regiones conquistadas fueron sujetas a la disciplina del mercado y se convirtieron en el Tercer Mundo, es decir, el sur.

Los efectos son sorprendentemente dramáticos. Por ejemplo, por mencionar al país más pobre del hemisferio occidental, Haití, fue la colonia más rica del sur, fuente de la riqueza francesa. El primer país independiente de Latinoamérica (1804), veinte años después de que la nación más poderosa del mundo, Estados Unidos, se liberara de Inglaterra. Los haitianos tuvieron que pagar un alto precio por su liberación: Estados Unidos rechazó la independencia haitiana en 1862, del mismo modo como rechazó la independencia de Liberia, porque los esclavos estaban siendo liberados y había mucha preocupación por mantener un país libre de ciudadanos no blancos. Del mismo modo, Francia, le impuso una fuerte deuda para poder liberarse de su yugo. Hace unos años el ex presidente haitiano Aristide, preguntó diplomáticamente si el tiempo no había calmado los efectos de la guerra para recortar el castigo. Francia se enfureció y se aunó a los Estados Unidos para derrocar al gobierno democrático de Aristide e instaurar un reino de terror a la sufrida sociedad haitiana.

Al otro lado del mundo, los conquistadores británicos estaban asombrados del bienestar y alto nivel de sofisticación de la cultura de la civilización bengalí, estaban sorprendidos de lo que encontraron. Describieron el centro textil de Dakka tan extenso, populoso y rico como la ciudad de Londres. Luego de un siglo de ocupación británica, la población disminuyó de 150 mil a 30 mil personas, regresó la ley de la jungla y la malaria. Adam Smith escribió que cientos de miles de bengalíes morían debido a que los conquistadores británicos obligaban a los campesinos a reemplazar sus ricos cultivos de arroz y otros granos por cultivos de opio. En las palabras de los conquistadores británicos, la miseria encuentra un lugar en la historia del comercio. Los huesos de los tejedores de algodón tiñen las planicies de la India. La producción del fino algodón se extinguió, fue trasladada a Inglaterra y Bangladesh se convirtió, como Haití, en símbolo de la miseria humana.

Así la historia continua con pocas excepciones. El único caso que se salvó fue Japón. Es el único país del sur que se ha desarrollado e industrializado. Adam Smith escribe que la sociedad se desarrolló de otra manera en las sociedades conquistadoras e industrializadas y continúa hasta hoy. El imperio en forma de lucha de clases interna ya había sido comprendida por Adam Smith hace 130 años atrás: Los grandes comerciantes y productores ingleses fueron los principales arquitectos de las políticas de estado que se aseguran de resguardar sus propios intereses sin importar los efectos perjudiciales para el resto de la población, incluyendo a la de su propio país. Smith formuló un principio más auténtico acerca de la teoría de las relaciones internacionales, junto con otra máxima, que dice que los poderosos hacen lo quieren y los débiles sufren porque deben. Estos principios ilustran lo que se debería de hacer para vivir en una sociedad más decente.

Otro principio es que aquellos que tengan el garrote pueden hacer su trabajo eficientemente con el beneficio de la ceguera autoinducida que incluye la amnesia histórica sobre las consecuencias de sus acciones. Para mencionar un ejemplo, una versión convencional de la era de Colón, luego de 500 años, era que los europeos llegaron a un lugar vacío (América) y la llegada de los europeos era la creación de la civilización (texto de un típico texto escolar norteamericano). Según los estudiosos de la diplomacia norteamericana, las 13 colonias, luego de liberarse del dominio inglés, debían derribar árboles y sacar a los indios de sus fronteras naturales. "Es necesario retirar a estas bestias (lobos e indios) a las Montañas Stone" (Tomás Jefferson). Estas frases no tenían tanta importancia años atrás, pero en nuestros tiempos sería condenada por ser racista y vulgar y ello es uno de los tantos indicadores del éxito del activismo político de los sesenta de las sociedades occidentales, sin embargo aún falta mucho por hacer.

La amnesia histórica se relaciona con la guerra eminente y preferente de la doctrina de Bush. Esta tesis proviene del historiador prominente Jhon F. Cadiz: la expansión es el camino a la seguridad. Cadiz rastrea esta doctrina: estos ideales "nobles" provienen de Quincy Adams (6° presidente de los Estados Unidos) y Woodrow Wilson (28° presidente de los Estados Unidos). Adams, firmó estos ideales tras la invasión a Florida contra los esclavos libertos y los indios y la justificó con el pretexto de que estos "renegados" estaban atentando contra seguridad nacional norteamericana. En realidad, Adams veía en estos pobladores un obstáculo para conquistar Cuba y Canadá. Esto también se aplicó en Canadá, por medios contemporáneos de subyugación. Se puede concluir, por comentarios hechos por prominentes historiadores, que ha habido 500 años de salvajismo y se ha comprendido que derribar árboles e indios no era tan importante y que seguramente en estos tiempos esto sería condenado.

La conquista de Florida en 1818 fue la primera gran violación a la constitución, lo que ahora se ha establecido como una rutina. Años después, luego de haberse retirado, Adam Smith reconoció sus crímenes y se avergonzó de haber colaborado con la destrucción d la raza norteamericana. Sin embargo, sus palabras han prevalecido. El actual presidente, George Bush, cuando dijo a los ciudadanos que deben de estar preparados para una acción militar inminente para defender la libertad, hace eco de una retórica antigua. La doctrina Clinton, por ejemplo, defendía que los Estados Unidos tenía derecho de recurrir al uso colateral del poder militar para acceder a mercados que le suministren recursos energéticos y otros recursos naturales. Estos arquitectos de la política se preocupan de su propia seguridad, mas no de la seguridad de la población. En un principio, estos arquitectos eran los comerciantes, hoy en día son las megacorporaciones, trasnacionales creadas y respaldadas por los estados que ellas controlan.

La seguridad hoy en día tiene que ver con dos amenazas: la guerra nuclear y la catástrofe ambiental, ambos temas sobredimensionados para su propia conveniencia. No porque ellos quieran la destrucción d la especie, sino porque hay otras altas prioridades, como la ganancia a corto plazo y el poder. También la amenaza terrorista se puede construir dentro de esta política. El caso de Irak es un ejemplo relevante. La amenaza terrorista, más allá de lo que en realidad representa, ha sido una excusa para que Estados Unidos controle los suministros energéticos y Washington tenga el poder disuasivo frente a sus rivales industriales.

Esto está también relacionado con la destrucción del Líbano por parte de Israel y Norteamérica, con el mismo pretexto que no ha merecido en ningún momento una investigación exhaustiva. Todos coinciden en señalar que ello va a crear una nueva generación de terroristas inspirados en el odio a los Estados Unidos, una nueva generación de jihads,

La administración de Bush permitió una comisión para investigar las mejores medidas de seguridad luego del 11 de setiembre. Pero las recomendaciones expuestas por esta comisión fueron ignoradas. Un ejemplo, es que la comisión reconoció la importancia de implementar seguridad en la frontera canadiense. La respuesta de la administración Bush fue trasladar a agentes de seguridad a la frontera mexicana, que ocultaba la respuesta de los Estados Unidos luego del Tratado de Libre Comercio, en 1994, (NAFTA) con ese país, previendo que los campesinos empobrecidos buscarían huir al norte. Por ello, la frontera debía de ser militarizada.

Este esquema ilustra los mecanismos que han sido utilizados por las potencias económicas para llegar a este sistema de dominación que hoy se llama globalización. En un sentido liberal, globalización implica integración internacional, personas que se unen al mundo, que viajan desde todos lados y trabajan juntos para desarrollar formas de integración mundial en los ámbitos económico, cultural y político y que sí se interesan por las personas del mundo, por las personas reales, de carne y hueso. En el sistema doctrinal, el término técnico se usa como integración económica que sirve a los intereses de los inversionistas e instituciones extranjeras que concentran el poder privado y el estado.

El control de Latinoamérica fue el primer objetivo norteamericano, no solamente por los mercados sino por una visión estratégica: si era capaz de controlar Latinoamérica, lo podía hacer con el resto del mundo y eso está citado en documentación confidencial. No obstante, los métodos tradicionales de control están perdiendo eficacia, la región se está apartando de la influencia norteamericana, tal como lo vienen demostrando Venezuela y Argentina, y el poder de China en Asia occidental y medio oriente está creciendo. Pero, en América Latina, a diferencia del sudeste asiático, los grandes inversionistas provienen de los países imperialistas o dominadores.

Existen, sin embargo, grupos y organizaciones que sí se interesan por la gente, por las personas y cada vez tienen mayor acogida. Grupos mal llamados "antiglobalizadores", porque ellos sí se preocupan por una verdadera globalización donde las personas importen más que los inversionistas. Son grupos que no niegan el progreso, pero que buscan utilizarlo como oportunidades de promesa para un mejor futuro.

                                                            Mariátegui. La revista de las ideas.