Saludo del Movimiento Anti-imperialista (MAI) al encuentro comunista internacional.
Milán, 25 de octubre de 2009

 

 
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En primer lugar, el Movimiento Anti-Imperialista desea enviar a los organizadores y participantes en este evento un fraternal y revolucionario saludo, así como agradecer que se nos haya invitado y lamentar el que finalmente no hayamos podido asistir. Asimismo, queremos reiterar nuestro apoyo a la Guerra Popular que dirige el Partido Comunista del Perú (PCP), partido proletario de nuevo tipo, del que nos reconocemos deudores debido a su labor de explicitar y asentar las enseñanzas universales de la revolución china, fundamentalmente la Guerra Popular, a través de su creativa aplicación a las condiciones específicas del Perú, generando y asentando, como decimos, bagaje universal para el proletariado internacional.

Es precisamente por esta capacidad del PCP para dirigir y mantener un proceso revolucionario de Guerra Popular, en diferentes y muy duras circunstancias, que no nos podemos limitar a expresar apoyo a la revolución peruana, sino que una vez reconocido el papel de vanguardia que el PCP juega en la actual y difícil coyuntura que atraviesa el Movimiento Comunista Internacional, como marxistas estamos obligados a expresar la necesidad de que este tipo de actos y eventos, como el que tiene lugar hoy aquí, vayan más allá del importante y necesario sostén de un proceso revolucionario nacional y sirvan para empezar a establecer un claro referente y nuclear a la izquierda del Movimiento Comunista Internacional, con la vista puesta en la reconstitución de la Internacional Comunista.

Creemos que la actual situación a nivel planetario, lejos de expresar el inicio de un nuevo auge de la Revolución Proletaria Mundial, está precisamente marcada por la debacle general del Movimiento Comunista Internacional y el fin de lo que denominamos Ciclo revolucionario de Octubre.

En nuestra opinión, resulta evidente que el revisionismo, el reformismo y el más pútrido derechismo dominan actualmente el movimiento del proletariado internacional, hecho que se manifiesta desde cuestiones tales como la popularidad del llamado Socialismo del siglo XXI, hasta la trágica deriva de la revolución en Nepal o la tragicómica posición mayoritaria del Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI) frente a tal deriva. Del mismo modo, nos resulta imposible concebir un repunte revolucionario desde las luchas parciales y espontáneas, dominadas por el corporativismo y el reformismo, que en general se dan en las metrópolis imperialistas o desde las luchas armadas contra la agresión del imperialismo en los países oprimidos, en general férreamente dirigidas por grupos de clara inspiración reaccionaria y nacionalista.

Porque sí, el capitalismo está en crisis (imperialismo), pero lleva un siglo en crisis general e histórica, y si algo ha demostrado en este tiempo es su capacidad de reestructuración y el hecho de que sólo una fuerza social consciente, esto es, el proletariado pertrechado por su concepción revolucionaria del mundo, es capaz de asestarle los golpes necesarios para abrir el camino hacia el Comunismo. De nadie más cabe esperar tal labor y perspectiva. Pero este horizonte no es concebible sin un desarrollo revolucionario en el plano internacional que apunte en la dirección de la reconstitución de la Internacional Comunista.

Por ello, en el actual contexto en el que contradictoriamente se entremezclan la caducidad histórica del capitalismo con el dominio del más descarado oportunismo en el seno del movimiento obrero mundial, se hace cada vez más acuciante la formación y consolidación de un referente internacional para la izquierda del movimiento comunista, claramente deslindado y en lucha contra el revisionismo, y que cohesione a los proletarios conscientes del mundo, en muchos casos diseminados y desorientados, en torno a la Línea General de la Revolución Proletaria Mundial.

Creemos que aún no existen condiciones para la unión de la izquierda del Movimiento Comunista Internacional a nivel ideológico, pues el maoísmo, que admitimos como expresión más elevada de la teoría revolucionaria durante la pasada ola revolucionaria o Ciclo de Octubre, plantea muchas inquietudes para asumirlo sin mayor análisis crítico, como por ejemplo, la falta de un balance serio y convincente de su derrota final en China (inmediata destrucción de toda la obra de la Gran Revolución Cultural Proletaria a la muerte de Mao), o el hecho de que una gran facción del heterogéneo maoísmo realmente existente se alinee con Prachanda o Avakian y sus respectivos acólitos, razón de más, dicho sea de paso, para dudar de la utilidad de que importantes sectores de la izquierda del Movimiento Comunista Internacional permanezcan en el interior de organismos como el MRI, en vez de crear un referente propio inequívoco. Estamos convencidos de que las condiciones para la unión en el plano ideológico sólo pueden surgir de la realización, a través de la Lucha de Dos Líneas, del ineludible Balance general de toda la rica experiencia revolucionaria del Ciclo de Octubre.

De este modo, como señalamos, las bases para esta insoslayable tarea inmediata de crear un referente internacional para el comunismo revolucionario sólo pueden provenir de elementos políticos de la Línea General de la Revolución Proletaria Mundial, como es la defensa a ultranza de la Guerra Popular como, y es lo que muestra brillantemente la experiencia peruana, instrumento universal de incorporación de masas a la revolución, construcción del poder armado de éstas y demolición completa del viejo Estado, frente a las mil y una manifestaciones que toma la teoría del “periodo intermedio de reforma política”, ya sea en su forma prachandrista, ya sea, como en el Estado español, bajo la bandera de una nueva república burguesa como “paso necesario al socialismo”, y que sólo busca el desarme de la revolución mediante su integración en el viejo Estado, salvando a éste de su destrucción. Del mismo modo, requiere la defensa irrenunciable, frente a la pléyade de “socialismos” o “democracias del siglo XXI”, del principio de Dictadura del Proletariado. Es sobre estas bases sobre las que mejor podremos aunar a la mayor cantidad de fuerzas del hoy disperso comunismo revolucionario.

Creemos que, debido precisamente a esa práctica social revolucionaria que atesora, a la que nos referíamos, y que le dota de autoridad y refrenda como vanguardia del Movimiento Comunista Internacional, corresponde al PCP encabezar esta lucha por la reconstitución de la Internacional Comunista, y que, como decimos, eventos como éste son oportunidades que se deben aprovechar para avanzar en esa dirección.

¡Viva la Guerra Popular en el Perú!
¡Por la reconstitución de partidos comunistas revolucionarios!
¡Por la reconstitución de la Internacional Comunista!
¡Guerra Popular hasta el Comunismo!

 

Movimiento Anti-Imperialista
Estado español, 25 de Octubre de 2009