El Martinete - Número 19

Septiembre de 2006

 
¿Un nuevo revisionismo?
 
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Para Lenin, el revisionismo es un fenómeno universal que toma vida en condiciones especiales, las que el capitalismo transita, más o menos pacíficamente. El revisionismo se manifiesta de múltiples formas, aunque en todo momento persigue idéntico objetivo, el soslayo de los principios revolucionarios, mediante un proceso que suele iniciarse con el cambio de la denominación de un concepto, para terminar cambiado o eliminando el concepto mismo, aprovechándose de la confusión creada.

A la hora de llevar a cabo su revisión, el oportunista alega que lo hace para no asustar a la clase obrera, porque tal o cual principio ha sido degradado y deshonrado por la historia. Y en vez de educar convenientemente a los trabajadores, lo que hace es ahondar en su incomprensión, en su ignorancia. Y al utilizar este método consigue que el obrero se aleje aún más del significado y del principio en sí. Mientras, la burguesía, la que realmente muestra su temor al principio se frota las manos en señal de triunfo.

En nuestros días una novedosa formulación se halla en marcha para negar por enésima vez el principio de la Dictadura del Proletariado. A propósito de no aterrorizar a los obreros, se han inventado los términos “democracia representativa” y “democracia directa”, queriéndose con ellos diferenciar la democracia existente de la que se pretende instaurar.

Hay que reconocer que el PCOE ha hecho uso también de semejante término inadecuado (véase El Manifiesto Programa) y para no entrar en disquisiciones especulativas, nos pronunciamos categóricamente, a partir de este instante en contra de su empleo, es decir, nos retractamos públicamente de su utilización, pues ni en espíritu, ni conceptualmente, la democracia directa define a la democracia obrera o Dictadura del Proletariado.

¿Qué se esconde detrás de los términos, democracia representativa y democracia directa? Al igual que con el vocablo democracia “a secas”, se desea ocultar la naturaleza de clase que toda democracia contiene. La democracia “representativa” y la democracia “directa” hacen renuncia expresa de la esencia clasista del sistema burgués.

Podemos resolver el problema respondiendo a tres preguntas claves. ¿Son antagónicas las llamadas democracia representativa y directa? ¿Acaso el término representativo, es sinónimo de “burgués” y no lo es de proletario? ¿Significa que “directa” es una forma de democracia aplicable solo al proletariado? A las tres cuestiones planteadas nosotros respondemos, no, no y no. En absoluto.

Podemos hablar eternamente de las luces y sombras que proyecta la democracia representativa y podemos resaltar igualmente las virtudes y los defectos de la democracia directa, sin que encontremos un solo indicio, por muy pequeño y débil, que afirme que son sistemas antagónicos, es más, ni siquiera que son sistemas contradictorios.

La democracia burguesa es representativa, por cuanto los intereses de la burguesía se hallan representados por las instituciones, partidos y leyes propios del sistema burgués y la democracia burguesa es directa, debido a que la burguesía es la clase que ejerce directamente su dictadura económica y política.

En cambio, en la democracia burguesa, los intereses del proletariado no se ven representados, ni éste ejerce su dictadura. Así pues, sin salirnos del sistema capitalista, nos encontraremos con que ambas formas de democracias, no son otra cosa, sino las expresiones y formas que utiliza la burguesía para ejercer su dictadura.

También, es cierto que de la Dictadura del Proletariado emanan las mismas expresiones. La dictadura del proletariado adquiere las formas de democracia representativa, que es llevada a cabo por medio de las instituciones y leyes propias del sistema, y la de democracia directa, por la que el proletariado gobierna y ejecuta su dictadura. Y esto es lo que precisamente nos demuestra que la diferencia real entre los dos sistemas, no son las formas que toman las democracias, sino las clases que ejercen la democracia (su dictadura). Y es su coincidencia terminológica la que confunde al obrero y la que beneficia a la burguesía, pues desviarse un ápice de la ideología proletaria, significa caer en los brazos de la ideología burguesa. Este y no otro, es el objetivo del oportunismo