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Las actividades que organiza el Comité de Solidaridad con los Pueblos son abiertas a todo/as los que quieran participar activamente en ellas. De lo que se trata es de ofrecer un espacio para debatir y actuar frente a todas esas situaciones que nos oprimen día a día y de acabar con la absurda pasividad que caracteriza a las sociedades modernas.

¡¡¡DEJA DE BEBER TANTA CERVEZA Y LUCHA!!!

VISITA DE UNA MIEMBRO DE INTERPUEBLOS A NICARAGUA
ESTO ES LO QUE VAMOS HACIENDO:
CAMPAÑAS A NIVEL ESTATAL
PROYECTOS CON PUEBLOS HERMANOS
La cuenta corriente para ingresos de campañas de solidaridad de Interpueblos es la número: 0200190005
Caja Cantabria O.P. Santander, Plaza Velarde 3
A nombre de Interpueblos

 

VISITA A NICARAGUA
Hace unas semanas una amiga de Interpueblos quiso conocer de cerca la realidad que viven las mujeres en Nicaragua y nada mejor que acercarse allí para contarnoslo de primera mano. Esta fué su experiencia.
Trabajando en la radio
La Hora Lila, programa de radio en Matagalpa cofinanciado por el servidor alternativo cantabro Labarored.
Trabajando con un grupo de niños                                             Trabajando con mujeres
Hacía tiempo que la idea me rondaba la cabeza. No sabía muy bien ni dónde, ni cómo, ni cuándo... pero lo que sí tenía claro es que, allá donde fuera, no iría con las manos vacías. Unas veces por temor, otras por falta de oportunidad, otras por circunstancias de la vida fui posponiendo este pequeño gran sueño, hasta que por fin este verano decidí que había llegado el momento. Cuando, gracias a Interpueblos, a través de una carta me puse por vez primera en contacto con el Grupo Venancia de Nicaragua, les ofrecí lo que sabía: historias. Mi proyecto consistía en acercarles historias de mujeres del mundo, historias que versaran sobre la mujer rural y urbana, donde se hicieran palpables las formas de sentir y de pensar mediatizadas por las circunstancias. Historias que les hicieran comprender que los muros que parecen infranqueables a veces se resquebrajan con la facilidad de las tiras de papel. También quería que ellas fueran las creadoras de sus propias historias, que su imaginación les sirviera de válvula de escape, que despertaran a esos personajes que, sin duda, tenían en su interior, pues ellas mejor que nadie sabrían reflejar lo que sienten. Historias, por otra parte, que sólo podrían surgir allí, pues responden a una problemática y a una realidad concretas. Mi duda era pensar si esto que ofrecía podría servirles para algo. Cuando llegué allí, a una zona llamada La Perla del Septentrión -Matagalpa-, cuando me enfrenté a su realidad y fui consciente de la situación que vivían las mujeres allí, cuando vi el trabajo diario del Grupo Venancia ( mujeres de manos verdes) mis miedos se fueron diluyendo y comprendí que mis historias eran una buena herramienta para hacer ver que no estaban solas en esa lucha, que en el mundo hay mujeres que han padecido lo mismo y siguen padeciendo. La expresión facial del "Síndrome del Recién llegado" tardó un poco en desaparecer de mi rostro. Al principio tuve la sensación de haber viajado en el tiempo y no en el espacio. Todo sorprende. Todo es extraño. Todo distinto a lo que estamos acostumbrados. Su realidad es diferente. Durante mes y medio estuve viviendo en ese precioso país. Un país que no es pobre, sino que está empobrecido, donde chocan frontalmente la riqueza de su paisaje con la miseria de su paisanaje. En ese mes y medio conté cuentos en escuelas, en la radio, en algún encuentro que organizaba la Red de Mujeres y aún tengo grabadas en ese CDRom llamado memoria las miradas, entre sorprendidas y azoradas, de aquellas mujeres a las que un día, a través de un cuento, les descubrí quiénes eran las personas más especiales del mundo mostrándoles, acercándome a ellas una a una, su imagen en un espejo. No puedo explicar con palabras lo que he sentido ni lo que siento. Sólo puedo haceros llegar que me traje a España bastante más de lo que dejé. Mi equipaje se vio triplicado en maletas imaginarias donde guardé aprendizajes nuevos y ,otros, ya sabidos que conviene rescatarlos del olvido, como por ejemplo que la felicidad tiene mucho que ver con lo realmente necesario no con las cosas superfluas que, a menudo, nos rodean en esta sociedad donde nos ha tocado vivir. También me traje una pregunta: ¿Cuál es ese primer mundo? Yo, particularmente, no sabría responder.