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La solidaridad es la ternura de los pueblos

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Hassan II fue un cruel dictador, durante los llamados "años de plomo" se torturaron, asesinaron, raptaron o hicieron desaparecer a miles de personas. Sin embargo, diferentes gobiernos españoles, en especial los de Felipe González, tuvieron excelentes relaciones con él. Se habló de los avances del régimen hacia la democracia, se les vendió armas que se utilizaron en gran medida contra los saharauis, y en especial se hicieron suculentos negocios en Marruecos.

Javier Perote hace un interesante repaso sobre esta vieja cara del régimen que no ha cambiado al llegar la nueva cara.

Este artículo se tarda en leerlo seis/siete minutos

 

Breve historia sobre el Sahara

 

Desde mediados de diciembre último están teniendo lugar por todo Marruecos, con el patrocinio de la Instancia de Equidad y Reconciliación, unas declaraciones de antiguos represaliados políticos del régimen de Hassan II.

 

 Ahora que se confirman  los rumores que circulaban, muy en secreto, pues el terror que inspiraba el sistema hacía que la gente no se atreviera ni a admitir sus propios pensamientos, sabemos que las cosas fueron mucho peores de lo que sospechábamos.

 

Lo que está saliendo a la luz sobrepasa todo lo imaginable. En Marruecos no se privaron de aplicar  al completo todo  el repertorio de especialidades  que puedan caber en el  más exhaustivo manual del torturador: privación del sueño, quemaduras, estrangulamientos, corrientes eléctricas, el avión, la bañera, el loro, la picana, obligar a los detenidos a beber y comer sus propios excrementos,  etc.

 

Todo ello llevado a cabo con  maestría y eficacia en cárceles como salidas del infierno de Dante. En Tazmamart la vida de los presos transcurría en completa oscuridad en sótanos profundos como  mazmorras medievales. A veces días y días con el cadáver, olvidado por los verdugos, de algún compañero que no había podido soportar las condiciones extremas en que vivían ni los suplicios a que se les sometía. Algo ligeramente aproximado,   pero sin luz ni colores, pueden recordar los que vieron  la película “El Expreso de Media Noche”.

 

  En una de las muchas manifestaciones que organizamos en la década de los ochenta para protestar contra las torturas y las  desapariciones de muchos saharauis, se nos sumaron algunos marroquíes que habían huido en patera  de su país, por estar perseguidos por razones políticas. Entre los carteles que  habíamos preparado, me llamó la atención uno especialmente tétrico: un cadáver lívido, desnudo, con el rostro crispado tumbado sobre el mármol de la morgue. Pero cuando me disponía a cogerlo para exhibirlo durante la manifestación se me acercó un marroquí que en un tono tajante me dijo: deja, ese cartel lo llevaré yo, el muerto era mi hermano. Le habían matado a palos en la comisaría.

 

 Hubo muchos represaliados bajo el reinado de Hassan II. La Instancia de  Equidad y Reconciliación (IER) ha recibido 22.272 instancias de indemnización, de las cuales la IER ha admitido 16.000 demandas. Más del 20% de éstas fueron entregadas por saharauis, según datos oficiales de la IER.

 

 Si se tiene en cuenta que la población Marroquí es de unos 30 millones de personas, y la población saharaui es sólo de unos cientos de miles se comprende, a la vista de estos datos, que esa terrible represión se ejerció con especial virulencia sobre el pueblo saharaui. En su caso, el mero hecho de ser saharaui ya le hacía a uno ser sospechoso de simpatizar con el Frente Polisario, lo cual era particularmente peligroso. Yo mismo he conocido mujeres  y hombres que han pasado en prisión 14 años, y más, sólo por su condición de saharauis.

 

A pesar del secretismo con que se perpetraban  estas atrocidades en Marruecos,  aquí en España se tenía un conocimiento bastante exacto de cuales eran los procedimientos  del Sultán, y por si alguna duda había, era suficiente con recordar la saña con que el entonces Príncipe Hassan castigó a la población del Rif en las revueltas de 1958. Cuatro columnas de más de treinta mil hombres con artillería y otras armas destructivas arrasaron a sangre y fuego las aldeas del Rif no perdonando niños ni mujeres, causando miles de muertos y grandes sufrimientos a la población.

 

Moumen Diouri menciona en su obra “La Realidad de Marruecos” el discurso pronunciado por Hassan II el 22 de enero de 1984 después de “los motines del hambre” en el que aludiendo a la represión del Rif  suelta esta terrible amenaza contra su propio pueblo: “me conocieron como príncipe, más les vale que no me conozcan como rey”. O aquella otra con motivo del mensaje a la Nación el 30 de marzo de 1965 tras las huelgas de estudiantes y de intelectuales: “no hay peligro tan grave contra el Estado como el de los que se llaman intelectuales; más os valiera que todos fuerais analfabetos”.

 

 En 1975 hubo un cambio de escenario, ya no era el Rif, ahora era el Sahara pero los procedimientos los mismos. Uno se resistía a creer las noticias que llegaban, por demasiado horrorosas, pero tristemente las vemos confirmadas con todo lo que está saliendo a la luz pública mediante el testimonio de estas víctimas.

 

 Desde todas las asociaciones, ONGs y otras organizaciones que defendían los derechos del pueblo saharaui se hicieron llegar innumerables denuncias a los diversos ministros de Exteriores como Morán, Fernández Ordóñez, Solana, Matutes etc. de las que en raras ocasiones tuvimos respuestas.

 

 Con frecuencia, conseguimos unir a nuestras denuncias las firmas de prestigiosos intelectuales: Aranguren, Caro Baroja, Gala…, en general personajes del mundo de las artes, de las letras, periodistas etc.  Pero los políticos que gobernaban  entonces (PSOE) hacían oídos sordos y la mayoría de los medios lo que publicaban, porque así se lo hacia llegar el Gobierno, era que en Marruecos se estaban haciendo grandes progresos  hacia la democracia, o se justificaba el apoyo a Hassan II haciendo ver lo importante que era su permanencia en el poder como garantía contra el fundamentalismo.

 

  Nosotros siempre opinábamos que la única garantía contra el fundamentalismo era un régimen justo que, por lo menos, garantizara un  mínimo de libertades para que la población no fuera oprimida por una oligarquía como el Majzen, que disfrutaba de toda clase de privilegios mientras el pueblo hundido en la miseria y la ignorancia se moría de hambre.

 

  Poco después de la invasión del territorio del Sahara (14-XI-76) Felipe González había viajado a los campamentos de refugiados de Tinduf donde se había comprometido ante la historia a que el Partido Socialista estaría con el   pueblo saharaui “hasta la victoria final”.

 

Pero recién llegado al cargo el Ministro socialista Fernando Morán declaraba: “no solo no haremos nada para desestabilizar al Rey de Marruecos sino que haremos todo lo que esté en nuestra mano para mantener su estabilidad”.

 

Después de esto comenzaron una fructífera actividad vendiendo armas a Marruecos, a pesar de que este país estaba vetado internacionalmente para venderle armas por ser un país que mantenía un conflicto armado y a pesar también de que la UCD había suspendido la venta  desde 1976.

 

¡No nos lo podíamos creer!  Este cambio de postura no se podía  entender. ¿Qué  profundas razones tendría un socialista como Felipe González para emprender tan extraña amistad con semejante perla? Qué darán en Marruecos, nos preguntábamos.

 

En el caso del Ministro Abel Matutes las cosas estaban más claras: Filali, yerno de Hassan, uno de los máximos responsables del régimen, era su amigo de muchos años. Así lo presento él mismo con motivo de las cumbres de ministros de España/Marruecos celebradas en su época. Nos expulsó de una de estas cumbres por pedir la libertad para el pueblo saharaui.  Claro que de esta forma se aseguraba el buen funcionamiento de sus negocios en Marruecos a donde tuvo la desfachatez de viajar oficialmente haciéndose acompañar por su propia hija siendo ésta eventualmente la administradora de sus negocios  en aquel país.

 

La señora Palacio, que puso tanto interés en que en la resolución 1495 figurara la cláusula de que ninguna solución sería impuesta, sino que ésta vendría dada mediante un acuerdo entre las partes, es una de las personas responsables de que el asunto haya quedado prácticamente sin solución. Por que, a ver, ¿como se puede esperar que Marruecos siendo infinitamente más fuerte que el Polisario vaya a ponerse de acuerdo en algo que no le interese? La única forma de conseguirlo sería obligando a Marruecos a cumplir con el derecho internacional pero esta irrepetible ministra, sola o en compañía de otros, ya se encargó de eliminar esa posibilidad al incluir la coletilla de que ninguna solución sería impuesta.

 

En el pecado lleva la penitencia esta señora pues después del inmenso favor que hizo a los marroquíes y los desvelos por llevarse bien con ellos ya se ve el agradecimiento con que la han pagado: desde el momento en que el PP perdió las elecciones no han parado de insultar a su jefe el Señor Aznar. Además,  ¿cómo se puede decir que no se forzará una solución, si ya una de las partes ha impuesto su solución a la otra, por la fuerza? No otra cosa es lo que viene haciendo Marruecos desde que invadió el Sáhara. Lógicamente estarían plenamente justificados los medios que fueran, incluida la fuerza, para obligar a Marruecos a retirarse. No hacerlo equivale a aceptar una solución impuesta.

 

Imposible imaginar que a la llegada de Moratinos íbamos a añorar con tanta intensidad a doña Ana.

 

 De todos estos horribles hechos, de los que dan testimonio sus víctimas ahora, pero que ya eran conocidos antes, el responsable máximo fue Hassan II, por lo que no deja de asombrar que  hubiera jueces  españoles  que consideraran a aquella especie de bestia digna de ostentar honor y que, en consecuencia, encontraran resquicios en las leyes para poder condenar a dos periodistas, también españoles, por atentar contra el honor de Hassan II. Sí, sí, ha leído Vd. bien, el  honor, el honor de Hassan II.  Esto, a pesar de que los periodistas  demostraron con  pruebas que la información dada  sobre tráfico de drogas era verdadera.

 

Durante los trece años de gobierno socialista, prácticamente tuvimos vetada la comparecencia en radios o televisiones de alcance nacional. Incluso a periodistas que, en privado, no tenían inconveniente en  mostrar sus simpatías por la causa saharaui, se les hacía muy difícil acceder a emitir un comunicado o un reportaje sobre el tema saharaui, y no digamos una entrevista. Únicamente, podíamos acceder a emisoras de  alcance muy limitado, como Onda Verde y otras.

 

 Para aliviar un poco la tensión de este relato, y porque viene a cuento, voy a recordar una anécdota que nos ocurrió a la secretaria de la Asociación  Amigos del  Pueblo Saharaui y a mí en una fría noche de un principio de enero.

 

Fuimos convocados a una entrevista para hablar del Sáhara en la sede de una pequeña, pero simpática, emisora cuyo nombre, de por sí, ya era indicativo de su estilo: ”Radio Carcoma”.

 

Se entraba directamente desde la calle por una estrecha puerta por la que era imprescindible meter la barriga para adentro para poder pasar. Lo primero que llamaba la atención era una profusión de pintadas y “graffiti”  en la pared: abajo esto, fuera aquello, muera Fulanez, y así. Pero sobre todo un gran  cartel en el  que alguien  había escrito: “¡el hijoputa que se ha llevado un micrófono que lo devuelva!”.

 

 La entrevista, de más de una hora, la condujo muy bien un joven periodista que se mostró bastante tocado por la causa saharaui. Hacía un frío del demonio por lo que, en un momento dado, acerqué las manos hacia el calefactor para calentarme un poco, pero aquéllos loqueras en vez de el aire caliente ¡habían puesto el ventilador! Nos era muy difícil hacer llegar nuestro mensaje así que no podíamos desperdiciar ninguna ocasión.

 

Normalmente sólo encontrábamos colaboración en instituciones como sindicatos de enseñantes, asociaciones de amas de casa, de vecinos, casas de cultura, colegios … A veces ocurría que nos convocaban para dar una charla  y luego no acudían ni los convocantes; entre la población española, quizás de lo mejor informado sobre la cuestión del Sahara, sea el cuerpo de conserjes de universidad.

 

 En la época más dura de la represión,  Marruecos contó con la inestimable ayuda del mundo occidental cuyos mass-media derivaron especialmente sus críticas contra Chile o Argentina ocultando interesadamente lo que ocurría en  los dominios de  nuestro amigo el Rey.

 

Los años de plomo de Marruecos, fueron años de cera aquí en España; la cera con que los políticos se taponaron los oídos, lo mismo siguen haciendo ahora, porque no quieren enterarse de una realidad que les incomoda.

 

 Termino este escrito con los colegios electorales aún abiertos pero con la imposibilidad de que mi opinión pueda influir en cualquier votante. Seguro que ha ganado el SI pero yo declaro que he votado que NO. Este proyecto es a mayor gloria de Francia.

 

 Recuerdo que cuando España ingresó en la OTAN, Ceuta Melilla y los peñones quedaron excluidos del compromiso de defensa por deseo expreso de Francia, ya que apoyan decididamente a Marruecos en sus reclamaciones sobre estas plazas.  Ahora se vuelve a repetir la historia, nuestras plazas de soberanía quedan excluidas de ser consideradas como territorio europeo porque Francia sigue apoyando a Marruecos y lo quiere así, pero sí que entran los territorios suyos. Cuando España quiera defender la  soberanía sobre estas plazas nos recordarán que fueron los propios españoles los que con su voto reconocieron que no eran territorios europeos.

 

 Recuerdo el comportamiento de este país con respecto a España  a través de la historia. Más recientemente  cuando la crisis de Perejil. Y tengo siempre presente que la culpable principal de todo el problema del Sáhara y los sufrimientos de los saharauis es Francia.

 

 Con los saludos de Javier Perote

 

      Madrid  2005-02-20

 

SandBlast-2006

Voces e imágenes del Sahara Occidental

 

 

SandBlast: Celebración cultural y concienciación

 

Durante la primavera del 2006, más de 20 artistas saharauis vendrán al Reino Unido, por vez primera, con el propósito de participar en un festival en el que manifestarán a través de la música, la danza, la poesía, los cuentos populares, la fotografía, la pintura, la artesanía, la gastronomía y la medicina tradicional una cultura de origen secular. Esta visita histórica brindará al público la oportunidad de aprender de una vibrante cultura en continua transformación; que para su supervivencia ha tenido que encarase a fuerzas abrumadoras. Como pueblo los saharauis han tenido que enfrentar la guerra, los desplazamientos forzosos a gran escala y sentirse desahuciados de sus propias tierras. Tras más de tres décadas de lucha, el arte saharaui, tanto tradicional como contemporáneo, evoca de modo convincente, el rol de la cultura, la identidad y la memoria histórica como sostén para este pueblo y a su vez una ayuda inestimable para amortiguar las presiones y las complejidades de vivir debatiéndose entre la tradición y la modernidad.

 

El Festival coincidirá con el Trigésimo Aniversario de la proclamación de la Republica Árabe Saharaui Democrática, reconocida por más de 70 países en el mundo y que  representa la encarnación de las aspiraciones colectivas del pueblo saharaui a un estado independiente.

 

Objetivos

 

·          Hacerse eco a través del arte de la difícil situación de un pueblo que es casi tan imperceptible como inaudita en el Reino Unido.

·          Promover el conocimiento y el aprecio de esta valiosa cultura así como la historia de esta región noroccidental de África, que refleja una simbiosis entre el mundo árabe y el bereber.

·          Considerar el arte dentro de un contexto específicamente histórico, cultural, socio-económico y político así como explorar el valor del arte comprometido.

·          Brindar una oportunidad a los artistas dentro del Reino Unido a participar y contribuir con sus talentos a ayudar al pueblo saharaui.

·          Estimular y ayudar a las producciones de artistas saharauis así como fomentar el desarrollo de estos últimos estrechando vínculos con artistas e instituciones relevantes en el Reino Unido.

·          Animar a tender puentes de amistad y de reconciliación entre dos pueblos vecinos que  actualmente están enfrentados.

·          Impulsar una imagen mas positiva y un dialogo más fructífero con el Mundo Islámico a través del arte.

 

El Festival

 

El Festival tendrá lugar durante nueve días y cubrirá dos fines de semana. Incluirá una serie de eventos y exposiciones haciendo énfasis en las actividades interactivas para adultos y niños. Los eventos se desarrollarán ante un auditorio multicultural en el Reino Unido con diversos conocimientos e intereses por el arte, en eventos internacionales y/o en la causa saharaui.

 

También como programa de actividades crearemos un ambiente en el que el público podrá encontrarse con nuestros visitantes saharauis  informalmente.

 

A SandBlast se le concibe para que tenga lugar en un espacio emblemático como el Museo de Victoria Albert, un punto de reunión que acapare la atención del público y al que pueda acceder éste de forma gratuita. Aquí se instalará una tienda que simboliza el “hogar” provisional de los saharauis. Actos tales como contar cuentos, talleres de danza, lectura de poemas (en español y en árabe), sesiones de música improvisada estarán programados para que tengan lugar dentro de la misma.

 

Varias instalaciones artísticas y exposiciones de pintura y fotografía saharauis estarán concentradas en el recinto de la tienda y se mantendrá durante todo el Festival. Estas incluirán como atracción principal, una valiosa exposición de fotografías de archivo que abarca la historia del Sahara Occidental  y la lucha de su pueblo desde 1930 hasta el presente; una reproducción artística en 3D del muro marroquí usando arena y destacando el problema de las minas terrestres. Otra atracción será la proyección de imágenes que representan fotos recuperadas por los combatientes del Polisario a los soldados marroquíes muertos durante estos 16 largos años de guerra en el Sahara Occidental. Este proyecto, llamado “Necesitate dei Volti” (semblantes necesitados), es una iniciativa italiana y ha sacado una publicación limitada de 20 libros de fotos. Ken Loach, John Berger y José Saramago, por citar unos cuantos, han aceptado ser los salvaguardas de la memoria de estos marroquíes y de sus sacrificios.

 

A lo largo del Festival habrá  un programa de charlas. Estas versarán sobre el legado colonial español en el Sahara Occidental, el rol de la canción y la poesía en la lucha, la evolución cultural de las naciones forzadas a desplazarse, arte e identidad nacional así como asuntos relacionados con la violación de los DDHH y el problema de  la las minas  terrestres en el Sahara Occidental entre otros. Durante las tardes de los fines de semana, habrá una doble programación, ofreciendo actuaciones de músicos saharauis con bandas musicales de diversas latitudes que resuenen con las raíces de la cultura saharaui.

 

Entre semana, a los artistas saharauis se les podrá encontrar y estarán disponibles para participar en talleres y en charlas en diferentes puntos de encuentro. Por las tardes, el recinto de la tienda resucitará mediante representaciones teatrales y lecturas de poemas. El propósito de SandBlast es aprovechar la rica y multicultural naturaleza de la sociedad londinense para invitar a artistas de diversas ascendencias y nacionalidades a compartir y contribuir con sus talentos a estos eventos.

 

SandBlast será presentado con una inauguración de gala y se ofrecerá una variedad de actuaciones por parte de artistas saharauis como no saharauis, incluyendo el estreno de una obra de teatro basada en la colaboración entre los saharauis y el Reino Unido. Una lista de invitados, que se acerca a las 1000 personas, incluirá personalidades famosas, políticos, diplomáticos, medios de comunicación, representantes de instituciones académicas y culturales, miembros del movimiento internacional de solidaridad con el pueblo saharaui entre otros. Durante la gala de SandBlast se promoverá la idea de formar una plataforma de artistas en solidaridad con el pueblo saharaui que está inspirada en otras similares recientemente fundadas en España.

 

Otros eventos

           

Al margen del abanico de oportunidades que brinda el Festival habrá una serie de actividades que tendrán lugar dentro de otros puntos de encuentro y que correrán a cargo de artistas no saharauis comprometidos con esta causa. Entre éstas actividades cabría citar:

 

·                        Una serie de films, de una semana de duración, que se centrarán en el Sahara Occidental y otras luchas poco conocidas.

·                        Una exposición conjunta de Simon Norfolk y Nick Danziger, dos prestigiosos fotógrafos británicos.

·                        Una exposición artística de la canadiense Carel Xero, que describe la vida cotidiana en los campamentos de refugiados saharauis así como la obra del mejicano Víctor Carlin basada en su concepción del Sahara Occidental.

 

 

Materiales producidos para SandBlast

 

Una variedad de fuentes educativas y artísticas, objetos memorables y artesanía tradicional estarán expuestas en SandBlast pero a su vez se podrían adquirir en el mismo, como un modo para recaudar fondos para los artistas saharauis. Habrá camisetas, postales y posters de los trabajos de los artistas, CDs, DVDs, videos, libros sobre el Sahara Occidental, y publicaciones de fotografías saharauis y otras sobre el arte infantil.

 

Los artistas saharauis

 

Los artistas saharauis acudirán principalmente de los campamentos de refugiados pero SandBlast incluirá gente con talento afincada en España donde reside una nutrida comunidad de artistas saharauis y, si es posible, la presencia/obra de uno o dos artistas de éstos pertenecientes a las zonas ocupadas del Sahara Occidental. La gente con talento será elegida para reflejar a la antigua y nueva tradición artística, y para brindar a los artistas que debutan por vez primera la oportunidad de darse a conocer. Para esto se constituirá un grupo musical exclusivamente para SandBlast en los campamentos de refugiados. También se incluirán talentos reconocidos como la legendaria Mariam Hasan que ha publicado un número de CDs y ha actuado en Europa. La programación de las actividades durante los dos fines de semana reflejará la participación de dos grupos distintos de artistas que aportarán una cierta variedad a los eventos del Festival.

 

Quienes son los saharauis: su cultura y su historia más reciente

 

Los saharauis son antiguos nómadas, las tribus autóctonas del Sahara Occidental, colonizada por España durante 90 años. Sus raíces culturales es el resultado de la simbiosis de influencias de beréberes, africanos, árabes y españoles. Su lengua, los sonidos de su música y el estilo de sus danzas tienen lazos reconocibles de la región de Yemen, de donde proceden las tribus árabes que conquistaron la región durante los siglos XII y XIII. Los saharauis hablan hasaniya, una variedad dialectal del árabe, que sigue siendo en gran parte oral. También hablan árabe clásico y español.

 

En 1975, el vecino Marruecos invadió y ocupo ilegalmente la patria de los saharauis, socavando el deseo de éstos últimos a su independencia. Desde entonces, cerca de 200.000 saharauis han estado viviendo como refugiados en el suroeste de Argelia en uno de los desiertos más áridos e inhóspitos del mundo. Esos que quedaron atrapados por la ocupación marroquí han tenido que soportar las violaciones sistemáticas de los DDHH, reflejada ampliamente en todos los informes de Amnistía Internacional. Virtualmente cada familia saharaui esta dividida por un muro de 2500 kms de longitud construido por Marruecos para defender la anexión del territorio. Este muro esta reforzado por más de 10 millones de minas terrestres y custodiadas por entre 100-200.000 efectivos del ejército marroquí.

 

Los medios de expresión artística saharauis se han desarrollado dentro de una tradición oral, el núcleo esta formado por la poesía y los cuentos populares. En los tiempos contemporáneos, desde que comenzó el exilio y la ocupación, los saharauis comenzaron a experimentar en nuevos campos de la expresión artística tales como la pintura, el dibujo, la fotografía, los documentales y el teatro, teniendo que vencer fuertes tabúes sociales y religiosos en algunos casos.

 

Exigencias

 

SandBlast es un proyecto ambicioso pero a la vez viable y realista, lo cual requiere de un amplio apoyo y necesita:

 

·               Instar a instituciones y asociaciones españolas para contribuir

          patrocinando SandBlast. Este apoyo sería una ayuda inestimable y un aval para:

           a) Garantizar la presencia de artistas españoles y saharauis en éste modesto faro del diálogo de civilizaciones.

           b) Tener acceso a los fondos públicos británicos que sufragarían la mayor parte de los gastos derivados del certamen.

·                Buscar asociaciones de amistad con el pueblo saharaui u otras organizaciones que sean capaces de contribuir/proveer como préstamos, muestras de alta calidad de la artesanía saharaui para exponer.

·                Averiguar donde se localizan los principales centros, fuentes de archivos de fotografías así como documentos sobre el Sahara Occidental en España.

·                Indagar sobre quienes han publicado, especialmente, postales sobre la vida de los refugiados y el Sahara Occidental, CDs, videos y libros relacionados con la cultura saharaui, la historia y el desarrollo artístico. Nos gustaría saber quien querrá ofrecernos tales fuentes para tenerlas disponibles en apoyo a SandBlast.

·                Encontrar artistas españoles, intelectuales o figuras vinculadas con los últimos años del colonialismo español en el Sahara Occidental, que pudieran estar interesados en participar en SandBlast.

 

 

Para mayor información o interés en apoyar a SandBlast, contactar con:

           

Danielle Smith (Coordinadora del Festival)

Email: dubs@dircon.co.uk

M: +447940391115

F:  +442076929953

 

Mohamed Liman Ali

Representación del Frente Polisario para Reino Unido e Irlanda.

Email: wsahara@gn.apc.org

M:+447951373555

F: +442089645211

“Hijos de la nube”

Claudia Barona

Cuadernos de Langre, Madrid (España)

http://www.clangre.com/

Email: c.langre@wanadoo.es

 

 

Luis Rodríguez de Viguri, secretario general del gobierno del Sahara entre 1974 y 1976

Seila Uld Abeida Uld Ahmed, presidente de la Yemaá, Asamblea General del Sahara

Jatri Uld Said Uld Yumani, presidente de la Yemaá, Asamblea General del Sahara

Pablo Ignacio Dalmases, director del Diario La realidad

Sidi Brahim Bassiri, fundador de la Organización Vanguardia Liberación Sahara, primer movimiento independentista saharaui.

Luali Mustafa Sayed, fundador del Frente Polisario

Antonio Carro Martínez, Ministro de Presidencia del Gobierno

Halihenna Rachid, presidente del PUNS (Partido de Unión Nacional Saharaui), creado por España.

Sidi Baba uld Hassena, alcalde de Villa Cisneros

Abidin Caid Saleh, periodista saharaui

Jaime de Piniés, embajador de España ante Naciones Unidas.

Mojtar Uld Dadah, presidente mauritano

 

 

 

Todas estas personas formaron parte de la historia del Sahara entre los años 1958, año en que el Sahara pasó a ser provincia española y 1975, año del abandono de España del territorio y de la invasión por Marruecos y Mauritania.

La escritora e investigadora mexicana Claudia Barona, recoge en su libro, “Hijos de la nube”, las claves de este período decisivo para la historia del pueblo saharaui. La fuente principal en este trabajo fue el fondo documental de Sahara (Luis Rodríguez de Viguri y Gil)

 

La indefinición y falta de perspectiva de la administración española, que culminó con los sucios Acuerdos Tripartitos de Madrid, muestra del doble juego que se mantuvo con los saharauis y Marruecos; la postura del Ejército español que en su mayoría no quería abandonar el territorio de aquella manera; la división de opiniones dentro del propio gobierno español con respecto a la actuación en el Sahara; el continuo aplazamiento del referéndum exigido por Naciones Unidas para la descolonización del territorio desde los años 60; la toma de conciencia de los saharauis de su identidad como nación y su unión en torno a las ideas del primer lider independentista saharaui, Sidi Brahim Bassiri; el papel determinante de la mujer saharaui en la lucha por la independencia de su pueblo; el fracaso de España en la creación de un partido saharaui controlado por la metrópoli; la Marcha Verde como cortina de humo para propiciar la cruenta invasión del Sahara por los ejércitos mauritano y marroquí; el exilio de gran parte de la población saharaui a campamentos de refugiados huyendo de los ataques de los dos ejércitos invasores.

 

 

Poco ha cambiado la historia en estos treinta años. Muchos de los personajes han muerto: Hassan II, Uld Dadah, muchos de los dirigentes españoles de la época. La historia también se llevó a Luali. Gran parte de la población saharaui sigue refugiada en los campamentos. Han nacido varias generaciones de saharauis que no han llegado a conocer su país. Continúa la lucha en las zonas ocupadas. Treinta años después el referéndum sigue sin celebrarse.

 

 

Dictamen del Tribunal Internacional de Justicia de la Haya, referente a la cuestión del territorio del Sáhara Occidental.

16 de octubre de 1975.

"El Tribunal estima que ni los actos internos ni los actos internacionales invocados por Marruecos indican, durante la época considerada, la existencia y el reconocimiento internacional de ligaduras jurídicas de soberanía internacional territorial entre el Sáhara Occidental y el Estado marroquí. Asimismo, y teniendo en cuenta la particular estructura del Estado citado, los actos mencionados no demuestran que Marruecos haya ejercido una actividad estatal efectiva y exclusiva en el Sáhara Occidental. Por otro lado, estos actos indican la existencia, en el periodo considerado, una ligadura jurídica de vasallaje entre el sultán y ciertas, pero sólo ciertas tribus nómades de este territorio (...). El Tribunal opina que en el momento de la colonización española no existía entre el Sáhara occidental y el conjunto mauritano ninguna atadura de soberanía ni de vasallaje de tribus, ni siquiera una relació de inclusión en una misma entidad jurídica. "

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