Artículo del periódico Hurriyet (5/11/96): "HACIA LA DESTRUCCIÓN DEL ESTADO"


OKTAY EKSI. Director editorial del periódico y uno de los principales adeptos del régimen de Turquía. El artículo traducido a continuación revela cómo uno de los más ardientes seguidores del gobierno turco se ha decepcionado por los actos de la "mafia de Estado".
Hemos leído con escepticismo el artículo del periódico "Aydilik" del 22 de septiembre de 1996, sobre el Informe del Servicio Nacional de Inteligencia (MIT) y nos hemos dicho: "esto es demasiado, descubrimos inesperadamente la veracidad del artículo de principio a fin".
A través del accidente automovilístico entendimos que, desafortunadamente, la República Turca se encuentra enlodada hasta el cuello de asesinatos, narcotráfico, robo y chantaje. Es casi imposible contemplar este cuadro y creer que es la viva imagen del estado. Me estoy refiriendo al accidente ocurrido en Susurluk, provincia de Balikesir, en el que resultaron muertos el ex-jefe de la policía de Estambul, Hüseyin Kocadag, el conocido asesino del Ülkücü, Abdullah Catli, su amiga Gonca Us y el parlamentario de Sanliurfa del Partido del Camino Verdadero, Sedat Bucak, que resultó herido. Es imposible señalar que a pesar de haberlo negado, se encontró una identificación de policía y un pasaporte verde en las ropas de Abdullah Catli. Regresando al artículo de "Aydilik", señala que "la organización nacional de la policía turca creó una unidad especial de policías involucrados en actividades criminales cuya imagen externa es la de combatir al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK). Generalmente este grupo está integrado por ex-miembros del ülkücü, cuyos delitos incluyen amenazas, robo, extorsión, narcotráfico y asesinatos. Las identificaciones policiales y los pasaportes verdes les fueron proporcionados por la Dirección General de Seguridad de la Policía turca. Dicho grupo bajo el pretexto de "combatir a los terroristas", viaja constantemente a Alemania, Bélgica, Holanda, Hungría y Azerbaijan. Van y vienen de esos países llevando a cabo actividades de tráfico de drogas. Los oficiales de policía Ayhan (...) y Semi (...), que trabajan en la columna vertebral de los cuerpos de seguridad bajo la Dirección General de Seguridad, cooperan y protegen a este grupo". Más adelante se mencionan los nombres de seis sujetos involucrados en esa "unidad especial", mientras Catli se paseaba con una identificación policial y un pasaporte verde, usando el seudónimo de "Mehmet Ozbay".
Es bien sabido que Catli fue el principal responsable detrás de la estrangulación de siete militantes del Partido de los Trabajadores Turco, que fue perpretada por el ülkücü, que fue sentenciado a muerte y que por años fue buscado por la policía turca y la Interpol, y que, sin embargo, era protegido por la policía.
La extensión de mi columna no me permite escribir sobre el resto de los integrantes de la "unidad especial" ni sobre la lista de los escándalos realizados por ellos, que al fin y al cabo no tenía ningún sentido. Pero sinceramente, en ningún lugar del mundo se permitiría que el Estado declinara su responsabilidad ante tal situación, de hacerlo, se estaría materializando la destrucción de nuestro Estado.