El accidente de tráfico de un lujoso Mercedes Benz en Susurluk, llevaba cuatro personas que nunca debieron viajar juntas. Con el accidente, los negocios turbios de sus pasajeros emergieron como piezas de rompecabezas que más tarde por su hedor, se convirtieron en el tema de la agenda turca. La cadena empezó con el atentado contra el Papa, después con el asesinato del "Escobar Turco", Behcet Can Türk, luego con el crimen del agente del Servicio Nacional de Inteligencia, Tarik Ümut, a manos de Catli, para finalizar con la ejecución del Rey de las Casas de Juego, Omer Lüftü Topal. Los eslabones de esta cadena son la policía, la mafia y el narcotráfico. Con el accidente de Susurluk, todas sus actividades se exhibieron como una bofetada en el rostro de Turquía. Sólo hay que ver los macabros sucesos. El conductor del Mercedes, Hüseyin Kocadag, cuyas placas son 06AC600, había trabajado como subjefe de la policía en Estambul, y fue el fundador de la columna vertebral que controlaba la unidad de escuadrones especiales de la policía. En el asiento trasero, junto a su amiga Gonca Us, estaba Abdullah Catli, conocido como el cerebro de uno de los mejores organizadores de actividades criminales en el bajo mundo. Catli fue sentenciado a muerte en ausencia y era buscado por la Interpol. Junto al conductor estaba sentado Sedat Bucak, parlamentario del DYP (Partido del Verdadero Camino), cabeza del clan Bucak y líder de un "Ejército Especial", armado de pies a cabeza.