Abdullah Ocalan, Presidente del Partido de los trabajadores del Kurdistan, llegó al aeropuerto Fiumicino de Roma el 12 de los corrientes y solicitó asilo político. Por el momento se encuentra retenido en el Hospital Celio, cerca de Roma, mientras las autoridades siguen los procedimientos legales necesarios.

Cualquiera que haga un esfuerzo por estudiar la historia reciente del problema kurdo quedará impresionado por el tremendo esfuerzo que el Presidente Abdullah Ocalan ha desarrollado en la búsqueda de una solución política y pacífica al conflicto de Kurdistán. El PKK se ha constituido en el abanderado de la paz en un momento en el que el Estado turco se ha permitido tácticas cada vez más beligerantes y provocativas, y ha estado a punto de provocar un conflicto generalizado en Oriente Medio. Incluso ante esta situación, el Presidente Abdullah Ocallan ha abrazado valientemente el camino de la paz. Ya es hora, por tanto, de que la comunidad internacional conceda al PKK el reconocimiento y el respeto que merece por su política en favor de la paz.

El Sr. Abdullah Ocalan está llamado a desempeñar un papel fundamental en una futura resolución del conflicto kurdo, y el mundo debe reconocerlo. Si ha de haber una solución pacífica a esta situación, el Presidente Ocalan y el PKK deber ser reconocidos de una forma generalizada por los círculos diplomáticos oficiales como la representación legítima del pueblo kurdo. Los kurdos han demostrado repetidas veces su apoyo hacia el PKK y hacia el Presidente Abdullah Ocalan. ¿Cómo podemos entonces los occidentales negarles el derecho a elegir a sus propios líderes? ¿No es esta la más pura esencia de la autodeterminación?

Si los esfuerzos de Abdullah Ocalan resultan fructíferos, serán aplaudidos igualmente por turcos y kurdos. Al tomar la iniciativa en favor de la paz, como ha hecho una vez más el PKK, anunciando un alto el fuego unilateral, Abdullah Ocalan representa las verdaderas aspiraciones del pueblo kurdo y de gran parte del pueblo turco. El PKK no busca otra cosa que poner fin a una guerra que ya se ha cobrado miles de vidas, ha arrasado numerosos pueblos y ha provocado la ruina económica del Kurdistán.

Estamos convencidos de que es la voluntad de todos aquellos ciudadanos europeos que se consideran amigos del pueblo kurdo y que comprenden hasta qué punto llega el sufrimiento inflingido sobre él por la política de guerra sucia desarrollada por el Estado turco que el gobierno italiano conceda el estatuto de refugiado político a Abdullah Ocalan.

Por todo ello, llamamos a todos los interesados a solicitar del gobierno italiano que dé este paso histórico, que contribuirá a la resolución política del problema kurdo.