ARGK
Ejército de Liberación Popular del Kurdistán


DESPUÉS DE 1984

Las acciones del 15 de agosto fueron extremadamente importantes. La fortaleza popular empezaba a debilitarse por la represión ejercida desde la instauración de la dictadura militar del 12 de septiembre. Las esperanzas de libertad se fracturaban. Por ello las acciones de la lucha armada devolvieron la confianza y el coraje popular. Aún más, la autoridad legendaria del ejército turco se tambaleó. El 15 de agosto atrajo la atención internacional sobre la Cuestión Kurda. Militarmente, las acciones de la guerra les dio experiencia cuantitativa y cualitativa, y su accionar se extendió a las provincias fuera de la región de Botan.
A partir de entonces el Estado intensificó sus ataques con una furia sin precedentes. El Estado turco implantó una guerra especial en el Kurdistán. Bajo el sistema de Guardias Municipales, se invirtió un gran presupuesto para pagar a 40,000 kurdos por tomar las armas contra los propios kurdos, concretando así la política de: "Dejar que los kurdos se destruyan entre sí". Dos tercios del ejército (350.000 soldados) se equipó con el armamento más moderno y tecnología punta, incluyendo tanques de combate y vehículos blindados de Alemania, bombas de Estados Unidos, que fueron enviados a Kurdistán. La guerra psicológica fue una de las principales armas del Estado turco a nivel nacional e internacional para combatir al PKK. Todo el aparato de propaganda y de medios de comunicación se utilizó para calumniar al PKK de organización terrorista.