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Nos ven ustedes aparecer con monos y caretas blancas. Nos preguntarán por qué cubrimos nuestros rostros y nuestros cuerpos. Nos cubrimos el rostro para dar la cara, nos ponemos el mono blanco para tomar partido, partido hasta mancharnos como escribió un poeta. Mientras nos están vendiendo el mundo feliz del España va bien, de la Europa del Euro con oportunidades para todos, miles, millones de personas son excluidas de unas supuesta prosperidad de la que solo unos pocos se benefician. Los parados, los trabajadores en precario, los inmigrantes.. personas sistematicamente ocultadas, borradas, invisibilizadas de este mundo. Hoy entra en vigor una ley. Con ella pretenden detener y expulsar a unas mujeres y a unos hombres cuyo único delito fue venir a buscar una vida mejor, para ellos, para sus hijos, para sus familias. No vinieron por gusto, no abandonaron su tierra, su hogar, sus seres queridos por gusto. Neoliberalismo, economía; palabras aparentemente asépticas y frías, pero de un contenido atroz, esas palabras que llevan detrás la explotación y el expolio de tantos pueblos a costa de la opulencia de unos pocos privilegiados.

Les querían meter en un avión, el gobierno correría con los gastos, invisibilizarlos de nuevo, arrancarles una vez más el rostro. Pero ellos respondieron con su única arma: la dignidad. Se encerraron y dieron la cara, sabiendo los riesgos que corrían, pero dieron y están dando la cara.

Por eso nosotros ahora tenemos que dar la cara por ellos y poner el cuerpo por delante, porque no podemos perder la memoria, la memoria de un pueblo inmigrante como el nuestro. Y por ello nos cubrimos el rostro y nos ponemos los monos blancos, para que sepan que tras cada cuerpo blanco hay cientos, miles de cuerpos invisibles que hay que enseñar, para que sepan que tras cada rostro cubierto, existen cientos, miles de rostros.

Por eso nos negamos a obedecer esta ley de extranjería, haciendo valer nuestro derecho a la resistencia y a la solidaridad, nuestro derecho a defender una Europa sin fronteras para las personas, una Europa de todos los colores. Por eso vamos a hacer valer nuestro derecho a defender la dignidad de estas mujeres y estos hombres, por eso vamos a salir de aquí con ellos y ellas rodeándoles, desobedeciendo esta ley inhumana. Por eso el sábado volveremos a desobedecer. Hay muchos policías ahí fuera. No entendemos que hacen ahí, los criminales son otros y están en otro lugar. Aquí no hay nadie que bombardee países (con o sin uranio empobrecido), aquí no hay nadie mintiendo sobre submarinos nucleares, aquí nadie decide sobre políticas económicas. Aquí solo hay ciudadanos y ciudadanas de colores y pueblos diferentes, gentes honradas que no necesitan de ningún trozo de papel para ser personas.

Por eso vamos a salir ahí fuera con ellos, porque no tienen por qué esconderse. Pero hay muchos más que no pueden estar aquí, que ya están siendo perseguidos, que ya son clandestinos. Por ellos y ellas, para que nadie les olvide, cubrimos nuestros cuerpos con monos blancos, por eso somos todos y todas invisibles. Ya lo dijo Marcos, tras el pasamontañas estamos ustedes...

L@s Invisibles. Madrid. Planeta Tierra, 23 de enero de 2001.