ANEXO A La historia política de la familia Chávez

una vez como tragedia y otra vez como farsa

  1. primera carta desde Venezuela
  2. Nuestra primera respuesta
  3. Carta de Oriana desde Venezuela
  4. Nuestra respuesta

 

Madrid 3 de julio de 2002

Estimada Oriana:

Ante la pregunta tan directa que nos hace sobre si somos los autores del documento que le anunciamos llamado: "La historia política de la familia Chávez, una vez como tragedia y otra vez como farsa", le tenemos que decir que somos los autores íntegros de dicho documento. No sólo lo hemos elaborado y difundido, sino que, además, defendemos todos los argumentos que en él se vierten.

Entendemos perfectamente que haya personas que, en función de sus intereses, tengan un punto de vista divergente del nuestro, pero no pretenda que nosotros adivinemos por ciencia infusa cual es el suyo y cuales nuestras "ideas erradas", porque no las señala en ningún pasaje de su carta. Partiendo de esa base, entenderá que no podamos entrar a discutir el contenido de nuestras diferencias.

Lo que sí apreciamos de su misiva, es su recelo a tomar en serio las noticias que publican los medios de difusión burgueses. Nosotros también somos partidarios de mantener la guardia en alto y desconfiar de las opiniones que dichos medios difunden, porque la práctica totalidad de ellos obedecen a intereses contrapuestos a los de la clase obrera, y los periodistas, como formadores de opinión que son, no pueden dejar de ser "la voz de su amo", porque, por regla general, estos son trabajadores en relación de dependencia, y cuando un trabajador entra a prestar servicios en cualquier parte a cambio de un salario, la idea de lo que hay que hacer y cómo, está por completo fuera de sus atribuciones, es algo que sólo decide el patrón, consejo rector o dirección de la empresa. Una vez que el trabajador de cualquier oficio acepta trabajar por una paga, debe ajustarse estrictamente a lo que su empleador o empleadores quieren que haga para producir la mercancía que la empresa de su propiedad se dedica a fabricar y vender. Lo mismo pasa con los medios de comunicación. Los productos o -para decirlo más precisamente- las mercancías que fabrican los llamados "mas media", son ideas. Y los periodistas empleados por un salario las trasmiten. Pero el carácter ideológico y político particular de esas ideas no lo determinan ellos sino sus patrones, que son quienes trazan la "línea editorial" en los distintos periódicos, emisoras, etc. de su propiedad. Pero, además de ajustarse a la línea editorial de la empresa que le emplea -y por lo general la orientación política de los medios de comunicación más importantes casi siempre tienen un referente partidario- el periodista que se gana la vida con ello debe reflejar los contenidos ideológicos y políticos predominantes en la sociedad de su tiempo; las ideas que trasmite no sólo deben coincidir con los intereses específicos de la fracción burguesa que representa el medio en que trabaja, sino que deben reflejar los valores filosóficos, sociales y políticos generales de la clase capitalista en su conjunto. Porque los periodistas de Venezuela, como los de cualquier país, no se dedican a vender simples cosas ideológicamente neutras, como zapatos, comida enlatada o automóviles. Los objetos que venden son valores de uso ideológicos y políticos por excelencia. Y el periodismo venal, en tanto no sólo informa sino que crea opinión pública, es un poder de Estado, el llamado cuarto poder; constituye el más importante y poderoso aparato ideológico de los Estados capitalistas. Hoy día, las contradicciones económicas del capitalismo han alcanzado tal grado de explosividad social potencial, que si el estamento periodístico dejara de ejercer la importantísima función de intoxicar y manipular la conciencia colectiva de los explotados, la burguesía internacional sería incapaz de seguir gozando del consenso social necesario para la reproducción del capital en condiciones óptimas, y el recurso permanente a la barbarie represiva sería el único modo de prolongar un poco de tiempo más su agonía como clase dominante. Quien mantuviera un compromiso irrenunciable con la verdad social y al mismo tiempo se empecinara en ganarse la vida como periodista en relación de dependencia, es decir como asalariado, antes de realizar esa pretensión se moriría de hambre tras haber sido despedido sin contemplaciones de todos los medios donde lo intentara.

Ahora bien, que la mayoría de las empresas poseedoras de los medios de difusión de Venezuela estén en manos del sector burgués menos interesados en el proyecto que representa Chávez, y que éstos, a su vez, mantengan una descarada guerra sucia contra él, no quita para que se pueda recurrir a ellos como fuente de datos necesarios, que no opiniones, para poder elaborar un artículo con criterio sobre la realidad venezolana, por qué los datos son los datos y las argumentaciones que se tejen en torno a ellos en nada cambiarían si en vez de un 41% de pobreza extrema en 1995, según Unicef-Cordiplan, fuera un 40% o un 42%.

Al hilo de todo esto, cae usted en una contradicción al recomendarnos que destaquemos a un "enviado especial" al estilo de cómo envían las redacciones de los periódicos a sus corresponsales con el fin de que transmitan las noticias "in situ". No sabemos qué idea tendrá usted de la capacidad logística de nuestra organización. Desde ya le aseguramos que no tenemos la más mínima posibilidad material de hacer tal cosa. Pero, aunque la tuviéramos, tampoco esto garantizaría el rigor de la verdad sobre lo que acontece en Venezuela o en cualquier otro lugar, por que a lo más que podría llegar dicho enviado, sería a interpretar los hechos y en toda interpretación esta la semilla del equívoco.

Nosotros estamos comprometidos con la tarea imprescindible e impostergable de dar sentido y dirección a las luchas que los asalariados mantienen en todo momento, con mayor o menor intensidad, contra su enemigo de clase, y para ello utilizamos el materialismo histórico como guía o herramienta para la acción. Y el materialismo histórico es una ciencia, que, como tal, no se puede valer de interpretaciones, sino de certezas. Es por ello, que nosotros no tratamos de interpretar la sociedad que nos ha tocado vivir o describir, sino de reproducirla en nuestras mentes con la intención de prever y avisar a los revolucionarios bienintencionados del chavismo, que están sumando sus esfuerzos en un proyecto que no es el suyo. Tal es el enorme grado de responsabilidad social que supone la militancia política.

Según su razonamiento, de lo que pasa con la lucha de clases en cada país, solo pueden opinar los residentes. ¿Cómo casa usted este infundio suyo tan extendido en otras muchas partes, con las condiciones en que Copérnico descubriera las leyes de la mecánica celeste aun vigentes hoy? Lo hizo entre 1507 y 1515 sin moverse de la ciudad polaca de Lidzbark, cuando la idea de navegar por el espacio sideral ni siquiera se consideraba como quimera porque no había capacidad para imaginar semejante posibilidad. Tampoco Marx necesitó vivir a principios del siglo XX en Inglaterra o Alemania para poder opinar con toda certeza científica acerca de la futura centralización internacional de los capitales, o describir con precisión la desaparición de la renta territorial y de la ganancia comercial, que recién hoy muestra sólo indicios de que el capitalismo va precisamente por ahí. Y que nos dice usted de Lenin, ¿podemos dudar de la corrección de sus análisis políticos que permitieron dirigir gran parte del proceso que desembocó en la revolución rusa opinando desde Suiza? ¿Y no condujo Perón la "resistencia" desde su exilio en Venezuela y España? Podemos extendernos en testimonios históricos "ad nauseam", que desmienten semejante recurso suyo al romanticismo del terruño, como numen insustituible del saber acerca de lo que en cada país sucede a sus gentes. O acaso cree usted que los problemas de los obreros argentinos, venezolanos o españoles tienen un origen distinto y sólo atañen a los implicados dentro de unas fronteras que nosotros no hemos establecido. Por muy particulares que se nos manifiesten los distintos procesos en los que los revolucionarios se ven envueltos, estas particularidades mismas no deben hacer perder el objetivo de la lucha sin cuartel contra el trabajo asalariado y la propiedad privada que le da sentido.

Nosotros coincidimos con Bolívar en la eliminación de las fronteras y en la formación de una sola nación, pero esa sola nación debe de ser la de los proletarios sin distinción de origen, de ahí que podamos considerarla hermana sólo en el caso de que unos y otros estemos en el camino revolucionario correcto.

Un fraternal saludo del Grupo de Propaganda Marxista.

Estimada Oriana:

A pesar de ser un gigante del pensamiento, fue Aristóteles quién afirmó erróneamente que la capacidad humana de pensar residía en el músculo del corazón.

Pues bien, parece ser que en esto, usted le da la razón a Aristóteles, porque sigue pensando más con el corazón que con la cabeza. Usted vive con pasión los problemas de Venezuela y, por lo que se desprende de sus palabras, ha tomado partido por el bando que apoya el proyecto chavista. Pero esa pasión le nubla la vista y no ve que en Venezuela no sólo existe el conflicto interburgués al interior del sistema, sino otro, entre el conjunto de la burguesía y el proletariado, oculto por el primero, y cuya resolución está fuera del sistema de referencia capitalista. Es desde esta segunda perspectiva que nos situamos nosotros para analizar la realidad venezolana.

El método utilizado es el materialismo histórico, método científico que trata de dar una explicación a los fenómenos que se producen en la superficie política, buscando en la base material del sistema. Como método científico que es, no se puede valer de interpretaciones, sino de hechos comprobables, medibles, reales en suma, y nosotros hemos ordenado, o al menos intentado ordenar con mejor o peor fortuna, los hechos tal y como son, tal como se han producido, independientemente de las fuentes utilizadas. Le repetimos que sólo hemos utilizado los datos que se pueden comprobar.

Usted sigue empeñada en creer que todo lo que dice la oposición es mentira, porque es el bando de los más ricos, que impiden al gobierno conseguir que los más pobres de ese país lo sean menos. Si usted leyera con más detenimiento y atención nuestro trabajo, vería que no negamos que ésa sea la intención de Chávez. Le reconocemos total sinceridad en ese propósito. Incluso mencionamos las obras que se han hecho y el monto destinado a su financiación, lo cual explica que se ganara la voluntad política de la gente de los cerros. De lo contrario, Chávez no seguiría en el cargo. Basta que sólo haya ayudado a menos de la quinta parte, para que su reiterado discurso prometedor genere esperanza y confianza multiplicada por diez, a pesar de que la mayor parte de esa mayoría social absoluta más necesitada, haya ido a peor, como así parece según el estudio que ofrecemos al final del documento según cifras oficiales.

Lo que nosotros hemos querido demostrar, es que, con Chávez o sin él, tal como están las cosas en la actual etapa del desarrollo histórico de la acumulación capitalista, los patrones capitalistas se ven más y más incapacitados para dar solución a los problemas de los más pobres que cada vez son más numerosos. ¿Por qué pasa esto? Porque el capitalismo está organizado para que el producto del trabajo social quede cada vez más en manos de los explotadores que son cada vez menos, mientras los explotados, que son cada vez más, participen cada vez menos en el producto de su trabajo. Y el problema, estimada señora, es que el populista Chávez ha intentado mejorar la condición de los más pobres entre los explotados, manteniendo intacta la organización capitalista. Hizo algo así como querer sacar peras de un olmo. Esto es lo que confirman los hechos y hemos venido a decir nosotros, algo que usted se niega a comprender porque piensa con el corazón de los más necesitados, lo cual le honra, pero no basta.

Decía José Saramago: "Vivimos rodeados de información que no sabemos quién produce, y desconocemos las estrategias que las guían". Esta frase que es un intento de ponernos en guardia respecto de las noticias que generan los medios de (des)información, no es una verdad completa, porque a poco que se indague en la propiedad de esos medios, podremos comprobar a que intereses materiales, políticos e ideológicos obedecen. Y el caso es que, tanto en Venezuela como en el resto del mundo, independientemente de las diferencias de matiz político que se puedan apreciar entre ellos, todos los medios están unidos por la defensa del capitalismo, esto es, de la explotación del trabajo asalariado, tanto los de la oposición, como los del gobierno. Si el capitalismo consiste en explotar a los asalariados, ocurre que, cuando éstos no luchan por sí mismos con un proyecto político propio, quienes les explotan -incluida la burguesía que explota el trabajo de los periodistas- se pueden dar el lujo de pelearse entre ellos para ver quien se queda con la mayor parte del botín, esto es, de esa parte cada vez mayor del incremento de riqueza que se lleva el conjunto de los explotadores, que son cada vez menos.

Ahora bien, lo extraordinario de la problemática venezolana actual, consiste en que el chavismo no parece haber tenido apoyo en ningún sector de la clase capitalista venezolana. Los tuvo a todos en contra desde el principio, incluida la pequeñoburguesía. En este sentido, Chávez es un líder populista atípico. Su apoyo político lo recibió de ese 80% de la población total, una mayoría absoluta desclasada que vive actualmente por debajo del umbral de la pobreza, nada más. Pero es un líder populista atípico no sólo por eso, sino porque piensa que es posible ayudar a los más pobres sin acabar con el estado de cosas por las que los más ricos sean cada vez menos y los más pobres cada vez más. Por eso es que, en sus tres años de mandato, nunca dejó de atender el pago de la deuda externa y se mantuvo fiel a la disciplina ordenada por el Fondo Monetario Internacional, el guardián del capitalismo encargado de que este estado de cosas se mantenga sin problemas en todo el Planeta. La tarea de este guardián económico internacional de la burguesía, consiste en contener los salarios y controlar el déficit presupuestario en todos los países. El motivo de que la masa salarial se mantenga invariable no necesita más explicación que ésta: cuanto menos pago en salarios, mayor ganancia para los capitalistas. En cuanto al déficit presupuestario, si para ayudar a los más pobres el gasto público asistencial crece hasta que el gasto global se hace mayor que los ingresos fiscales de cada año, el déficit emergente de este desajuste habrá que financiarlo mediante el recurso al crédito. Y dado que el presupuesto de ingresos y gastos de cualquier país alcanza cifras enormes, enormes son, también, los déficits presupuestarios en porciento del PBI. En ese supuesto, el recurso al crédito privado para financiar los déficits públicos supone la demanda de mucho dinero, lo cual hace subir considerablemente la tasa de interés. Y un mayor precio del dinero prestable para financiar crediticiamente la expansión de la producción privada, hace bajar la tasa de ganancia y desalienta las previsiones de inversión productiva, que así tiende a retraerse. De mantenerse el déficit presupuestario durante varios ejercicios, la tasa de interés al alza puede llegar a un punto en que la inversión productiva se detenga por completo y el sistema basado en la explotación del trabajo colapse convertido en un sistema puramente especulativo. En efecto, la producción capitalista puede justificarse si la tasa de ganancia es del 12% y la tasa de interés del 4%. Pero se torna imposible si la tasa de ganancia desciende al 8% y la tasa de interés asciende al 10%, porque se gana más prestando dinero que invertido en la producción.

Durante el año 1999-2000, la disciplina impuesta por el FMI para evitar estos peligrosos desajustes fue posible, gracias al mayor ingreso estatal (debido al alza coyuntural en los precios del crudo) y a la postergación por decreto de los aumentos salariales (hasta mayo de 2001), lo cual dejó un margen de incremento en el gasto público del 42% para cierta ayuda social a los marginados a través del "plan Bolívar 2000", que le valió al régimen para mantener su grado de popularidad y apoyo político. Apoyo que se tradujo en un reforzamiento del aparato estatal chavista, donde buena parte de los principales beneficiarios del plan asistencial, pasaron a engrosar los "Círculos Bolivarianos".

Pero este tinglado empezó a venirse abajo desde principios de 2001, cuando los precios del petróleo y los ingresos estatales sufrieron un brusco descenso y los sindicatos desobedecieron el decreto de congelación salarial. Esta nueva realidad desencadenó conflictos sociales en cascada sobre los que cabalgó la oposición. Los menores ingresos fiscales se combinaron con una demanda salarial postergada por parte de los trabajadores del Estado, y dado que el gobierno siguió disciplinado a las directivas del FMI, al no poder satisfacer las demandas salariales efectivas la conflictividad sindical sufrió una escalada hasta que los sucesos culminaron con el golpe y el contragolpe que dejaron a Chávez hecho un cadáver político.

Toda esta realidad a la que acabamos de aludir: el relativo alto precio del crudo entre 1999 y 2000, el incremento del 42% en los gastos del Estado con cargo al "Plan Bolívar 2000" y el decreto de congelación salarial durante ese período; el descenso de los precios de crudo a partir del 2001 y los conflictos sindicales iniciados ese año con la huelga nacional de los maestros y la Siderurgia del Orinoco, a las que se sumó el conflicto con los 40.000 asalariados de PDVSA, constituyen la sustancia que abona nuestra tesis de que bajo el capitalismo, según avanza el proceso de acumulación, es inevitable que los explotados participemos cada vez menos en el producto de nuestro trabajo. Y estos datos no fueron inventos maléficos de los medios periodísticos de la oposición a Chávez, sino datos históricos fehacientes y comprobables, señora Oriana. Tampoco es un invento que en medio de la crisis provocada por el descenso brusco en los precios del crudo, en vez de ser consecuente con quienes creyeron en él dejando de pagar la deuda externa para seguir financiando la ayuda a los más pobres, Chávez volvió a traicionar una vez más lo que dijo en casi todos los discursos de su campaña electoral de noviembre-diciembre del 98, atendiendo religiosamente los servicios de esa deuda con los grandes capitalistas internacionales. Tal es la esencia del populismo chavista, señora Oriana; unos hechos que están ahí por más que usted insista en seguir creyendo las mentiras que su corazón le pide y líderes populistas burgueses, como Chávez, le cuentan, sobre una forma de vida hecha, en realidad, para unas clases dominantes que suelen hacer caridad de vez en cuando con lo que les sobra de la parte del trabajo que no pagan a sus explotados. ¿Es digno seguir viviendo así? ¿Es necesario, cuando somos los asalariados quienes creamos toda esa riqueza, y estamos en perfectas condiciones de administrarla sin despilfarros ni privilegios burocráticos según el trabajo que aporta cada cual? Porque eso de que el mercado capitalista es la única forma de reparto social posible, es otro cuento macabeo de los burgueses. ¿Le han dicho esto alguna vez? Pues, así es, señora Oriana: http://www.nodo.50.org/gpm/vacaslocas/08.htm

Un saludo:

GPM

Saludos revolucionarios del Grupo de Propaganda Marxista

 

Buenos días, tengo una pregunta que me gustaría que respondieran, El mensaje enviado sobre "documento sobre Venezuela" lo redactaron ustedes? , si no es así como lo puedo observar por las fuentes señaladas, como Venezolana y protagonista y espectadora directa de los hechos, les digo que este documento tiene varias ideas erradas. Les recomiendo envien a un observador directo, los Venezolanos ya no creemos en los medios de comunicación como pueden entenderlo, y todos sabemos que muchos artículos son especulaciones, tanto así que leyendo éste he llegado a creer que sea un opositor(puies ellos manejan la guerra sucia, hasta el punto que en un diario Nacional "El Nacional" crearon en toda una página una entrevista falsa y montada al Sr Ramonet director de el diario Le Monde Diplomatique du France, y cuantas otras historias más) no se dejen envolver por estos métodos, porque de ser así estarían cayendo en las redes de los poderosos, como nos tuvieron cegados por un buen tiempo y sobre todo durante los acontecimientos de ABril. Es una recomendación, yo como Venezolana y receptora directa de la política Nacional ya me restringo opinar de otros países sin antes consultar diversas fuentes fidedignas y escuchar a los ciudadanos de esa República hablando sobre el tema

 

Segunda carta de Oriana desde Venezuela

Buenos días, espero que estén muy bien.He leído su escrito y respeto sus opiniones,pero recomiendo que enfrenten informaciones diversas y no tomen la muestra de sólo una línea (la linea opositora) ya que en la confrontación de las ideas pueden apreciar mejor los sucesos, estén de acuerdo con el oficialismo o con la oposición. Un buen punto a estudiar es que aquí no existe una oposición seria, sino una oposición atacante,la cual interpone todo lo que está en sus manos para entorpecer las actividades del gobierno y aumentar la resistencia al surgimiento de la economía (por diversas actividades que se han comenzado a realizar como: El proyecto de seguridad alimentaria con los campesinos estimulando la agricultura, los urbanismos creados para aquellos que tanto le ha costado tener uan vivienda justa, la industria Gasífera (paralela a ala Petrolera) que nunca se habia incursionado en esta área (tenemos grandes reservas), los programas del FUS (Fondo de Desarrollo Social), los programas de infraestructura (las cuales no habian sido retocadas, mantenidas o remodeladas en años)... y tantas cosas más. Otra característica del actual pueblo Venezolano es que se ha ido formando en nosotros con este proceso un sentido de política cuando antes estabamos dormidos y ni opinabamos en este sentido y todas las opiniones gubernamentales no eran consultadas al pueblo y por ende eran impuestas violando muchos derechos, hasta el de la información. Es tan complejo todo este proceso, existen tantos factores humanos, sociales, economicos, PERSONALES,históricos, que llevara un largo tiempo, pero LLEGARÁ =) Por lo que me dijeron de su logística imagino entonces que son un Grupo de Estudiantes Españoles, quienes por voluntad de grupo han formado el GPM con sus propios medios. Como les he dicho a lo largo de este mensaje, hay muchas cosas: el mes pasado renunciaron a el diario El NAcional 30 periodistas por estar en contra de esa linea atacante continua, en los sucesos de Abril los periodistas fueron a buscar la inforemación exponiendo sus vidas al peligro y cuando llegaron a los canales les dijeron que no iban a proyectar esas imagenes del 11, 12 y 13 cuando la gente salio a la calle a defender el proceso y a protestar en contra de las imposiciones del Sr Carmona Estanga, en esos días murio mucha gente y por que no nos dieron esa información. Imaginense que esos días mi familia nos enterabamos de lo que sucedia en realidad mediante llamadas telefonicas a la capital (sin ver imagenes porque nos pasaban comiquitas, novelas, programas musicales, para engañar a la gente) ¿Qué falta de respeto es esa? , les recomiendo como les dije confrontar ambas lineas ideológicas y por contrapeso evaluar la situación. Gracias Hasta Luego

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